MARKAMA, EL DíA DE LA PATRIA, Y LA ARGENTINA QUE MERECE NUESTRA HISTORIA

MARKAMA, EL DíA DE LA PATRIA, Y LA ARGENTINA QUE MERECE NUESTRA HISTORIA

POR ADOLFO ARIZA

Anoche, 24 de mayo de 2025, fui al Teatro Independencia a la Velada de Gala patriótica del aniversario número 215 de la Revolución de Mayo de 1810.

El evento era “Markama sinfónico” y actuaban la Orquesta Filarmónica de Mendoza y Markama.

La imagen que acompaña la nota la saqué yo esa noche.

Cuando había visto la promoción del acto, no dudé: tenía que ir: se recordaban el Aniversario de la Revolución de Mayo, en el año en que el Teatro Independencia cumplirá su centésimo aniversario, y los cincuenta años de la formación de Markama.

¿Por qué lo de Markama me importaba tanto?

Markama se formó en Mendoza durante los primeros meses de 1975.

En 1972 tuve la enorme alegría de empezar a dar clase en la por entonces- Escuela Superior del Magisterio, en 6º A, el curso en el que se agrupaban las mejores voces de los ingresantes.

Familiarmente, ese era el curso de coro, y tuve como alumnas, no solo buenas cantantes, sino músicas, de familia de músicos.

Un ejemplo: Marita Perceval, hija del insigne Maestro Julio Perceval, figura enorme de la música clásica de Mendoza y otros varios; por eso, participé en varias actividades del mundo de la música mendocina.

Así, me encontré con Canturía, un símbolo enorme. Representó las intenciones de un puñado de artistas (catorce para ser precisos) que se propuso, sin planearlo mucho, ser un foco de resistencia libre, desde lo popular, en días en los que la libertad era una palabra peligrosa.

Pero fue también un conjunto coral que supo convocar a los poetas que habían fundado el Nuevo Cancionero, a actores que se convertirían prontamente en referentes, y a artistas plásticos con ganas de plasmar en óleos los gritos de una generación.

No duró mucho: desde junio de 1971 hasta 1975.

Integrantes:

Sopranos

ALICIA MARTINI – MERCEDES MARTINI – RAQUEL MARTINI

Contraltos:

MARÍA TERESA BAUZA – ELENA FARRANDO – HEBE YACANTE DE GONZÁLEZ

Tenores:

ANTONIO CONTRERAS – JOSÉ RAFAEL PURPORA

Barítonos

JUAN ALBERTO ABALOS – JULIO GONZÁLEZ – JORGE SOSA

Bajos:

JOSÉ COHEN – EDUARDO OCARANZA – EDUARDO ZAPATA

Batería:

EDUARDO ORDÓÑEZ -varios

Cornos:

ROBERTO J. FERRARA – FRANCISCO SÁNCHEZ

Bajo Eléctrico:

NORBERTO ATAGUILLE

Dirección y Arreglos Musicales:

DAMIÁN JOSÉ SÁNCHEZ

Los recuerdo para que se conozcan como se lo merecen.

La historia no terminó ahí: Este grupo vocal mixto que fundó la música popular, luego de cuatro años de trabajo, cambió su propuesta a una “altiplana”, dando lugar así a Markama que logró trascender como agrupación instrumental musical a nivel latinoamericano.

Tan relevante fue el aporte de Canturía a la historia de la música coral argentina, que referentes de todos los tiempos tuvieron que ver con ella, como la Voz de América, Mercedes Sosa.

Markama tuvo fundamentalmente la preocupación de dar forma a un nuevo proyecto musical que atendiera a las raíces populares latinoamericanas, e impulsó individual y conjuntamente el despliegue instrumental como el modo expresivo que los identifica.

Su primera formación estuvo compuesta por Archi Zambrano, Lars Nilsson, Nene Ávalos, Eduardo Ordóñez, Eduardo Ocaranza, Lázaro Méndolas y Tonio Contreras.

La actual formación de Markama es: Archi Zambrano, Mingo Casciani, Pablo Salcedo, Fabrizio Amicarelli y Diego Ferreira.

Con esto termino el recuerdo y homenaje formales.

Pero este reencuentro con Markama y su música significó también destapar el baúl de los recuerdos.

Los 70 fueron una época intensa, tremenda.

