MENDOZA NECESITA ELEGIBLES QUE SEAN “ELEGIDOS” DE VERDAD

MENDOZA NECESITA ELEGIBLES QUE SEAN “ELEGIDOS” DE VERDAD

La nota de opinión de abajo se publicó en el Diario Los Andes el 16 de enero de 2021.

Me parece una idea interesante esta reflexión en la que Lafalla relaciona la detestable invasión de los partidarios de Trump al Capitolio con la política en general, y, sobre todo, de Argentina.

Sería imposible no estar de acuerdo con sus conclusiones que, por lo demás, en muchos sentidos, ya pensábamos desde antes.

Es una opinión fundada ya que él fue parte de esa democracia liberal que abrazó el mundo porque creyó que era “el camino hacia un mejor futuro y sin lugar a dudas el líder de ese proceso eran los EEUU de América.”

Arturo fue un destacado político de la primera etapa de esa época en Mendoza: Vicegobernador de 1987 a 1991; Diputado nacional de 1993 a 1995 y Gobernador de 1995 a 1999. Wikipedia resume su actuación así: “Su mandato estuvo marcado por la privatización de numerosas empresas estatales, incluyendo el Banco de Mendoza, los recursos financiarían la construcción de la presa de Los Potrerillos (sic).”

Por lo tanto, fue uno de los “elegidos” como los llama, que son los que deben “Acordar en vez de confrontar hasta el hartazgo y por todo, innovar en vez de repetir prácticas fracasadas, revisar y reconocer errores en vez de insistir en los del otro, asumir y reconocer las dificultades en toda su dimensión en vez de tratar de generar expectativas imposibles de realizar sean tal vez alguno de los caminos a transitar.”

Tiene razón, pero el problema es que desde esa época –o antes- la calidad de los elegibles es cada vez peor. De hecho, Bordón, el primero de los Gobernadores justicialistas del retorno a la democracia, fue el único que he conocido que afrontó su mandato con un proyecto integral de desarrollo provincial. Fue el muy castigado –injustamente, porque no fue ese el problema- Libro Verde, en el que colaboré. Los logros de esa propuesta no estuvieron a la altura del proyecto.

En realidad, Mendoza no ha tenido –de ningún signo político- buenos gobiernos en este periodo de la democracia, tal como la realidad de nuestra Provincia lo demuestra.

Tampoco un paneo de los/las políticos/as mendocinos en actividad abre muchas esperanzas: un peronismo que viene acordando con el cornejismo, sin críticas a sus malos Gobiernos, conformándose con ser la segunda fuerza política y quedarse con los cargos “entrables” sin plantear un proyecto político que nos vuelva a posicionar como la cuarta Provincia argentina; un mendoradicalismo macrista cada vez más de derecha, sin un plan de transformación, con una estructura de democracia hereditaria.

No hay –salvo algunos saludables intentos de romper las hegemonías que menciono- discusión ni participación. Encontramos los mismos nombres que vimos desde los ’90 en adelante. El peronismo de Guaymallén es buen ejemplo de esto. Los jóvenes no tienen lugar ni hay espacios de debate reales. Espero que las elecciones partidarias permitan visualizar alguna luz.

No es fácil que estos elegidos, si lo fueran, cumplan lo que el Arturo solicita.

No es un comentario esperanzado el mío, y siento tristeza, después de más cuarenta años de militancia política.

Espero que surjan esos líderes que Mendoza necesita: estamos llenos de posibilidades de todo tipo: recursos naturales, humanos, tecnológicos.

FALTA QUE HAYA ELEGIBLES QUE SEAN BUENOS ELEGIDOS

Los hechos del Capitolio y los argentinos

Arturo Lafalla, ex gobernador de Mendoza

https://www.losandes.com.ar/opinion/los-hechos-del-capitolio-y-los-argentinos-2/

Un ataque a la democracia

Lo acontecido en el Capitolio de EEUU ha merecido el repudio de todos los dirigentes de occidente, coincidiendo en general en señalar el ataque que significan a las democracias liberales que hoy imperan en occidente. Han puesto claramente del otro lado a Rusia y China las dos potencias con regímenes no democráticos que hoy inciden en el mundo.

