ASSANGE Y LA CAJA DE LOS TRUENOS

ASSANGE Y LA CAJA DE LOS TRUENOS

Baltasar Garzón

Por Adolfo Ariza

Este tema me eligió a mí, más que yo a él.

Como muchos siempre padecí la intensa injusticia que significaba el ataque a Assange. Incluso me espantaba la desproporción entre el enorme aparato que iba contra este hombre que atentó contra el poder del norte y sus aliados y este periodista que desató los “truenos” de WikiLeaks.

Entonces me pareció que esta nota de nuestro conocido Baltasar Garzón, exjuez que investigó los crímenes del franquismo en España y que fue suspendido en sus funciones después de asumir la defensa de Assange, merecía ser difundida.

Por lo tanto, la liberación del periodista australiano después de doce años de lucha judicial para no ser extraditado a EEUU, y de vivir en aislamiento y, finalmente, en prisión, no podía ser ignorada por mí, y elegí esta nota en la que Garzón desarrolla su visión del paralelismo de su vida y la de Assange.

No analizaré esto, porque cito la nota completa de Garzón, y mi intención es colaborar con la visualización de la que Garzón llama “la caja de los truenos” que los atacarían por sus denuncias de los crímenes de guerra cometidos por la OTAN en diversos lugares, como Irak o Siria.

Si quisiera hacer una historia de estos abusos del poder de los países dominantes, podría ir bastante más atrás, pero la diferencia es que esto ha crecido después de etapa de la globalización, la que trajo el enorme aumento de la capacidad de acción y daño de las corporaciones que actúan coordinadamente con ese poder político, económico y militar.

Parece una inútil lucha, pero hay que ponerse del lado justo de la historia, aunque más no sea para que la gente que me conoce y valora (o no, no importa) sepa que este poder es injusto, y que incluso está llevando al mundo a su destrucción a causa de la insostenibilidad social y ambiental.

Después cada uno decidirá y, a lo mejor, es posible que muchos/as que se han refugiado en la superficialidad y el individualismo, caigan en la cuenta de que, si este mundo no sobrevive a los abusos del poder que cito, tampoco ellos/as lo harán.

LEAN, PIENSEN, PÓNGANSE DEL LADO JUSTO DE LA HISTORIA, DONDE ESTAMOS LA ENORME MAYORÍA DE LOS HABITANTES DEL PLANETA.

Assange, el azar y la necesidad

Por Baltasar Garzón

27 de junio de 2024 – 10:54

 (Fuente: AFP)

La verdad es que nunca sabes qué te puede deparar la vida. A finales de 2006, entró en mi Juzgado, el número 5 de la Audiencia Nacional, una denuncia firmada por la Associació per la Recuperació de la Memoria Histórica de Mallorca. Relataban torturas, desapariciones forzadas y ejecuciones que tuvieron lugar durante el franquismo. Seguirían muchas más. En ese mismo año, un periodista australiano llamado Julian Assange había fundado una agencia llamada WikiLeaks. No nos conocíamos y ninguno de los dos podíamos saber lo que las acciones iniciadas entonces por cada uno de nosotros iban a marcar nuestra vida futura. Aunque creo que, cada cual, por su lado, ambos podíamos intuir que el camino respectivo no iba a ser fácil.

En mi caso, recuerdo que, en 2008, el entonces ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, me dijo: “Baltasar, has destapado la caja de los truenos y te va a traer consecuencias muy negativas para ti, pero has hecho lo que debías”. Alfredo era un buen político, de los que se echan de menos en estos tiempos, y una buena persona.

No sé si alguien avisó a Assange. El año 2010 pasó a la historia de la web, por las impresionantes filtraciones de documentos de WikiLeaks. Empezando por el vídeo Collateral Murder en que se ve cómo soldados estadounidenses disparan en Bagdad desde un helicóptero a dos periodistas de Reuters y varios civiles, incluido un niño, para conmoción del mundo.

De julio a octubre de aquel año, se hicieron públicos miles de documentos en relación con las guerras de Irak y Afganistán con escandalosas revelaciones, y en noviembre, cinco periódicos internacionales reciben más de 200.000 cables diplomáticos del Departamento de Estado USA. La gestión de la política exterior norteamericana se muestra desnuda y pestilente ante el mundo.

Mundo paralelo

Como tantos millares de ciudadanos, me sorprendí e indigné con lo que contaba WikiLeaks, pero yo también tenía mis propios problemas. En mayo de 2010, el Consejo General del Poder Judicial me había suspendido de funciones después de que el Tribunal Supremo admitiera a trámite sendas querellas de la más rancia ultraderecha de este país, por haberme declarado competente para instruir los crímenes del franquismo. A la vez, se abrían otras dos causas contra mí en el Alto Tribunal, una por la interceptación de las comunicaciones de los principales responsables de Gürtel en la prisión y otra más, absurda e inconsistente aparte de referida a hechos prescritos, por unos cursos en la Universidad de Nueva York, donde estaba como investigador invitado en materia de terrorismo.

Por cierto, en la documentación publicada por WikiLeaks, también aparecían los pactos entre la embajada estadounidense en Madrid y el fiscal jefe de la Audiencia Nacional para acabar con los procedimientos que se referían a Guantánamo que yo dirigía. Se trataba de “doblarme el brazo” (sic).

Mientras, en una carambola propia de los manejos del país más poderoso de occidente, la Fiscalía sueca había emitido una orden de detención contra Assange por unos inverosímiles abusos sexuales, que más bien parecían la excusa para llevarlo a EEUU. Los dos, en la distancia y sin relación alguna, vivíamos en un mundo paralelo en que dominaba el absurdo: nos veíamos atrapados en una telaraña que se iba enredando más y más hasta no dejar escapatoria.

La vida sigue

Como saben, en 2012 el Supremo Tribunal español decidió acabar con mi carrera profesional por el asunto Gürtel. Del caso del franquismo fui absuelto ya que el ruido que se había provocado hizo que los magistrados y los políticos que les jaleaban tuvieran precaución ante las reacciones. Pero me quitaron de en medio. Creo que a los jefes del otro lado del océano también les gustó la idea. A fin de cuentas, estaba enredando mucho con Guantánamo y otras hierbas judiciales. Poco importa que, en 2021, el Comité de Derechos Humanos de la ONU determinara que la sentencia proferida contra mí había sido parcial, arbitraria, sin doble instancia y que mi condena estaba falta de previsibilidad penal.

Como mi vida es la Ley, constituí en unión de varias personas comprometidas en las mismas luchas una Fundación pro derechos humanos y jurisdicción universal y un despacho de abogados en 2011 y 2012, respectivamente. Pero también, instituciones como la fiscalía de la Corte Penal Internacional me permitieron trabajar como asesor del fiscal Moreno Ocampo; en Colombia, como asesor de la Misión de Apoyo al Proceso de Paz de la OEA; en Ecuador, como coordinador de la Veeduría Internacional a la Reforma de la Justicia y, en Argentina, como presidente del Centro de Derechos Humanos de categoría dos de la UNESCO.

El hilo rojo

Conocerán una leyenda china que refiere que un hilo rojo invisible une a las personas destinadas a conocerse. Este hilo nunca desaparece y permanece constantemente atado a sus dedos, a pesar del tiempo y la distancia. Creo que eso nos pasó a Julian Assange y a mí.

Assange estaba sometido a un proceso de detención y entrega a Suecia, en el que se percibía la mano oculta de USA. Recuerden que el país nórdico había colaborado con este en las denominadas “rendiciones”, uno de los temas desvelados por WikiLeaks. Julian se entregó a las autoridades de Londres y estaba en libertad bajo control electrónico, que quebrantó refugiándose el 19 de junio en la embajada de Ecuador en la capital británica.

La noticia recorrió todas las redacciones del planeta. Una pequeña república latinoamericana, gobernada por un presidente progresista, Rafael Correa, se enfrentaba al todopoderoso EEUU. La lucha se percibía titánica.