Hago un rápido detalle de hechos de esa etapa, producido por IA

EN EL MUNDO

Eventos clave:

  • Guerra Fría:
  • La tensión entre Estados Unidos y la Unión Soviética alcanzó su punto álgido con la Crisis de los Misiles de Cuba en 1962.
  • Guerra de Vietnam:
  • El conflicto en Vietnam se intensificó, generando protestas y divisiones en Estados Unidos y el mundo.
  • Movimiento por los Derechos Civiles en Estados Unidos:
  • Martin Luther King Jr. y el movimiento por los derechos civiles lucharon por la igualdad racial, marcando un punto de inflexión en la lucha por la justicia social.
  • Movimientos Sociales y Culturales:
  • La contracultura hippy, el movimiento feminista y el boom de la literatura latinoamericana reflejaron los cambios en la sociedad.
  • Avances Tecnológicos:
  • ARPANET, la precursora de internet, fue creada y el Concorde, el avión supersónico, realizó su primer vuelo.
  • Exploración Espacial:
  • La carrera espacial alcanzó su punto culminante con el aterrizaje de Neil Armstrong en la Luna en 1969.
  • Cambios Sociales y Culturales:
  • La aparición de la minifalda, el bikini y la “Beatlemanía” fueron ejemplos de los cambios culturales de la época.

Eventos específicos:

  • 1960: Se crea la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
  • 1961: La Unión Soviética lanza el primer satélite artificial, Sputnik 1.
  • 1962: La Crisis de los Misiles de Cuba pone al mundo al borde de la guerra nuclear.
  • 1963: Asesinato de John F. Kennedy, presidente de Estados Unidos, conmueve al mundo.
  • 1964: Se aprueba el Medicare en Estados Unidos.
  • 1965: El movimiento hippie se hace más popular y el primer trasplante de corazón se realiza exitosamente.
  • 1968: Se producen importantes revueltas estudiantiles y sociales en varias partes del mundo.
  • 1969: Neil Armstrong se convierte en el primer hombre en pisar la Luna.

En resumen, la década de 1960 fue un período de importantes cambios políticos, sociales, culturales y tecnológicos, que marcaron la historia de la segunda mitad del siglo XX.

EN ARGENTINA

Entre 1960 y 1970 en Argentina, la década de 1960 fue un período de gran convulsión cultural, artística, social y política, marcado por el auge de movimientos culturales, el surgimiento de la subcultura rock y la crisis del sistema político. La década de 1970, por su parte, estuvo marcada por la radicalización política, la guerrilla y la dictadura militar, culminando con el golpe de Estado de 1976.

Acontecimientos destacados de la década de 1960:

  • Auge del Instituto Di Tella:
  • Este centro cultural fue un importante espacio para el desarrollo de las artes plásticas, el teatro y la música, marcando un hito en la escena cultural argentina.
  • Nacimiento del rock argentino:
  • La música rock emergió como un nuevo lenguaje cultural, desafiando las normas establecidas y generando una fuerte identificación con la juventud.
  • El club del clan y la consagración de Sandro:
  • El éxito de estos programas televisivos y de este cantante reflejaron los cambios en los gustos y las preferencias culturales de la época.
  • Desarrollo masivo del psicoanálisis:
  • El psicoanálisis se convirtió en una práctica popular, marcando un cambio en la forma en que se abordaban los problemas de salud mental y las relaciones interpersonales.
  • La aparición de Mafalda:
  • La historieta de Quino reflejó la realidad social y política argentina de la época, ganando gran popularidad y convirtiéndose en un referente cultural.
  • El golpe de Estado de 1966:
  • El derrocamiento del presidente Arturo Illia marcó el inicio de la “Revolución Argentina”, una dictadura cívico-militar que gobernó el país hasta 1973.
  • El Cordobazo (1969):
  • Esta revuelta popular en Córdoba fue una manifestación de la crisis social y política, marcando un punto de inflexión en la historia argentina.
  • La noche de los bastones largos (1966):
  • Este episodio de violencia policial en las universidades fue una respuesta a las protestas estudiantiles y un símbolo de la represión política.