Tendría poco para aportar a lo dicho por tantos y reconocidos líderes mundiales, coincidiendo por cierto en que esos hechos fueron un ataque a la democracia, pero si pretendo aportar alguna reflexión sobre nosotros en este tema.

La ilusión de Alfonsín

Suena aún en los oídos de los mayores aquella contundente afirmación del Alfonsín en el no tan lejano 1983: ¡¡Con la democracia se come, con la democracia se cura, con la democracia se educa!!

Muchos entre los que me cuento quisimos creer que era cierto.

Casi cuatro décadas después podemos afirmar que, con democracia, con esta democracia que supimos conseguir, no todos comen, no todos se educan y no todos se curan. Son más, son muchos, demasiados, los que no reciben en la medida de sus expectativas y de nuestras potencialidades esos bienes sustanciales a la condición humana en el siglo XXI.

El mundo luego de la caída del muro de Berlín creyó encontrar en la democracia liberal el camino hacia un mejor futuro y sin lugar a dudas el líder de ese proceso eran los EEUU de América.

¿Qué le paso al maestro de la democracia? ¿Será como dice Hillary Clinton que los arrolló la “supremacía blanca” que impulso Trump? ¿O hay más insatisfacciones en los votantes, millones, por cierto, del desdeñable Trump?

¿Qué paso en Brasil que votaron y votan muchos aún a Bolsonaro, que no es precisamente un líder de la llamada democracia liberal?

Una persona un voto, parece que no alcanzó para las expectativas de todas esas personas que también somos nosotros.

Algunos afirman que la desigualdad ha secuestrado a la democracia. Los gobernantes democráticos se han limitado a respetar las libertades mientras que la búsqueda de la igualdad ha desaparecido de sus realizaciones. Cada vez más libres, pero cada vez más desiguales.

No falló la democracia

Es el momento de recordar lo obvio, que esta democracia de la que hablamos es la llamada representativa, la persona con su voto no decide que hacer, sino quien lo va a hacer por un determinado período.

La insatisfacción se me ocurre no es entonces con la democracia sino con lo que hicimos aquellos que fuimos elegidos, con los resultados de las distintas gestiones. Y ello a mi juicio está lamentablemente a la vista: un país con escandalosos índices de población bajo el nivel de pobreza, inflación record en el mundo, estancamiento por décadas, dos o tres defaults en este período de la novel democracia y la lista continua.

¿Quién podría afirmar que esta es una dirigencia exitosa, que cumplió con las expectativas de sus votantes? ¿Cuantos argentinos de arrepintieron de haber votado a tal o cual en estos 37 años?

¿Quién puede negar que en este mismo tiempo apareció una pléyade de políticos perpetuados en la actividad que mejoraron sustancialmente su nivel de vida con la actividad política?

Con esta realidad no me parece que los que tengan que reflexionar sean los votantes, sino más bien los votados.

Hora de reaccionar

Hora de reaccionar. Cuando oigas sonar campanas no preguntes por quien tañen, suenan también por ti. Lo del Capitolio es un aviso, sería bueno que lo escucháramos sin simplificar la realidad que por cierto es muy compleja. Pero me caben muy pocas dudas que la principal responsabilidad está en la dirigencia toda, y en especial en la política, la que no puede seguir haciendo lo mismo que hace 37 años, porque a la mayoría de este país pese a ese gran logro que fue recuperar la democracia en este tiempo le ha ido y le va mal.

Las próximas elecciones no son la única solución. La solución la tienen que gestar los elegidos. No podemos seguir haciendo lo mismo porque no nos fue bien.

Acordar en vez de confrontar hasta el hartazgo y por todo, innovar en vez de repetir prácticas fracasadas, revisar y reconocer errores en vez de insistir en los del otro, asumir y reconocer las dificultades en toda su dimensión en vez de tratar de generar expectativas imposibles de realizar sean tal vez alguno de los caminos a transitar.