En ese contexto, a primeros de julio, estando en Bogotá, recibí una llamada de mi buen amigo y excelente periodista Chechu Yoldi, con el que había compartido largos años de amable confrontación, él como periodista en la Audiencia Nacional y yo como juez. Eran tiempos en los que se cumplían las normas del respeto y entendimiento entre prensa y justicia.

Dolores Delgado le había aconsejado que me llamara porque, al parecer, tenía un mensaje de Julian Assange que me tenía que transmitir. Me dijo que este quería contactar conmigo para proponerme que me hiciera cargo de la coordinación de su defensa a nivel internacional. Quedé en que viajaría a Londres. Lo hice y acepté asumir el reto de su defensa en los momentos más delicados, cuando se le denostaba por los cargos artificialmente montados en Suecia.

Consecuencias

Nuestra primera entrevista fue sumamente cordial, nos entendimos desde el primer momento, a pesar de la situación tan adversa en la que estaba, enfrentado a Gran Bretaña y USA. Mi aceptación tuvo dos condiciones, hacerlo pro bono (es decir, sin cobrar, por mera vocación) y libertad de criterio jurídico. Siempre las respetó, hasta el día de hoy. Junto con Garret Pierce, somos los dos abogados que hemos estado desde el principio hasta ahora. Además de su esposa, Stella Assange.

Mi primera impresión fue la de un hombre con unas firmes convicciones, completamente seguro de que lo que había hecho estaba bien y de que jamás se doblegaría. Eso me gustó, pero era consciente de que, de nuevo, mi decisión me traería consecuencias.

El asilo se le otorgó por el gobierno ecuatoriano el 16 de agosto de 2012. Recuerdo que para acceder a la misión diplomática había que sortear un primer círculo de periodistas que rodeaban la embajada, y posteriormente, un segundo círculo de policías británicos que, por aquel entonces, incluso amenazaban con entrar a la fuerza en la misma.

Al salir llovía sin cesar. Una de esas lluvias de agua fina tan típica de Londres. Los periodistas me rodearon e hice mis primeras declaraciones a favor de Julian. Hoy, doce años más tarde, escribo una nueva declaración a favor de este aguerrido informador.

Tres días después, el 20 de ese mes y año, me convocó el Secretario General de la OEA para comunicarme que estaba cesado como asesor de la Misión de Paz de la Organización en Colombia. Le pregunté cuál era la razón y respondió: “tu trabajo es excelente, pero Estados Unidos me impone tu cese por haberte hecho cargo de la defensa de Julian Assange”. Le dije “oponte, convoca la asamblea de Estados”. “No puedo -contestó-, más del 60% del presupuesto está a cargo de USA”. Así terminó mi tiempo en la OEA. ¡Viva la libertad de elección de abogado!

De nuevo en la trinchera

Pero ninguna presión por importante que fuera me iba a desviar de mi objetivo en la defensa de Assange. De nuevo estábamos en la trinchera. Era un caso muy claro de vulneración de la libertad de expresión y de intento de eliminar al mensajero para que no pudiera seguir adelante y, por eso, defender a Julian ha sido siempre un ejercicio de lo mejor que te ofrece el Derecho, la posibilidad de combatir por la integridad de un inocente y, más aún, de defender valores democráticos fundamentales para todos. En la vida debes asumir retos y enfrentarte a quienes pretenden avasallarte. Ceder por miedo es aceptar que los canallas tienen razón. La razón de la fuerza, claro, y hay que confrontarlos.

La causa se estancó por años. Conseguimos pronunciamientos favorables de diversos organismos internacionales, destacando una intachable resolución del Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que consideraba que la situación a la que se había llevado a Assange en su persecución debía calificarse como de detención arbitraria. Adicionalmente, también se consiguió archivar la causa sueca, una mera investigación preliminar de la Fiscalía sin sustento, que fue cerrada en el momento en que articulamos una toma de declaración en la embajada.

Todo ese trabajo jurídico implicaba viajes constantes, prácticamente semanales, a Londres. Días y días, sábados y domingos incluidos. Vuelos continuos e interminables; horas encerrados en ese minúsculo piso de la capital británica. Litigamos a nivel jurisdiccional en múltiples países e instancias internacionales. Un equipo brillante con personas de diversas nacionalidades y distintas especialidades que nos nutríamos en cada reunión. Siempre bajo la atenta mirada de Julian, quien escuchaba atentamente, para luego dar siempre una opinión final, que demostraba una gran capacidad de comprensión de materias que cualquiera podría pensar que no dominaría. Todo lo contrario, siempre me ha sorprendido su brillantez para lidiar con la complejidad jurídica de su causa.

Angustias y vicisitudes

Mientras, el protagonista de esta historia mantenía largos años de encierro, en la embajada de Ecuador, primero gracias al asilo concedido por Rafael Correa que sería levantado arteramente más tarde por su sucesor, Lenin Moreno, más pendiente de las órdenes del presidente supremo del norte que de cumplir con la ley.

Fue el 11 de abril de 2019 cuando la administración ecuatoriana de Moreno cometió una flagrante traición a los postulados más básicos de la institución del asilo. Entregó a una persona protegida, simplemente para lograr desbloquear un crédito internacional. Un acto por el que será recordado siempre el mandatario ecuatoriano.

A partir de ese momento, el asunto se centró en la solicitud de extradición de Estados Unidos, inicialmente por un cargo informático y, a continuación, por cargos bajo la temible Ley de Espionaje. Además, saltó entonces el caso, judicializado a día de hoy en la Audiencia Nacional, relativo al presunto espionaje para la CIA de la empresa española que proveía seguridad a la embajada ecuatoriana en Londres.

Durante estos años hemos padecido muchas angustias y muchas vicisitudes, hemos sido vituperados, investigados de la manera más sucia, hemos pasado jornadas aciagas y pocas alegrías, aunque también hemos agradecido defensas importantes, como las de infoLibre, con Jesús Maraña al frente, pero nuestra resistencia era la de Julian y a ella nos debíamos: estaban en juego los valores de la democracia y eso, amigos, son palabras mayores que nadie debe dejar de lado. Y aquí, en España, nuestro equipo, liderado por el abogado Aitor Martínez, sigue tratando de demostrar que, con Assange y todos nosotros, se quebrantaron todos los límites del derecho en favor de la mal llamada “Razón de Estado”.

Desde 2019, la dedicación ha sido constante a un tema que parecía no tener fin. Han sido más de cinco años de proceso de extradición en Reino Unido, viendo cómo Julian se consumía en la prisión de máxima seguridad de Belmarsh, conocida como la “Guantánamo británica”.

El azar y la necesidad

Finalmente, el acuerdo que este 26 de junio de 2024 se ha ratificado ante la jueza Ramona Villagómez Manglona en las Islas Marianas del Norte, un Estado libre asociado con EEUU, supone que se ha reducido a un cargo de los 18 que pesaban sobre Julian, y se da por cumplida la sentencia con el tiempo privado de libertad durante el proceso de extradición. Con ello, se reivindica el ejercicio de la libertad de prensa, tras haber informado sobre hechos muy graves que afectan a todos los habitantes de este planeta. El sacrificio ha sido enorme, pero el resultado es importante.

Julian Assange ha llegado a Camberra (Australia), su tierra natal, ha respirado por primera vez en casi catorce años el aire de la libertad. Podrá abrazar sin barreras a sus hijos y su esposa y se encontrará arropado por los suyos. En cuanto a mí, no puedo dejar de pensar en que hay una extraña concatenación de hechos en mi existencia y en la suya. Como pasa con la vida de todos y que, en ocasiones, se evidencia de manera sorprendente.