Acontecimientos destacados de la década de 1970:

  • La guerrilla:
  • La formación de grupos armados y la realización de acciones guerrilleras fueron una respuesta a la represión política y la crisis social.
  • La dictadura militar (1976-1983):
  • El golpe de Estado de 1976 marcó el inicio de un período de terror y represión, con la detención, tortura y asesinato de miles de personas.
  • La guerra sucia:
  • La dictadura militar implementó una política de terror y represión contra la población civil, utilizando métodos violentos y atrocidades.
  • El retorno de Perón (1973):
  • El regreso de Perón al país y su victoria electoral marcaron un nuevo período en la historia argentina, pero también una época de violencia y tensión política.
  • El Rodrigazo (1974):
  • La devaluación de la moneda impulsada por el ministro de Economía José Alfredo Martínez de Hoz provocó una crisis económica y social, exacerbando la situación política.
  • El fallecimiento de Perón (1974):

La muerte de Perón en pleno mandato fue un shock para la sociedad argentina y marcó el inicio de un período de transición política.

Personalmente, viví una etapa llena de hechos muy importantes.

  • Me recibí de Profesor en Literatura, me casé y nacieron mis primeros hijos.
  • Me designaron Interventor en la Escuela de Magisterio y Jefe de Trabajos Prácticos en la Facultad de Filosofía y Letras, pero en el 1975, después de la muerte de Perón, me echaron de ambos lugares.
  • Me hice peronista, milité mucho, y sigo abrazando esa doctrina, con toda el alma y el corazón.
  • Murió mi viejo, mi querido viejo.

Tuve que empezar una nueva vida para poder sacar adelante a mi familia.

Todo eso se agolpó en mí, mientras escuchaba ‘Camino del Indio’, de Yupanqui.

Por supuesto, había vivido todo eso, pero esa pantalla del pasado fue muy fuerte.

Fue una bella época, aunque es difícil objetivarla, por todo lo que sucedió después, incluida, claro, la actualidad, que nunca habría podido imaginar ni en ese momento, ni siquiera hasta hace poco, cuando se hizo claro que la derecha fascista –que nunca se marchó- logró instalar democráticamente el Gobierno de Milei.

Pero todo ese mundo de sueños, héroes, música –todo el arte- proyectos (sobre todo los proyectos enmarcados en lo nacional y popular), hermandad latinoamericana, justicia social para todos y todas, sigue vivo en los que seguimos estando, y en los/las que ya no están.

ESE MUNDO NO MERECE UN GOBIERNO FASCISTA QUE PROMUEVE UNA CONCEPCIÓN DE LA VIDA Y LA HISTORIA QUE NO ES LA QUE SUPIMOS CONSEGUIR COMO LOS LAURELES DEL HIMNO, LA QUE NOS COSTÓ SANGRE SUDOR Y LÁGRIMAS.

QUE ESE ESPÍRITU HEROICO, EL MISMO DE LOS/LAS QUE CONSTRUYERON LA PATRIA, NO SE PIERDA.

ES NUESTRO DEBER, Y LOS MÁS JÓVENES TIENEN QUE HACERSE CARGO: LA PATRIA NO COMENZÓ AHORA, Y LOS NECESITA.

NO LA TRAICIONEN.

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AL RESCATE DE LA HUMANIDAD

AL RESCATE DE LA HUMANIDAD

Extrañamente, para mí, estoy usando el título de la Editorial del Diario Los Andes de hoy, 30 de marzo, el día siguiente a la prolongación de la cuarentena obligatoria por decisión del Presidente Alberto Fernández como título de una entrada de mi blog.

Lo hago porque, así como soy muy crítico de Los Andes, es justo destacar esta Editorial que le da el lugar que muchos medios no le dieron en su momento a la Bendición Urbi et Orbi del Papa Francisco.

Es cierto que el coronavirus ha cambiado el mundo (no a todos/as, claro) y que este reconocimiento a la autoridad del Papa, seguramente, no hubiera sido posible en otras circunstancias, pero es válido y me sirve para introducir esta nota que sigue la línea de entradas anteriores sobre Francisco.

Tengo la intención de desarrollar más el tema de los liderazgos mundiales, pero está claro que esta crisis tan extrema está resaltando lo bueno y lo malo de la humanidad.

En este caso, voy a destacar la situación de algunos líderes políticos del mundo: así como Trump y su mala imitación, Bolsonaro, han demostrado que son malos líderes por incapacidad y, sobre todo, por falta de un proyecto político válido para la sociedad en su conjunto, y sorprendente, o no tanto, por su desaprensión por la suerte de sus pueblos.

NO ERA QUE NO HACÍA FALTA POLÍTICA, NI POLÍTICOS, SINO BUENA POLÍTICA, Y LÍDERES VÁLIDOS, Y ORGANIZACIÓN SOCIAL.