Es probable que con eso no se ganen elecciones, pero hoy los ciudadanos de a pie de este querido país necesitan resultados y no solo ser espectadores de triunfos electorales que únicamente satisfacen a los elegidos.

¿FIN DEL BIPOLARISMO? ¿HABRÁ UNA PERESTROIKA PARA EEUU?

¿FIN DEL BIPOLARISMO? ¿HABRÁ UNA PERESTROIKA PARA EEUU?

Perestroika: De la caída Soviética a la de Washington – 1989-2020

Wim Dierckxsens, Walter Formento

https://www.aporrea.org/internacionales/a283534.html

Encontré esta larga nota y creo que hay que leerla porque es un desarrollo muy completo con una estructura cronológica que se remonta al Imperio Romano para intentar encontrar aspectos comunes en evolución, decadencia y caída de proyectos geopolíticos hegemónicos en el mundo.

Hablando de la Prestroika, escriben los autores: “A lo largo de la historia, el colapso de las grandes potencias de cada época coincidía justo, en un tiempo histórico donde creían que eran invencibles, lo creían justo antes de su desastrosa caída que denominan Reestructuración (Perestroika) integral sistémica.

Sin pretender hacer un análisis histórico aquí, lo cual hicimos ya (Dierckxsens 1982), esto lo hemos visto ya en la Antigüedad con el Imperio Romano, lo vimos con la descomposición de la Unión Soviética hace treinta años y lo vemos hoy en Estados Unidos. Observamos, que rara vez se percibe el borde del acantilado, o incluso el fondo del abismo, antes de que éste se haya tragado un imperio entero y, aun así, tampoco lo ven hoy.”

En este contexto, analizan a la Unión Soviética y a los EEUUU como los ejes del “bipolarismo este-oeste resultante de la segunda guerra mundial (1929-1944).”

Para nuestra actualidad, lo importante es que “Con la crisis financiera de 2001-2008, que manifiesta el inicio de la Caída del Unipolarismo Continentalista de EEUU, entramos claramente en la etapa de la caída del último actor del bipolarismo.”

Esto ya lo he leído antes, y no es tan sencillo convencerse de que va a suceder, y, mucho menos, si es algo próximo o futuro o muy futuro. Hay demasiados factores de poder que van a intentar que este capitalismo neoliberal (¿es realmente capitalismo?) se mantenga.

Por ejemplo, veamos este título: Mientras crece la desigualdad, la fortuna de los superricos de la Argentina y la región aumentó durante la pandemia (https://www.redaccion.com.ar/mientras-crece-la-desigualdad-la-fortuna-de-los-superricos-de-la-argentina-y-la-region-aumento-durante-la-pandemia/).

Pensar que toda esta gente que gana tanto dinero con la devastación del ambiente y la miseria de la mayoría de los hombres y mujeres del mundo va a ceder fácilmente a que caiga el poder de EEUU, sería de una ingenuidad total.

Es cierto que hay aspectos globales que están en una fase crítica, y que están empujando a reacciones sociales que podrían ser de una fuerza y violencia no conocidas por nosotros/as.

Para los autores, la situación es la siguiente: “Desde antes del triunfo en las elecciones de Trump de noviembre de 2017, hemos señalado que Estados Unidos está en medio de una gran crisis estructural, interna entre las fuerzas globalistas, continentalistas y Trump expresando un nacionalismo de país central que es principalmente anti-imperio globalista. Ya hemos señalado, en otros artículos, que esta crisis interna, luego de la “Batalla de Alepo” donde se derrota militarmente a las fuerzas de la OTAN en Siria, ya no puede exportarse hacia otras naciones (Ej.: India, Rusia y China) y por lo tanto solo puede profundizarse dentro de los Estados Unidos.

Por lo que significaría, a la vez, el fin del Imperialismo unipolar norteamericano –que denominamos: Washington- y, probablemente, el fin de la civilización imperialista anglo-occidental. Esta afirmación es tan profunda y fuerte para el bloque occidental capitalista, como lo fue la perestroika y la desintegración de la URSS hace 30 años para el bloque oriental. Porque las consecuencias para los Estados Unidos y el “Occidente angloamericano” serán tan profundas, como lo fueron para el Imperio Romano en la Antigüedad y para la URSS en los tiempos de la modernidad. La Perestroika de “Washington” es el último hecho de la modernidad.