Verán, ese hilo rojo del que les hablaba se agazapaba tras muchas penurias, pero si los magistrados de la Sala II del Tribunal Supremo, solos o en compañía de otros, no hubieran deseado acabar con mi tarea, la historia de WikiLeaks quizás habría sido otra. No se habría puesto en evidencia a EE.UU. ni dado un toque de atención sobre el peligro que corre la libertad de informar. Sin el esfuerzo de tantos profesionales del derecho que hemos trabajado en el caso en los cinco continentes, y sin las voces indignadas de tantos miles de personas en todo el orbe, Assange posiblemente estaría cumpliendo condena perpetua, o vete a saber si esperando turno en el corredor de la muerte de algún penal norteamericano. Todos debemos reflexionar sobre en qué lado de esta historia nos hemos posicionado. En mi caso, afirmo que he estado en el correcto. Pero es cierto lo que hace miles de años apuntaba Demócrito: “Todo es fruto del azar y la necesidad”.

¿QUÉ HA PASADO CON NUESTRO PENSAMIENTO CRÍTICO?

¿QUÉ HA PASADO CON NUESTRO PENSAMIENTO CRÍTICO?

Por Adolfo Ariza

Me gusta mucho la música, aunque no tengo formación musical. Empecé a escuchar folclore mendocino en discos que ponía mi padre en un “combinado” (radio y bandeja giradiscos). Por supuesto, eran discos de pasta de 78 rpm. LÉER NOTA COMPLETA :: Fecha de publicación 26/04/2024

https://adolfoarizaescritor.com.ar/que-ha-pasado-con-nuestro-pensamiento-critico/

CRISIS EN LA REPRESENTACIÓN SOCIAL EN ARGENTINA

CRISIS EN LA REPRESENTACIÓN SOCIAL EN ARGENTINA

POR ADOLFO ARIZA

Hablando con un viejo amigo surgió el tema de las elecciones y de las razones por las que una buena parte de la sociedad argentina había decidido votar a Javier Milei a pesar de que había muchos factores que no lo hacían aconsejable.

Esta entrada no es para argumentar sobre esa elección que ya ha tenido otros análisis, incluso mío:

UN PAR DE DÍAS DESPUÉS…

POR ADOLFO ARIZA

https://www.miradasdesdemendoza.com.ar/2023/11/22/un-par-de-dias-despues/

Mi amigo, que sabe mucho de política, y con una larga militancia, me decía que en Argentina había una crisis en relación con la representación social.

¿Qué significaría esto?

La representación social nos permite construir sistemas cognitivos con una lógica y enunciado propio. “Dentro de estas representaciones sociales encontramos estereotipos, creencias, afirmaciones o valores que ayudan a las personas a orientarse y dominar su medio social.” (Isabel Rovira Salvador)

Evidentemente, esta pérdida de referencia de elementos (ya sea conceptos, imágenes, personas) que nos posibiliten manejarnos en sociedad es un problema importante que merece un análisis más profundo.

Unos días después de escucharlo, me encuentro con esta nota de BYUNG-CHUL HAN, el filósofo coreano que ya he comentado en otra oportunidad por una publicación que también aporta al tema.

INFOCRACIA DE BYUNG-CHUL HAN POR ADOLFO ARIZA

https://www.miradasdesdemendoza.com.ar/2022/05/13/infocracia-de-byung-chul-han-por-adolfo-ariza/

Este autor ahora toma el tema de:

El vacío narrativo que desorienta a la sociedad actual

(https://www.lagaceta.com.ar/nota/1015152/la-gaceta-literaria/vacio-narrativo-desorienta-sociedad-actual.html)

Es llamativo el subtítulo: Radiografía de un mundo hiperinformado con déficit de sentido, y claramente tiene que ver con lo mencionado sobre la representación social.

Soy consciente de que hay muchas citas, pero no puedo dejar de mencionar los links que podrían interesar a quien acceda a la entrada.

Lo primero que se me ocurrió es informarme sobre el concepto de representación social, y recurrí a nuestra conocida Wikipedia. Allí encontré esta definición:

“Para Moscovici, una representación social es “una modalidad particular de conocimiento cuya función es la elaboración de los comportamientos y la comunicación entre los individuos. Es un corpus organizado de conocimientos y una de las actividades psíquicas gracias a las cuales los hombres hacen inteligible la realidad física y social, se integran en un grupo o en una relación cotidiana de intercambios, liberan los poderes de su imaginación.” (1979: 17-18).

Destaco el párrafo que viene después: “Las representaciones son una forma de pensamiento natural informal, un tipo de saber empírico, que además se articula al interior de los grupos con una utilidad práctica, en esencia como una guía para la acción social de los sujetos.”

O sea que, si aceptamos la hipótesis de la crisis de la representación social, esto se traduce en dificultades para resolver las demandas de la sociedad en su interior.

Y aquí aparece la relación con lo que plantea Byung:

“Hoy todo el mundo habla de narrativas. Lo paradójico es que el uso inflacionario de las narrativas pone de manifiesto una crisis de la narración misma. Está haciendo furor la moda del storytelling, que es el arte de narrar historias como estrategia para transmitir mensajes emocionalmente, pero lo que hay tras esa aparatosa moda es un vacío narrativo, que se manifiesta como desorientación y carencia de sentido. Ni el storytelling ni el giro a lo narrativo harán que regrese la narración. Que un paradigma se tematice expresamente, o incluso acabe convirtiéndose en tema favorito de investigación, presupone ya una profunda alienación. La clamorosa demanda de narrativas denota que en ellas se produce una disfunción.”

Hay un tema polémico, pero válido, muy válido: Todo es narración. ¿Cuánto conocemos de la realidad? ¿O cuánto de lo que conocemos es la narración de la realidad?

La Biblia, ¿no es una narración?

¿No podría ser que lo que aparece en la Matrix (¿se acuerdan de esa ficción?), sea la verdad que creemos, y si la creemos, es la realidad?

¿O lo que es verdad para el inconsciente, no es la verdad para nosotros/as, sea real o imaginario?

Teniendo en cuenta lo bien que han entendido las corporaciones la trasformación del mundo, y han sacado ventaja, ¿esto no es creíble?

“En palabras del autor, el capitalismo recurre al storytelling -a través de la pantalla digital- para adueñarse de la narración y solo consta de consumidores solitarios que no conforman ninguna comunidad, solo historias listas para consumir.”

Concluyendo, ¿esto que plantea Byung no tiene sentido?

“Narración e información son fuerzas contrapuestas, ser e información se excluyen. A la sociedad de la información es inherente una carencia de ser, un olvido del ser. Hoy estamos más informados que nunca, pero de una manera aditiva y acumulativa, sin sentido y orientación. El tsunami informativo es una sucesión de instantes presentes fragmentados, incapaz de construir una narrativa para el sujeto. La sobreestimulación informativa obstaculiza la capacidad de reflexión. Ya no se producen ni se generan las condiciones para los grandes relatos que puedan proyectar a la sociedad venidera (que sí existieron y configuraron de algún modo a la Modernidad), que puedan imaginar alternativas frente al orden actual. No hay lugar para narrar a lo grande, única posibilidad de abrirse al futuro. La Modernidad tardía abjura de la historia, del pasado, pero también de toda visión y lejanía. Es el régimen de la información el que impera, como nueva forma de dominio, con el individuo consagrado al instante, sin pasado ni futuro que lo narre. El storytelling ha reemplazado a la narración, significando antes que nada comercio y consumo, sin capacidad de aportar ningún poder transformador de la sociedad.”

Tenemos que entender la realidad, o estamos perdidos.

Tenemos que entender el mundo que instalan las grandes corporaciones, que, desde la globalización, entendieron la realidad, y sacaron provecho.

Hoy, cuando Elon Musk y otros analizan si vale la pena hacer algo por este mundo, al que consideran perdido, tanto ambiental como socialmente, y se consideran miembros de una nueva Arca de Noé, que vivirá en algún lugar del espacio, ¿no debemos entender eso para poder influir en nuestro destino?

No hay mucha manera de entender el voto a Milei (y no desconozco o minus valoro los factores y culpas que permitieron el malestar social que llevó a un voto al que parecía menos político) sin comprender esto de la falta de capacidad para involucrarse en un relato que integre a la sociedad, o a parte de ella.