El Papa Francisco es, desde hace bastante, el líder mundial más importante, desde lo espiritual, y a su rededor, efectiva o lejanamente, nos reunimos todos/as los/las que queremos que el mundo sea mejor, más justo, sostenible y sustentable.

El Presidente Alberto Fernández, que llegó a ser candidato de una manera poco convencional, ha demostrado estar, por mucho, a la altura de las circunstancias, como la sociedad, incluso más allá de sus preferencias políticas, está valorando.

Se está diciendo que estamos ante el advenimiento de un nuevo mundo. No estoy tan seguro, y voy a desarrollar una entrada sobre distintas miradas sobre estas posibles transformaciones, pero estos gestos o actitudes o decisiones, con valor simbólico, pero también efectivos y con influencia en nuestra vida, son faros que nos pueden guiar.

Se dice por todos lados que al coronavirus los vencemos entre todos, y que no hay salvación individual: ese es el mensaje que debemos atesorar y encarnar en esta crisis y “por los siglos de los siglos. Amén”.

El Papa y el Presidente en sintonía: la unidad o la nada

Por Emilce Cuda

https://www.pagina12.com.ar/256133-el-papa-y-el-presidente-en-sintonia-la-unidad-o-la-nada

Sin lugar a dudas fue impactante ver al Papa implorando a Dios ante una plaza vacía para “que todos sean uno” porque “nada ni nadie se salva solo”. Tan impactante como escuchar el día anterior al Presidente Alberto Fernández, ante la pantalla de un mundo sitiado, terminar su discurso diciendo: “Tenemos que actuar juntos, ya mismo, porque ha quedado visto que nadie se salva solo”. Parafraseando a Oscar Wilde, podría decirse que la teología imita a la política, y no al revés. Sin embargo, es una coincidencia que responde a un saber compartido por ambos. Esto es, que cuando la plaza está vacía, lo público está desaparecido.

¿Qué hacer? “Sensibilizarse” para que “todos sean uno”. Eso dijo Francisco en “Querida Amazonia”. Eso dijo Alberto en el G20, citando al Papa. Francisco pidió a los empresarios que “no despidan trabajadores en medio de una pandemia”. El Presidente lo citó y tildó de “miserables” a los que despiden.

Cuando la vida está en peligro, las respuestas metafísicas desde la verdad dominante, tanto como las teorías conspiranoicas de la opinión pública, se llaman a silencio y solo cuenta la pregunta política por el qué hacer ante una realidad que se impone como fin moral ineludible, público e inmanente. Ante esa realidad, dijo el Presidente, “no hay lugar para demagogias ni improvisaciones. Enfrentamos el dilema de preservar la economía o la salud de nuestra gente, porque, no seremos eficaces si no aceptamos que el mundo ha cambiado para siempre”.

En general se citan textos religiosos en política para dar presuntas respuestas fundamentalistas. Sin embargo, la clave divina está en la pregunta, no en la respuesta. En el Nuevo Testamento tres preguntas son claves. La pregunta metafísica de Pilatos a Jesús: “¿Qué es la verdad?” La pregunta política del joven rico a Jesús: “¿Qué hacer?” Y la pregunta estética de Jesús a Pedro: “¿Tú me amas?”

El joven rico pregunta a Jesús qué hacer para salvar la vida. El Maestro le responde que debe permanecer en la unidad. El joven vuelve a preguntar qué hacer. Jesús le sugiere vender todos sus bienes para dárselos a los pobres, y luego unirse a él (Mt 19, 16-21). El joven rico se va con tristeza, sin tener la capacidad creativa de hacer un pacto de amor por la unidad.

La pregunta política por el qué hacer para salvar la vida, supone la opción fundamental por la unidad. De lo contrario, nadie se salva solo. En términos políticos, es la decisión de hacer un pacto público amoroso constituyente de una unidad que posibilite el despliegue de la capacidad creativa de la comunidad para organizarse como un pueblo.

También esa, la unidad redentora con la cruz del otro, parece ser la lógica política a la cual el presidente argentino hace referencia cuando dice ante el G20 que, como nunca antes, nuestra condición humana nos demanda solidaridad. Y, ante las urgencias que marcan las muertes, decide que tenemos que dar una respuesta creativa. Al contrario del joven rico, dice Alberto, no dudamos en proteger integralmente la vida de los nuestros, y opta por lo político antes que por lo económico. Eso es, precisamente, la creatividad, es decir, libertad para aceptar la realidad que reclama justicia y no para imponer una idea egoísta. Desde ese punto de partida, real, se van tomando las decisiones políticas por un nuevo status que cuide la vida antes que la renta.