Esta imposibilidad de trasladar los gastos militares a otras naciones es la clave de la posible “caída del Unipolarismo Continentalista de EEUU.””

Analicemos lo que fue la Perestroika:

“Hace 25 años (Dierckxsens 1994[iii]) ya habíamos anticipado “La Perestroika en Occidente” y sobre la base de la Economía Política. En nuestro libro “Las Relaciones Sur-Sur y el desafío de un nuevo proyecto de civilización” (2017) hicimos una renovada referencia a las condiciones ya dadas para una Perestroika en Occidente, necesidad que tiene que ver con el gasto militar insoportable y ya no transferible a otras naciones u otros pueblos como fue el caso del Imperio Romano, de la Unión Soviética en los ochenta y de EEUU hoy. Los fundamentos de la economía política que tantas veces aciertan, también nos dan la razón hoy. Queremos retomar y proyectar este análisis a la crisis de EEUU como Imperialismo y de la civilización occidental anglosajona hoy.”

Por todo esto, me pareció una nota de imprescindible lectura para los/las que queremos entender el mundo en que vivimos para tomar mejores decisiones.

Es cierto que esto parece una misión difícil en Argentina donde los manifestantes anti cuarentena gritan que la pandemia y la vacunación son una estrategia de los “amos del mundo que quieren que seamos zombies” (lo escuché, no invento), y otras barbaridades de los libertarios y terraplanistas, que atacan (no casualmente) al Estado y a toda intervención contra la libertad de mercado y otras libertades. Sin embargo, hay que intentarlo, porque me preocupan no los individuos que se visten de cuernos y pieles, sino que haya una buena cantidad de jóvenes que están adhiriendo a esta posición extrema.

Esta nota es anterior a las elecciones en EEUU, y hace una serie de consideraciones sobre un mundo con Trump y sin Trump. De hecho, uno podría preocuparse más por lo que sucedería si Trump perdiera las elecciones –como ocurrió- que si las ganara.

“En síntesis, la crisis interna de EEUU está llegando a su clímax, con mucha corrupción y ninguna transparencia. El año 2020 podría tomar forma hasta de guerra civil más que de campaña electoral. Si gana Trump, o no, de todos modos, el panorama para el año 2020 es de una gran crisis económica en el país y a nivel mundial. Queda clara la necesidad de otro sistema monetario internacional donde EEUU como nación ya deje de ser el centro.

Si los globalistas ganan, lo más seguro es un fraccionamiento del mundo en dos sistemas monetarios internacionales en pugna y muy probablemente el fraccionamiento de EEUU en diferentes economías regionales-locales. Si Trump logra un segundo período, lo más probable es una derrota tanto de los globalistas así como de los continentalistas y la posibilidad real de la construcción de un mundo multipolar sin nuevo imperio. Ambas alternativas tienen en común una Perestroika para EEUU.”

Esta es la conclusión de la nota, y es muy terminante, por eso destaco la oración final.

Si sucede así, nos encontraremos frente a un marco internacional muy complicado, y, para nuestra difícil situación económica y social, significarán nuevas situaciones complejas para solucionar. Sería muy importante que los países de América Latina avanzaran en alguna integración que nos permitiera tener mejores posibilidades de acción en este contexto global. Lamentablemente, hemos retrocedido. Se ha atacado al MERCOSUR, y Macri tuvo una acción destacada en esta penosa acción.

Los autores analizan las opciones de “los globalistas así como de los continentalistas”, pero desconocemos cómo se concretarán las futuras acciones de los poderes centrales, y su reacomodación después de la pandemia.

ESPEREMOS, PERO NO DEJEMOS DE TRABAJAR POR UNA ARGENTINA QUE SUPERE ESTA DURA SITUACIÓN. ESTAMOS TODOS/AS EN JUEGO EN ESTO.