Si la vida social es una sucesión de instantes, sin continuidad narrativa, sin referencias que puedan integrarlo estamos expuestos a manejarnos en un espacio presentista, en el que el que maneje mensajes emocionales bien construidos, va a decidir sobre nuestras decisiones.

Y las redes son el espacio ideal para construir esas Matrix.

Desde hace unos días empezaron a aparecer posteos en las redes con mensajes como (“Macri fue un Presidente de lujo” o “¿Ya se arrepintieron de no haber votado a Macri?”)

¿Alguien puede creer que esto es casual?

Si no comprendemos cómo se nos maneja desde los espacios virtuales, estamos indefensos para manejarnos eficientemente en sociedad.

Entiendo que hay una carencia de opciones de líderes sociales que puedan ayudarnos, pero el problema es nuestro también.

NOS VA LA VIDA, LITERALMENTE, EN ESO.

Más sobre Temas políticos

UN PAR DE DÍAS DESPUÉS…

UN PAR DE DÍAS DESPUÉS…

POR ADOLFO ARIZA

Como me había dado cuenta de que los aspectos negativos de Milei a mucha gente no le hacían cambiar su opinión de votar al que creía más lejano al sistema político (el “anti-casta”), llegué al balotaje tratando de acomodar mi cabeza al peor de los resultados, a mi entender –total, si ganaba Massa, lo iba a disfrutar todavía más- y asimilé el triunfo de Milei con relativa tranquilidad.

Sin embargo, quiero hacer algunas reflexiones.

Me cuesta remontar esta situación de tener un presidente electo que solo ha anticipado todo lo que va a destruir (aunque la lista inicial se modificó, se volvió a modificar y antes de las elecciones prometió hacer mucho menos de lo del comienzo).

El martes anunció “que privatizará los medios públicos, Radio Nacional, la TV Pública y la agencia de noticias Télam, la más grande del país.” (https://www.pagina12.com.ar/637584-las-principales-definiciones-de-javier-milei-tras-ser-electo).

En su primer discurso como Presidente electo, dijo que no habrá gradualismo, por lo tanto, es esperable una catarata de leyes y decretos para el 10/12/2023, apenas asuma.

Conclusión: sin un plan consistente, sino enunciados (reducir la inflación en un par de años, volver a ser el primer país del mundo en unos 35 años), va a comenzar a usar la motosierra, imagen que descartó por electoralismo, pero que lo representa de cuerpo entero. Si alguien tiene dudas, tómese el trabajo de releer lo que ha dicho en estos años de veloz ascenso de LLA.

Merece un comentario lo de volver el país del siglo XIX, “que nunca debimos dejar de ser”, o algo así, y la referencia a Alberdi como padre de la patria y del liberalismo argentino.

Cuesta pensar que Argentina deba volver a ser un país agroexportador, y descartar el desarrollo científico tecnológico que nos permite ser uno de los pocos países que coloca satélites en órbita, por ejemplo.

¿Deberíamos volver a tener a Francia como modelo cultural, y a Inglaterra -la Nación pirata que es nuestra enemiga, y que ocupa Malvinas- como modelo económico?

¿Deberíamos dar la espalda a América Latina?

¿Qué tienen que ver las ideas de Milei con Alberdi ?

Alberdi tiene algunas rimbombantes frases sobre la libertad, pero que son declaraciones que no determinaron la política argentina, ni la hicieron el primer país del mundo.

  • “La omnipotencia del Estado es la negación de la libertad individual.
  • El impuesto aduanero es un gravamen a la civilización.
  • La democracia es la libertad constituida en gobierno, pues el verdadero gobierno no es más ni menos que la libertad organizada.
  • Las personas que esperan su felicidad de la mano de los Gobiernos, esperan una cosa que es contraria a la naturaleza.
  • La riqueza de las naciones es obra de las naciones, no de sus Gobiernos.” (https://www.ambito.com/politica/cuales-fueron-las-ideas-juan-bautista-alberdi-que-elogia-javier-milei-n5879842)

Ahora, trasladar esas declaraciones al modelo anarcocapitalista que plantea Milei, parece un exceso solo utilizable para discursos incendiarios porque la complejidad del mundo y la sociedad no puede resolverse con algunos enunciados discursivos.

Por ejemplo, el economista desconoce cómo funciona la dinámica del comercio exterior. Dijo que no iba a establecer relaciones diplomáticas con Brasil y China, principales socios comerciales de Argentina, a raíz de las diferencias ideológicas que mantiene con los gobiernos de Lula y de Xi Jinping, respectivamente; que cree “en el comercio internacional” pero que el Estado “no tiene que interferir en las relaciones comerciales”, y consideró que “el Mercosur no tiene calle de salida, está atascado.”

He leído algunos tuits burlones sobre algún empresario escribiéndole a Xi Jimping para venderle a China, y hay que reconocer que sostener que el comercio internacional no es entre Gobiernos, y que se puede reemplazar con triangulaciones con países que son paraísos fiscales, es de una ingenuidad (dicho con afecto) e ignorancia total.

¿Qué es el anarcocapitalismo?

“El anarcocapitalismo (conocido también como anarquismo de libre mercado, anarquismo libertario, anarquismo de propiedad privada o anarcoliberalismo) es una filosofía política que promueve la anarquía — entendida como sociedad organizada sin Estado — y la protección de la soberanía del individuo por medio de la propiedad privada y el mercado libre.” (https://es.wikipedia.org/wiki/Anarcocapitalismo#:~:text=Liberalismo%20cl%C3%A1sico,-La%20primera%20fuente&text=Las%20personas%20pueden%20adquirir%20nueva,con%20la%20soberan%C3%ADa%20del%20Estado.)

Como declaración de discurso partidario, o charla de café, puede funcionar, pero es un planteo muy peligroso. Recordemos la defensa de la libre portación de armas, o el comercio de órganos, o la negación del cambio climático.

Otro factor que agrava esto es el posicionamiento ideológico de una derecha que quiere volver a discutir temas que la sociedad y la Nación argentinas cerraron hace mucho tiempo ya (Nunca más). Al mismo tiempo, se deja de lado –y es muy grave- la multipolaridad del mundo y los posicionamientos geopolíticos actuales, para alinearse con la EEUU (y la OTAN, claro) e Israel.

¿Qué quieren? ¿Otra AMIA?

Entonces, ¿cómo entender que el 55,7% de los argentinos lo haya elegido, prefiriéndolo a una propuesta mucho más consistente como la de Massa?

Aclaro que estoy analizando solo el balotaje, o sea la elección de Massa o Milei, si no, es imposible comprender cómo funciona el sistema electoral argentino.

El día antes de la elección, en las redes aparecieron posteos que decían: “Entre el chorro y el loco, elijo al loco.” Es llamativo que se llame a elegir como Presidente a un loco, incluso alguno lo mejoró hablando de loco creativo, sin nada que lo justifique, a menos que sea creativo decirle “zurdo asqueroso” y “representante del Maligno” al Papa.

Entonces, ¿cómo entender este voto que nos lleva a afrontar, además de todos los problemas que tenemos, durísimos ajustes innecesarios, como sería el de la dolarización.

Ecuador, El Salvador y Panamá son los tres países de la región que tienen sus economías dolarizadas. Sus economías ganaron estabilidad y evitaron devaluaciones repentinas, aunque también tienen fallas que generan fuerte disconformidad en la población. (Fuente TN Internacional)

¿Se acuerdan del 1 a 1 de Cavallo?

Suena parecido, ¿no?

Terminó con la peor crisis de la historia contemporánea argentina: la del 2001.

Encontré esta nota que intenta explicar el voto a Milei en https://www.pagina12.com.ar/652537-la-primacia-del-voto-castigo-y-el-reclamo-de-un-cambio

El autor analiza lo que la gente pensaba y sentía por el Presidente electo.