Creatividad es lo que pide el Papa Francisco. Creatividad en el trabajo, creatividad en la política. Si hay algo que los seres humanos tienen a imagen de un Dios creador, es justamente la capacidad de crear. Algo que, cuando logra secularizarse de los falsos dioses mortales, les permite crear espacios para que la vida pública pueda representar la unidad. Ahora, cuando el interés económico se sacraliza, las personas son descartadas. ¿Qué hacer entonces para que esos descartados que sufren piensen, se organicen y hagan, como dijo el Papa Francisco a los movimientos sociales populares? Si todos estamos en la misma barca, o nos unimos y nos salvamos todos o no se salva nadie.

En la pregunta amorosa de Jesús a Pedro está la clave de la decisión. Jesús no pregunta a Pedro qué hace. Simplemente decide enamorarlo. Alberto Fernández en su discurso al G-20, citando al Papa Francisco, dice: tenemos que abrir nuestros ojos y nuestros corazones para actuar con una nueva sensibilidad. En esa línea, el representante de un pueblo descartado que piensa, se organiza y hace, acepta que la crisis exige diseñar y suscribir un gran Pacto de Solidaridad Global, y propone crear un Fondo Mundial de Emergencia Humanitaria.

(*) Emilce Cuda es teóloga. Profesora de la Universidad Nacional Arturo Jauretche.

UN COMENTARIO EN EL DÍA EN QUE EL PERONISMO VUELVE AL GOBIERNO EN ARGENTINA

UN COMENTARIO EN EL DÍA EN QUE EL PERONISMO VUELVE AL GOBIERNO EN ARGENTINA

El lunes estaba escribiendo una entrada a partir de una nota (La grieta regional que divide a Estados Unidos https://www.losandes.com.ar/article/view?slug=la-grieta-regional-que-divide-a-estados-unidos—por-paul-krugman), y la redacción me llevó a desarrollar algunos aspectos de nuestra grieta local (tema que he tocado más de una vez), pero empecé que a sentir que no era eso lo que quería escribir, así que cambié de actividad hasta que se me aclarara la situación.

Ayer me aboqué a la asunción presidencial, hecho central en muchos sentidos para mí.

En esa asunción escuché que Alberto decía: “Tenemos que superar el muro del rencor y del odio entre argentinos.”

Y después: “Superar los muros emocionales, significa que todas y todos seamos capaces de convivir en la diferencia y que reconozcamos que nadie sobra en nuestra Nación, ni en su opinión, ni en sus ideas, ni en sus manifestaciones.

Tenemos que suturar demasiadas heridas abiertas en nuestra Patria. Apostar a la fractura y a la grieta significa apostar a que esas heridas sigan sangrando. Actuar de ese modo, sería los mismo que empujarnos al abismo.

Lo expreso desde el alma, tanto a quienes me votaron como a quienes no lo hicieron. No cuenten conmigo para seguir transitando el camino del desencuentro.”

Entonces, decidí que no tenía nada más que decir sobre la grieta.

No es fácil, porque la Argentina de hoy en los hechos no ha cambiado de la de anteayer.

Sin embargo, yo, como los millones de argentinos/as que ayer cantamos y festejamos en las calles y en nuestras casas, siento y creo que hemos empezado otra etapa cualitativamente distinta y mejor.

Por eso, voy a compartir con uds. una entrevista que plantea algo que, para los que trabajamos desde hace mucho en el tema de integración latinoamericana, no es nuevo: que América Latina –e incluyo a México, a pesar de que está demasiado cerca de EEUU, porque es parte indisoluble de ella- es el reservorio y la fuente de un mundo mejor, que supere las asimetrías e injusticias que los países centrales, no solo no han conseguido superar, sino que las han causado desde hace siglos.

Léanla, y levantemos la bandera de la esperanza y del desarrollo justo, solidario e integrado con nuestros hermanos/as latinoamericanos/as.

Argentina –y siento mucho orgullo- está liderando este proceso virtuoso, con democracia y participación de la sociedad en su conjunto.

Entrevista al politólogo francés Bertrand Badie

“Asistimos a la reivención del mundo, y el Sur detenta los hilos”

La colonización, la debilidad y la humillación del Sur del mundo, el mito de la hegemonía, son temas de análisis de de este intelectual que ha publicado en la Argentina. También, forma paradójica en que ese Sur está dominando la agenda mundial, y las posibilidades que se abren en tiempos de globalización.

Por Eduardo Febbro

Desde París

https://www.pagina12.com.ar/235405-asistimos-a-la-reivencion-del-mundo-y-el-sur-tiene-los-hilos

Los libros ocupan el espacio de las ideas como piezas de ajedrez. En su plácida intensidad disputan una partida simbólica por comprender o influenciar el mundo. Bertrand Badie es un eximio ajedrecista en esa disputa. Profesor en la Universidad de Sciences Po-París, Badie ha desarrollado una obra a través de la cual ha observado el mundo desde el otro lado. No ya a partir de la potencia occidental sino desde el Sur. Autor de más de veinte obras que son una referencia, Badie es un vigoroso crítico de esa estrategia de las relaciones internacionales que se basa en la “potencia”, es decir, la intervención o la humillación, para regular las relaciones entre Estados. La colonización, la debilidad de los Estados del Sur que se desprende de ella, el mito de la hegemonía, la humillación de la que el Sur fue objeto y la forma paradójica en que hoy el Sur domina la agenda mundial son los ejes temáticos de sus últimos libros: Diplomacia del contubernio. Los desvíos oligárquicos del sistema Internacional; El tiempo de los humillados, patología de las relaciones internacionales (ambos editados por la Universidad Nacional Tres de Febrero), No estamos solos en el mundo; Cuando el Sur reinventa el mundo. Ensayo sobre la potencia de la debilidad; La hegemonía cuestionada. Las nuevas formas de la dominación internacional.

La actualidad internacional le ha dado la razón a muchas de las líneas de los análisis de Bertrand Badie. La insurrección social que estalló entre 2018 y 2019 en una docena de países contra las políticas neo liberales forman parte de ese rediseño del mundo protagonizado por el Sur. Son los llamados “débiles” quienes, hoy, reconfiguran el sistema y, con ello, impulsan el “segundo acto de la globalización”. El primero fue liberal, este será social. Bertrand Badie pone en el centro de esta reescritura del mundo el carácter inter social de los protagonistas: ya no son los Estados ni un sistema político desacreditado y corrupto los que se encargan de conducir la historia: son los pueblos, las sociedades, quienes asumen esa reinvención. Esa la paradoja alucinante la contemporaneidad: la potencia, el poder de la debilidad. Hemos cambiado de época, de paradigma y de actores.

-Hace tiempo que ha plasmado en sus ensayos lo que hoy es una evidencia: la impotencia de los poderosos. Hoy es la debilidad quien se toma su revancha. ¿Es la debilidad la que conduce hoy al mundo?

-La agenda internacional está más controlada por el Sur que por el Norte. Los grandes acontecimientos que condicionaron este principio del Siglo XXI son acontecimientos oriundos del Sur. El Norte es prisionero de una agenda fijada por los actores del Sur. Por primera vez en la historia, la competencia internacional se plasma no ya entre actores iguales sino entre actores de tamaño y capacidades diferentes. En el plano internacional, la potencia perdió toda su eficacia. La súper potencia norteamericana, que cubría el 40% de los gastos militares en el mundo, no ganó ni una sola guerra desde 1945, exceptuando las guerras bajo mandato de la ONU como la gran coalición “Tempestad del desierto” (Irak,1991). Las demás potencias militares también fracasaron: Rusia en Afganistán o Francia en África. El instrumento militar era la expresión absoluta de la potencia, pero ha perdido ante actores más pequeños.

-El poder ha cambiado de manos y de región. ¿Lo ve como un despertar repentino?

-Ahí hay un enigma que se explica, en parte, por la descolonización. La descolonización les dio a los débiles medios de acción y de intervención que eran desconocidos y que resultaron cada vez más eficaces: formas de conflicto, movimientos sociales, etc. Esto neutralizó las estrategias de la potencia tradicional. El segundo elemento es la globalización, que introdujo la interdependencia. Si el débil depende del fuerte, este también depende, cada vez más, del débil: puede ser el suministro energético, la estabilidad regional, el desplazamiento de poblaciones. El Sur acumuló recursos ante los cuales el Norte no puede desplegar su potencia. Luego, la caída del Muro de Berlín y el fin de la bipolaridad tuvo como como consecuencia algo inesperado, es decir, el fin de las políticas de poder. Entonces, efectivamente, para comprender las crisis de hoy es mejor mirar los indicadores de la debilidad, antes que los indicadores de la potencia.