Por ejemplo, indica: “Casi el 60 por ciento de los consultados afirmaron que “las instrucciones del FMI condicionan la política económica y empeorarán más la crisis”. Esa era la postura expresada por Massa. Lo que sostenía Milei (“las instrucciones que da el FMI son la única forma de estabilizar la economía”), era respaldado por una minoría del 33 por ciento.”

O sea que no fue que Milei expresaba el pensamiento de los/las argentinos/as, sí de su base libertaria, pero eso no explica su triunfo electoral.

¿Entonces?

“Sin embargo, el consultor Jaime Durán Barba suele decir que “la gente está por el cambio” en la mayoría de los países del mundo, aunque en sí misma es una consigna vacía: “gran parte de los latinoamericanos estamos por un cambio que luego archivamos para pedir otro cambio. Las redes crearon una actitud negativa, en especial después de la pandemia”. Por lo tanto, más allá de propuestas y características de Milei, el voto refleja esa demanda de cambio y protesta.” (En la misma nota)

Esto me parece una explicación válida. Es más, mi experiencia personal la ratifica y consolida, con rasgos llamativos. Entablé una charla con mis nietos porque supe que en las PASO votaron a Milei. Les expliqué lo que significaría para nuestra vida la aplicación de lo que proponía el entonces candidato. Inclusive llevé mi planteo a la vida familiar nuestra, de sus padres, y de ellos mismos, y no tuve respuesta positiva. Plantearon argumentos muy millennials, como que eso no me va afectar a mí, que el genocidio era algo del pasado.

De todos modos, con sus padres pasó algo semejante: la voluntad de terminar con una etapa o situación se llevó puesto todo.

Es cierto que hay cosas que vienen desde el 2201: “que se vayan todos”, aunque, extrañamente, lo cantaban el domingo los seguidores de Milei en el primer discurso del Presidente electo sin tener en cuenta que este había acordado con Macri y la Pato Bullrich, a los que es muy difícil dejar afuera de la “casta”.

Algo sucedió que anestesió las defensas de una buena parte de la sociedad urbana y los llevó a elegir a Milei sin analizar nada y sin que importaran ni siquiera los intereses personales, como, por ejemplo, el efecto que tendrían esas medidas en sus jubilaciones no demasiado lejanas.

Es claro que el rechazo a un Gobierno que no pudo o supo solucionar los graves problemas que padecemos los/las argentinos/as, fue un factor muy importante.

También hay que mencionar la estrategia del macrismo desde antes del 2014 (desde un planteo del mismo Durán Barba) de lograr que la sociedad odiara al peronismo (la insistencia en llamarlo kirchnerismo es una manera de quitarle valor), lo cual colaboró mucho en que la gente votara a Macri.

Funcionó, y Macri fue Presidente, y la estrategia siguió vigente, usando los medios periodísticos afines, y las redes.

Fue efectivo, y mucha gente odió –y odia- a la política en general, y al peronismo en particular.

De ese conjunto de factores salió un triunfo que no creo que la coalición de LLA tuviera como probable en los momentos iniciales. Evidentemente, hay un mérito importante de Milei al comprender cuál era el humor de la sociedad argentina y potenciar temas que se dan en otros lugares, como el de la “casta”, para agregarlos a su propuesta política.

Todo esto explica el triunfo electoral, pero deja los interrogantes y preocupaciones sobre las consecuencias que va a tener la gestión Milei en la vida de los/las argentinos/as.

Es difícil ser optimista: Milei dijo que el costo de eliminar el déficit fiscal (algo muy valioso) lo va a pagar la política. Sin embargo, es imposible que, con eso, se pague el déficit; por lo tanto, el resto va a salir del ajuste presupuestario, y va a ser sobre la seguridad social, salud, educación.

Milei dijo que ese proceso va a llevar entre diez y ocho y veinticuatro meses.

No parece viable ni soportable, y tendremos que esperar para conocer qué será de nuestra vida.

No tengo intenciones de ser negativo, porque vivo en el mismo barco, pero me parece inevitable que ese ajuste profundice los problemas económicos que sufrirán sobre todo los más vulnerables. Sabemos cómo sigue esto: cierre de empresas, pérdida de empleos, recesión, ya lo vivimos.

Habrá reacciones sociales, y Milei prometió represión (Macri llamó “orcos” a los defienden sus derechos).

No hace falta ser negativo para sentir que se avecinan tiempos difíciles.

Si alguien tiene aportes para hacer a esta entrada, sería muy bueno que lo hiciera.

DIOS Y LA VIRGEN PROTEJAN A ARGENTINA Y A LOS/LAS ARGENTINOS/AS

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ELECCIONES EN ARGENTINA: EL SHOCK DEBE DE SER UN PROYECTO NACIONAL Y POPULAR

ELECCIONES EN ARGENTINA: EL SHOCK DEBE DE SER UN PROYECTO NACIONAL Y POPULAR

POR ADOLFO ARIZA

Desde la noche del domingo de las PASO me llené de preguntas sobre cómo se llegó a ese triunfo de Milei, pero, traté de no escribir sobre los hechos; y, como la situación es muy dinámica, me pareció mejor darle tiempo al análisis.

En realidad, hubo analistas que mencionaron que Milei estaría por arriba del 25%. Lo comentaron el otro día en un programa de la TV pública, pero yo no conocí esos datos, lo que es extraño porque había navegado bastante en Internet en busca de información sobre este tema.

Cristina en C5N, en mayo, dijo: “Lo que importa es, más que el techo, es el piso, para entrar al balotaje. Van a ser unas elecciones atípicas, de tercios”.

En ese momento se veía como un planteo válido, pero, después pareció que Milei se desinflaba. En las elecciones provinciales le fue mal.

Y en las PASO ganó en diez y seis provincias. Lo votaron más de siete millones de ciudadanos argentinos de todas las edades y sectores sociales.

José Natanson, en https://www.eldiplo.org/notas-web/el-punal/, escribió una nota (MILEI, PRIMERO EN LAS PASO – El puñal) en la que intenta explicar este triunfo sin muchos antecedentes desde la lógica de lo que uno conoce en la historia política.

Comienza diciendo: “El triunfo de Javier Milei revela cambios sociales que recién estamos empezando a comprender. Una sociedad astillada, golpeada por la crisis económica y la pandemia, que manifiesta su bronca pero que también expresa un deseo de reseteo profundo, una necesidad de shock.”

No se puede rechazar el planteo, pero cuesta aplicarlo válidamente en el heterogéneo universo de los votantes de Milei.

Una parte de ellos/as, simplemente lo hizo por descarte; si el peronismo no pudo solucionar los problemas del país, al igual que el macrismo, probemos con este otro.

Pero también hay –sobre todo en muy jóvenes- votos porque sí: les he preguntado, y en muchos casos la respuesta fue encogerse de hombros. De todos modos, acá hay un fenómeno interesante: cómo se viralizó el voto a Milei. Esto me parece un fenómeno nuevo.

De todas maneras, en las encuestas el único que había crecido –a costa de los otros precandidatos, obvio- era Milei, pero eso no alcanza a explicar el voto en las PASO.

Natanson intenta algunos análisis válidos, pero que, a mi criterio, dejan cabos sueltos:

“Insisto entonces con esto: si en algún lugar hay que buscar una explicación acerca de los resultados de ayer el batacazo de Javier Milei, el triunfo de Patricia Bullrich en la interna de Juntos por el Cambio, el tercer lugar del peronismo es a ras del suelo. Es tiempo de sociólogos (o de antropólogos) más que de politólogos. Hay que ir a mirar ahí, a la feria de ropa usada, al maxikiosco 24 horas, al grupito que se reúne en la esquina (“La cantina de los pobres”, como decía célebremente el policía de The Wire). Por eso al final resultaron más exactas las respuestas espontáneas de los laburantes que pasaban por la estación de Constitución y reaccionaban ante el notero de Crónica que las mil encuestas previas.