-Pero estos países del Sur siguen pagando el precio de la colonización. Nuestras crisis de ahora tienen allí sus semillas.

-La colonización es el origen de todas las debilidades que constatamos hoy. La colonización rompió la dinámica institucional de las sociedades y por ello no pudieron producir por si mismas sus propias instituciones. Y cuando un pueblo no produce sus propias instituciones estas son poco legítimas, poco respetadas y en nada dignas de confianza. Los mapas de estos Estados colonizados fueron diseñados por el colonizador en función de sus rivalidades con otras potencias coloniales. La colonización ahogó igualmente la constitución de sociedades civiles horizontales, de asociación y de solidaridad. La colonización favoreció la instauración de religiones que se oponían al colonizador. El éxito del islam se explica por ello. En tierras del islam fue un factor de movilización. En Egipto, los Hermanos Musulmanes nacieron en oposición a la presión del colonialismo británico. En África, donde el islam era minoritario, el islam se volvió mayoritario porque funcionó como un instrumento de afirmación contra la potencia colonial. El factor humillación también está presente. Cuanto más humillados han sido los pueblos, más dispuestos estuvieron a recurrir al conflicto como instrumento de afirmación y reconquista. La colonización desempeña un papel enorme en las crisis actuales. América Latina tuvo la suerte de haber conocido una descolonización temprana y con ello pudo construir su propia modernidad.

-Todas las crisis del Sur también nos revelan las propias crisis del Norte colonizador. ¿Qué nos están diciendo sobre el Norte estas crisis en el Sur?

-Nos dicen tres cosas: la primera es que se nota una disminución de las capacidades de las potencias de antaño, tanto en el plano militar, institucional y, ahora, en el plano cultural. La cultura occidental era hegemónica, pero hoy le cuesta imponer esa visión jerárquica para ponerse por encima de las demás culturas. La segunda: estas crisis nos muestran cuánto les cuesta a las antiguas potencias comprender la globalización y adaptarse a ella. Las viejas potencias permanecen en el mundo de antes. Hay una incapacidad, por parte de las potencias históricas, de tomar en cuenta las potencias emergentes oriundas del Sur. Su ascenso en el espacio mundial ha sido considerado como una amenaza y, tal vez, también ilegitimo. La tercera: como las viejas potencias son incapaces de adaptarse al nuevo mundo, al que le tienen miedo, tienden a redescubrir el nacionalismo y la afirmación de la identidad. Y esta vez no lo hacen de forma revolucionaria, como fue el caso del nacionalismo en el Siglo XIX, sino de forma conservadora, es decir, protegiéndose del otro, del migrante, el extranjero, las otras culturas. Ese neo nacionalismo está prosperando en todas partes. Se trata de un elemento muy nuevo en el juego mundial.

– ¿Hay un cuestionamiento de lo político, como menciona en sus ensayos, como sustento de la insurrección actual?

-Aquí nos encontramos con un fenómeno doble. El primero: lo político no se renovó con la globalización. Es una enorme paradoja. No se puede pensar que el mismo concepto político esté gobernando hoy en un mundo globalizado y ayer en un mundo dominado por los Estados Nación. Estos Estados Nación ya no dominan el juego mundial. Por consiguiente, la estructura política necesita adaptarse, cosa que no hace. El segundo: esta inadaptación de lo político crea una gran ineficacia y una incapacidad para producir respuestas políticas. En el Norte hay una crisis general de ineptitud para fijar políticas públicas. Esto ha creado un fenómeno sin precedentes que desembocó en una caída vertiginosa de la credibilidad y la confianza de la población ente la política. Los políticos perdieron la confianza de los ciudadanos. Los políticos son víctimas de una hemorragia de recursos y el resultado de esto es que lo social se vuelve más fuerte que lo político. Por esta razón la política es incapaz de enfrentar a los movimientos sociales. Ahí tenemos lo que está ocurriendo en Chile, Ecuador, Argelia, Irán, Irak, Rumania, Republica Checa, Líbano, Hong Kong.

-A propósito de estos movimientos sociales mundiales, incluido el de los chalecos amarillos, usted recurre a un concepto novedoso para comprenderlos. Para usted, esas crisis remiten a la inter socialidad, a un perfil inter social.