La sociedad había castigado al kirchnerismo (en 2015), al macrismo (en 2019) y al Frente de Todos (en 2021), y esta vez buscó algo completamente nuevo, la marca más rara que se ofrecía en la góndola, el vehículo más bizarro para gritar la ferocidad de su bronca…”

Es una explicación muy porteña; ¿se puede transpolar al resto del país? ¿A Catamarca? ¿A Tierra del Fuego, región muy subsidiada?

No hubo una campaña como las de los trolls macristas, pero hay equipos de influencers que trabajan eficientemente para este candidato como ha ocurrido con los candidatos de derecha de otros lugares. Así se sostuvieron las apariciones de Milei, llenas de ex abruptos, con la inconsciencia y desparpajo que le daban el perfil disruptivo que eligió, sin mayores filtros, y que apuntaban a un planteo a lo Trump o Bolsonaro, que a mucha gente le gustaba.

Podía decir cualquier cosa, era un candidato sin muchas posibilidades, lo que cambió ahora: ya bajó un par o más de cambios: no va derogar el IVE (Interrupción voluntaria del embarazo), sino lo sometería a un plebiscito.

Hay otros temas dudosos de la batería de slogans que desparramó por medios, como eliminar Ministerios, privatizar el CONICET, dolarizar la economía, etc., que son inviables o muy difíciles. No sería un Emperador que puede hacer lo que quiere, sino un Presidente constitucional que tendría la lapicera, pero tomar decisiones políticas desde el Gobierno es mucho más complejo que lo que pareciera creer Milei.

Además, hay que tener un poder de fuego que no sabemos si lo va a tener, y en qué medida.

También se requieren equipos de gente que sepa cómo se hacen estas cosas, y si miramos quiénes lo acompañaban en el estrado, como referencia, no hay casi nadie con esas condiciones.

De todos modos, tampoco los análisis previos le daban muchas posibilidades por razones como estas, y fue el candidato más votado.

Como dijo Cristina es una elección atípica, que seguramente se definirá en segunda vuelta, así que todas las consideraciones que se hacen son relativas, por lo tanto, solo dejaré algunas reflexiones:

Elegir a un Presidente que va a decidir sobre nuestras vidas durante cuatro años, es algo demasiado importante para resolverlo con un método que se asemeja al “TA TE TI, suerte para ti” como el de que elijamos a Milei porque las otras agrupaciones no hicieron buenos gobiernos, sin analizar lo que nos puede significar a la vida de los/las argentinos/as.

Por lo tanto, hay que preguntar y repreguntar:

¿Qué va a hacer, si fuera Gobierno, de todo lo que anunció a lo largo de su campaña?

¿Cómo va a hacer lo que promete: plan, objetivos, tiempos, recursos, etc.?

¿Cuál es la estrategia para superar los obstáculos?

¿Aliados?

Además, hay que saber sobre las propuestas de los/las candidatos/as.

Por ejemplo, hay cierta aceptación de la dolarización porque hay gente que cree que, con ella, va a ganar mucho dinero en dólares, lo cual es una fantasía. Hay que leer, saber cómo se lleva a cabo un proyecto éstos, qué resultados se han dado en los lugares donde se ha intentado (Ecuador, por ejemplo, por influencia de nuestro nefasto Cavallo).

Esto vale para todos/as los/las candidatos/as, cualquiera que sea su pertenencia.

Averigüen, pregunten.

Se juega mucho, todo, en estas elecciones.

ES MENTIRA QUE LA POLÍTICA NO IMPORTA. Y TENEMOS QUE ASEGURARNOS QUE SEA A NUESTRO FAVOR.

Hay un componente emocional en los votos a Milei que me cuesta describir, pero que creo real y decisivo. A falta de capacidad para describirlo y explicarlo objetivamente, contaré una anécdota personal muy reciente.

Hablando del tema de las elecciones el domingo con una pariente cercana, me dijo que como no encontró a nadie con condiciones para cambiar la difícil situación del país, había votado a Milei. Como le manifesté mi asombro por esa elección, mencionándole algunas de las medidas inviables o destructivas que el candidato había propuesto, me dijo:

-Sí, está loco, pero a lo mejor puede sacarnos de esto. ¿Quién sabe?

Aclaro que es una persona muy medida, sin militancia ni pertenencia política, aunque muy lejana del peronismo.

No suelo generalizar desde una casuística limitada, pero he escuchado y leído mucho de lo producido sobre el tema, y no me parece que se explica mejor esta atípica elección.

La descripción de la sociedad de Natanson, “golpeada por la crisis económica y la pandemia”, que podríamos completar con otros hechos como la guerra en Ucrania, tiene efectos todavía no comprobables en nuestras sociedades. Sobre todo, la pandemia.

El mundo y cada uno de nosotros/as, no es el mismo después del COVID: nos ha dejado huellas en el cuerpo y el alma que no terminamos de comprender.

Hay una desazón nueva, una comprobación de fragilidad que nos genera temor, rabia e impotencia, que nos hace tomar decisiones distintas de las que solíamos tomar.

La pregunta es qué hacer ahora, sobre todo frente a la pobreza de opciones políticas, como en muchos otros lugares del mundo.

El hecho, para mí obvio y evidente, es que la gente está cansada, no quiere vivir más así. No voy a ir muy atrás en el tiempo (podría, tengo 77 años, y he pasado muchas situaciones difíciles, como las hiperinflaciones, por ejemplo), pero vayamos solo hasta el 2001, una de las peores: el “que se vayan todos, que no quede uno solo” ya era un pedido angustioso de que apareciera alguien que cambiara las cosas. Es cierto que salimos, con esa capacidad creativa de los/las argentinos/as para superar las crisis, y hemos tenido algunos momentos buenos, pero nada perdurable, y queda la sensación de que somos un país vulnerable, que puede volver a situaciones difíciles.

Y vino el fracaso del macrismo, que iba a terminar con todo lo que andaba mal, según lo planteó. Y vino el peronismo que tampoco pudo, aunque la suma de desgracias que se sucedieron en su Gobierno es grande (pandemia, guerra, sequía), y la gente mira, desesperanzada y enojada, porque no ve opciones válidas.

Agreguemos la transformación del mundo, que pone en cuestión el modo en que podríamos vivir y prosperar.

Dice Natanson:

“No sólo la crisis y la pandemia, también la digitalidad está cambiando a la sociedad, sobre todo a las generaciones más jóvenes. Se multiplican los “trabajos” en servicios de reparto y apps de transporte, los empleos a comisión (por ejemplo, en telemarketing), y las oportunidades que ofrece la economía de plataforma para la creación de pequeños emprendimientos comerciales. Los referentes de éxito de esta nueva etapa no son líderes que construyen grandes organizaciones o gestas colectivas, sino individuos: una sociedad de ídolos sueltos, de millonarios gracias a la especulación con criptomonedas, influencers que facturan vía YouTube y referentes del trap y del hip hop que ya no apuestan al trabajo común de la banda (de cumbia, de rock) sino al talento individual de un artista que lo único que necesita para triunfar es un teléfono.”

Es un mundo individualista, sin gestas colectivas, con soluciones para pocos, donde no es fácil tener esperanzas de vivir mejor.

Hace un momento escuché en un programa de televisión hablar de “territorialidad digital”. Esta aparente contradicción se refiere a un plano donde hoy se resuelven muchas de las cosas que nos atañen y, probablemente, haya influido en el triunfo de Milei.

También es un mundo sumergido en una crisis ambiental nunca vivida por nuestro planeta, y no es una fantasía pesimista pensar que, si no hay un cambio rotundo que reduzca las causas de la contaminación, podemos llegar a un colapso de la Tierra.

No es menor el hecho de que hay un sistema de medios que responde a una direccionalidad política (como en México, Brasil, y otros lugares) y a los intereses de las corporaciones que han concentrado el poder económico en el mundo., y que difunde permanentemente noticias negativas, imágenes y notas sobre gente que se va del país y ha encontrado la felicidad.

No es fácil mantener el ánimo y la fe.

Y Milei encontró la brecha e instaló su personaje bizarro y disruptivo, aunque su discurso no fuera original, y tuviera antecedentes en otros lugares con discursos fascistas y de derecha.

Lo analiza Natanson:

“La tercera, que apareció en su discurso de ayer (de Milei), es la reivindicación de Menem y Cavallo como artífices del último plan anti-inflacionario exitoso, una operación simbólica audaz que ubica a Milei en el grupo de líderes de extrema derecha que bucean en el pasado para encontrar su lugar en el presente: el Tea Party como antecedente de Donald Trump, Vox y el franquismo, José Antonio Kast y el pinochetismo, Jair Bolsonaro y la dictadura brasilera.”

¿Y ahora?

¿Qué podemos hacer para no se destruyan muchas de las cosas buenas e importantes que se han desarrollado en Argentina, y que muchos países desearían tener?

Hay una afirmación de Natanson que me parece difícil de discutir:

“La idea de que las elecciones se ganan aumentando las jubilaciones o subiendo el piso del impuesto a las ganancias se demostró falsa: hay una parte del drama que no se resuelve con más gasto, que no entra en el IFE, la suma fija o el “plan platita””

Entonces, ¿qué se podría hacer para que no triunfe una propuesta que, en las palabras por lo menos, amenaza al modo de vida que muchos/as consideramos como necesario para concretar la vida que sentimos como mejor para Argentina?

Tendría que ser tan creíble que llevara a los más cinco millones que no votaron en las PASO a hacerlo en las próximas elecciones generales.

Tendría que mostrar cómo va a terminar con la inflación y, también cómo va a hacer para que el FMI no nos obligue a ajustes que pagan los sectores más vulnerables.

Si se logra desarrollar una propuesta válida de este tipo, es posible que vuelva a votar aquella gente que todavía espera un proyecto justo socialmente, pero eficiente, y que permita una vida mejor que la actual.

Ya está muy larga la entrada. Voy a terminarla después de un breve párrafo sobre el “shock”, que muchos enarbolan como una necesidad que justifica el voto a Milei.

Más allá de la necesidad de saber qué significaría el shock de Milei, vistos los cambios que está dando en las medidas tremendas que proponía, considero que creer que un cambio disruptivo de este tipo pueda encerrar la salvación del país, es una forma de “pensamiento mágico”, que no nos sirve para definir algo tan serio e importante como una estrategia de país.

Espero que podamos poner en marcha de una buena vez un proyecto de país dentro de lo que llamamos campo popular y nacional.

Creo que Massa reúne condiciones para desarrollarnos en la línea de un país industrial y próspero que genere riqueza y empleo para que–controladas las variables de la economía que necesitamos para empezar a salir de la pobreza y la miseria- nos integremos en proyecto latinoamericano distinto del que nos proponen los países centrales.

AMÉRICA LATINA TIENE LAS CONDICIONES PARA LIDERAR UN PROYECTO NACIONAL Y POPULAR.

ARGENTINA TIENE QUE ESTAR AHÍ.

NO VOTEMOS A QUIENES DICEN QUE SUS REFERENCIAS SON EEUU E ISRAEL, COMO LO AFIRMÓ MILEI. PUEDEN LLEVARNOS A UNA CRISIS MUCHO PEOR QUELA REALIDAD ACTUAL.

YA SALIMOS DE UN 2001, TAL VEZ NO PODAMOS OTRA VEZ.

Temas políticos

¿PODEMOS CAMBIAR LA SITUACIÓN DE MENDOZA CON EL VOTO QUE VAMOS A EMITIR? Por Adolfo Ariza

¿PODEMOS CAMBIAR LA SITUACIÓN DE MENDOZA CON EL VOTO QUE VAMOS A EMITIR? Por Adolfo Ariza

Me atrajo este título:

¿Por qué la revolución ya no es posible? por Byung-Chul Han

Noviembre 03, 2019

https://www.bloghemia.com/2019/11/por-que-la-revolucion-ya-no-es-posible.html

Artículo de Byung-Chul Han, publicado en Süddeutsche Zeitung, el 2 septiembre de 2014.

No es la primera vez que trabajo sobre el pensamiento de este filósofo surcoreano. La otra vez fue sobre su libro Infocracia.

El tema es que, si la revolución no es posible, qué oportunidad tenemos de defender un mundo en el que valga la pena vivir para la mayoría de las personas de lo que el filósofo llama “el sistema neoliberal de dominación”.

Elijo este momento por la cercanía de las actividades electorales, y creo que son una oportunidad que no podemos perder.

Llevamos varias batallas perdidas, tanto en Gobiernos militares (Martínez de Hoz, por ejemplo), como en democracia (Menem, De la Rúa, Macri) que nos han hecho retroceder en el proyecto de una Argentina Justa, Libre y Soberana, además de sustentable ambiental y socialmente.

Esta idea me lleva a anticipar la conclusión, para que no se diluya en el análisis:

VOTEMOS. DE LOS PROBLEMAS POLÍTICOS SE SALE CON MÁS POLÍTICA, NO CON MENOS.

NO ACEPTEMOS CANDIDATOS QUE NO CRITIQUEN ESTE SISTEMA QUE NOS ESTÁ SUMIENDO EN UNA CATÁSTROFE AMBIENTAL Y SOCIAL Y QUE NO PROPONGAN ALTERNATIVAS MEJORES.

El discurso de la oposición nacional y del oficialismo local nos prometen más de lo mismo: o sea más de la decadencia (seguridad, educación, infraestructura, autoritarismo político) que vivimos cada día, incluso en comparación con Provincias vecinas.

Hay opciones, hay gente que tiene una trayectoria válida.

INFORMÉMONOS, NO REGALEMOS EL VOTO A QUIENES SON LOS RESPONSABLES DE ESTE RETROCESO DE MENDOZA.

Vamos al pensamiento de Byung-Chul Han y a fundamentar mi planteo:

Me interesó –aunque no es nueva la nota, pero mantiene (o aumenta) su validez- porque tiene que ver con un tema que me preocupa como peronista que sostiene una doctrina nacional de tres banderas: Independencia Económica, Justicia Social y Soberanía Política, y que apuntó al trabajo y a la producción diferenciándose del capitalismo y del marxismo: la hegemonía de un neoliberalismo desarrollado por corporaciones que nos está llevando a un mundo sin sustentabilidad ambiental ni social.

Sin hablar de “revolución”, como se menciona en la nota, me preocupa cómo desarrollar políticas que apunten a un mundo bueno para la mayoría de la sociedad, no como ahora, en el que el 10 por ciento de la población más rica del mundo posee el 87,7 por ciento de la riqueza mundial, y solamente el 1 por ciento de la población mundial más rica, acumula más riqueza que el 99 por ciento restante, o sea, poseen más del 50 por ciento de la riqueza mundial.

El problema es que esta concentración de poder económico es la que marca la política del mundo hoy limando o apartando al Estado de su rol central en la defensa de los intereses de la sociedad, sobre todo de los actores más vulnerables.

Está claro que estamos caminando hacia la catástrofe, tanto ambiental como social, y quizás ya sea tarde para evitarla.

¿Podríamos hablar de “opresores y oprimidos” como en otras épocas, y esperar una reacción popular que impida esta situación injusta?

Byung-Chul Han nos responde lo siguiente:

“En la sociedad disciplinaria e industrial, el poder de preservación del sistema era represivo. Los trabajadores de las fábricas fueron brutalmente explotados por los dueños de las fábricas. Tal explotación violenta del trabajo de otros implicaba actos de protesta y resistencia. Allí, fue posible que una revolución derribara las relaciones permanentes de producción. En ese sistema de represión, tanto los opresores como los oprimidos eran visibles. Había un oponente concreto, un enemigo visible, y uno podía ofrecer resistencia.

El sistema de dominación neoliberal tiene una estructura completamente diferente. Ahora, el poder de preservación del sistema ya no funciona a través de la represión, sino a través de la seducción, es decir, nos lleva por mal camino. Ya no es visible, como fue el caso bajo el régimen de disciplina. Ahora, ya no hay un oponente concreto, ningún enemigo suprime la libertad que uno pueda resistir.

El neoliberalismo convierte al trabajador oprimido en un contratista libre, un empresario de sí mismo. Hoy, todos son trabajadores autoexplotadores en su propia empresa. Cada individuo es maestro y esclavo en uno. Esto también significa que la lucha de clases se ha convertido en una lucha interna con uno mismo. Hoy, cualquiera que no tenga éxito se culpa a sí mismo y se siente avergonzado. La gente se ve a sí misma, no a la sociedad, como el problema.”

Soy poco afecto al uso de las plataformas como Airbnb o Cabify porque sé cómo funcionan y como sirven para concentrar poder corporativo y eliminar las economías locales. Un buen ejemplo es la gran cantidad de taxis que desaparecieron en Buenos Aires.

Ahora los choferes de Uber o Cabify no están –engañosamente- en relación de dependencia con lo que han perdido derechos y soporte a cambio de un trabajo precario.

Cuando he expuesto estos argumentos, hay gente que me los ha objetado defendiendo ese trabajo de menor calidad como si fuera válido, lo que justifica lo que dice el autor que cito.

Las corporaciones han puesto mucho empeño y capacidad económica para lograr estos resultados: la descalificación de la política como herramienta de transformación y del mundo que ha conseguido que una gran mayoría de la gente diga que no les interesa la política y les deje el campo libre a esas corporaciones para manejar las acciones de la sociedad sin nadie que la defienda.

Son reales los fracasos de los políticos y que la corrupción atraviesa sus actos –como al resto de los sectores sociales-, pero eso se soluciona con participación patriótica en la política, no abandonando ese espacio a aventureros ambiciosos, sino respaldando a políticos capaces y honestos, que los hay.

Uno de los eslóganes elegidos fue la acusación de “populista” a todo lo que responda a propuestas nacionales y populares. Alfredo Cornejo, pre candidato a Gobernador fue un abanderado de esta posición, intencionadamente sesgada.

Esto lo aclaré en otra entrada, de mayo de 2019: QUE NO NOS ENGAÑEN HABLANDO DE POPULISMO http://www.miradasdesdemendoza.com.ar/2019/05/29/que-no-nos-enganen-hablando-de-populismo/.

Francisco lo aclaró, como se cita en la entrada:

“Francisco: Es lo que llaman los populismos. Que es una palabra equívoca porque en América Latina el populismo tiene otro significado. Allí significa el protagonismo de los pueblos, por ejemplo, los movimientos populares. Se organizan entre ellos… es otra cosa. Cuando oía populismo acá no entendía mucho, me perdía hasta que me di cuenta de que eran significados distintos según los lugares. Claro, las crisis provocan miedos, alertas. Para mí el ejemplo más típico de los populismos en el sentido europeo de la palabra es el 33 alemán. Después de [Paul von] Hindenburg, la crisis del 30, Alemania destrozada, busca levantarse, busca su identidad, busca un líder, alguien que le devuelva la identidad y hay un muchachito que se llama Adolf Hitler y dice “yo puedo, yo puedo”. Y toda Alemania vota a Hitler. Hitler no robó el poder, fue votado por su pueblo, y después destruyó a su pueblo. Ese es el peligro.”  (http://internacional.elpais.com/internacional/2017/01/21/actualidad/1485022162_846725.html)

De paso, veo con pena y preocupación que mucha gente añora líderes de este tipo ignorando la historia de Argentina y del mundo.

La situación de Argentina –semejante a muchas partes del mundo- es preocupante con vistas a las elecciones porque la oposición en sus diversas vertientes no cuestiona el modelo neoliberal y amenaza con medidas que afectarían la soberanía del país y la situación –ya deteriorada- de los sectores populares

Si vemos que Cornejo lleva como precandidata a Hebe Casado, una médica negacionista y agresiva que quería que a Cristina Kirchner le diera Covid, podemos comprender que se instala en la peor derecha de Argentina con un discurso inconcebible en alguien de la U. C. Radical.

Eso es lo que trata de explicar el filósofo surcoreano:

“En consecuencia, traté de decir por qué la revolución ya no es posible hoy.

¿Por qué es tan estable el sistema neoliberal de dominación? ¿Por qué hay tan poca resistencia? ¿Por qué la resistencia que ocurre tan rápidamente queda en nada? ¿Por qué, a pesar de la división cada vez mayor entre ricos y pobres, la revolución ya no es posible? Para explicar este estado de cosas, necesitamos una comprensión precisa de cómo funcionan hoy el poder y la dominación.”

Entonces, ¿tenemos alguna chance de enfrentar este sistema neoliberal en nuestro país, en nuestra Provincia?

No olvidemos que cuenta con medios de comunicación propios y que es difícil que la gente se entere, por ejemplo, de situaciones que muestran la decadencia de Mendoza, que el cornejismo acentuó bastante en estos últimos ocho años.

De todos modos, la evidencia de esta decadencia es tan grande, que, cuando se habla del tema, te dicen que lo saben, pero que no encuentran alternativas para votar.

Es un argumento real, y sobran los ejemplos que parecen demostrarlo; inclusive en las redes y en algunos medios digitales, hay denuncias que afectan también al oficialismo menduco.

Sin embargo, no podemos dejar de accionar para salir de esta situación que se agrava cada vez más, aun en comparación con Provincias vecinas.

Byung-Chul Han termina de manera pesimista:

“Los centros de viajes compartidos digitales, que nos convierten a todos en taxistas, también publicitan con atractivos para la comunidad. Pero se equivoca al afirmar, como Jeremy Rifkin en su último libro, The Zero Marginal Cost Society, que la economía compartida ha sonado el fin del capitalismo e inauguró una sociedad orientada a la comunidad en la que se valora más el compartir que el poseer. Lo opuesto es el caso: la economía colaborativa conduce finalmente a la comercialización total de la vida.

El cambio que celebra Rifkin, de poseer a “acceso”, no nos ha liberado del capitalismo. Las personas sin dinero todavía no tienen acceso a compartir. Incluso en la era del acceso, todavía vivimos dentro de lo que Didier Bigo ha denominado el “Ban-opticon”, y aquellos sin medios permanecen excluidos. “Airbnb”, el mercado computarizado que convierte cada hogar en un hotel, incluso ha convertido la hospitalidad en una mercancía.

La ideología de “comunidad” o “bienes comunes de colaboración” conduce a la capitalización total de la existencia. Hace que sea imposible ser amigable sin un propósito. En una sociedad de retroalimentación mutua y continua, la amistad también se comercializa. Las personas son amigables para obtener mejores calificaciones.

La lógica dura del capitalismo prevalece incluso en el corazón de la economía colaborativa. Por agradable que sea compartir, nadie regala nada gratis. El capitalismo alcanza su plenitud cuando vende el comunismo como una mercancía. El comunismo como mercancía marca el fin de la revolución.”

Este pesimismo me llevó a plantear mi propuesta, como una reacción, como un gesto de rebeldía, para que no lo aceptemos, para que busquemos alternativas.

HAY PROPUESTAS ELECTORALES DISTINTAS, AUNQUE TODAVÍA ESTAMOS EN ETAPAS DE ELABORACIÓN, DISCUSIÓN Y AJUSTES.

NO SEAMOS CÓMPLICES DE ESTA DÉBIL DEMOCRACIA HEREDITARIA SIN PROYECTOS, NI PARTICIPACIÓN DE LA MILITANCIA.

NO PODEMOS PERD ER UNA OPORTUNIDAD MÁS, TAL VEZ NO HAYA OTRAS.

VOTEMOS.

Y CON CONCIENCIA NACIONAL Y ALMA DE PUEBLO.

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