-El espacio mundial se está reestructurando en torno a lo que llamo la tectónica de las sociedades. Es como si las placas sociales, al chocar las unas contra las otras, crearan los acontecimientos, los fenómenos de movilización, y les dejaran a los políticos una mera actitud reactiva. Antes no existía un orden internacional fuera de los Estados. Hoy es diferente por dos razones. Primero, el formidable crecimiento de las técnicas de comunicación. Todos los individuos comunican entre sí. Las imágenes y las ideas circulan a una velocidad vertiginosa, mucho más rápido que los canales diplomáticos. La segunda razón es la globalización, es decir, el sentimiento de que todo el mundo depende de los demás, de que estamos todos cerca. Ello conduce a que las dinámicas sociales corran más rápido que las relaciones políticas.

-En este momento estamos en esa fase de vigor de los movimientos sociales. ¿Hay una suerte de fusión social interconectada?

-Estamos observando un mimetismo fabuloso entre los movimientos sociales en desarrollo. Si algo se mueve en Argelia, enseguida habrá movimientos en Sudán, en el Líbano, en Chile o en Irak. Las imágenes de esos movimientos circulan en el mundo y se ven los nuevos modelos de movilización que se forman. Este gigantesco movimiento mimético lleva a que las calles de Santiago de Chile, de Beirut o de París se parezcan. Las ideas también circulan a través de la inter socialidad, es decir, tanto en Chile como en Francia, impera el sentimiento común de que lo social es la gran víctima del primer acto de la globalización. La dimensión social se dejó de lado y por esta razón las sociedades se reorganizan para exigir lo que se les debe. El primer acto de la globalización fue esencialmente económico e ignoró totalmente la dimensión social. El segundo acto reclama la restauración de esa dimensión. La gente se moviliza hoy según el mismo modelo y la misma gramática. A ello contribuye mucho la fuerza de las redes sociales. Ello lleva a una circulación planetaria de los modelos de movilización. Todo esto comenzó con la Primavera Árabe de 2011. Las revueltas árabes marcaron el punto de partida e incluso influenciaron a Europa del Sur. Esto es una concretización de la inter socialidad.

-Ese es, precisamente, otro de sus enunciados. ¿Estamos entrando en el segundo acto de la globalización?

-El primer acto de la globalización empieza con la caída del Muro de Berlín en 1989. Se habló del “fin de la historia” y del fin de las ideologías. Se supuso que el fin de ambas abría una nueva etapa de la humanidad con la economía como ciencia encargada de organizar el mundo. Así se plasma el neoliberalismo. Pero esto resultó costoso. La instalación del neo liberalismo se tradujo por un incremento de las desigualdades y la trivialización de nichos de pobreza, incluso en los países más ricos. Esa ignorancia de lo social que promovió la ciencia neo liberal provocó una reacción contestaría muy fuerte. El segundo acto de la globalización es justamente la dimensión social que regresa con fuerza y se opone al mismo tiempo a lo político y a la economía. Hay una severa crítica de lo político, considerado ya como incompetente, incapaz, corrupto y escasamente legítimo. Esto lo encontramos en el discurso de los chalecos amarillos en Francia, en las manifestaciones en Argelia o en Santiago de Chile. Y al mismo tiempo hay un frente contra la economía donde se denuncia esa especie de arrogancia neo liberal que, al erigirse como ciencia, consideró que ya no cabía más deliberar sobre las decisiones económicas porque estas están impuestas por la razón, que consideró que ya no valía le pena preocuparse por lo social. Todo eso se rompió: estamos en el segundo acto de la globalización que está federando ese discurso anti económico y anti político y acarrea una convergencia entre sociedades tan diferentes. En las calles de Teherán o Santiago se escuchan las mismas consignas que en París.

-Este movimiento mostró mucha pujanza en la Argentina contra las políticas de ajuste de la presidencia de Mauricio Macri. Pero en todos estos casos, el enemigo final, el causante de todo el mal, es el Fondo Monetario Internacional. ¿El FMI azuza la revuelta mundial?

-La Argentina ha tenido una suerte providencial porque aún puede apretar el botón de la alternancia. La elección presidencial trajo una esperanza de cambio, porque se tradujo en la renovación política. Pero esto está bloqueado en muchos otros países, sea debido a las estructuras autoritarias, por ejemplo, Argelia, Irak o Irán, o sea porque ya no hay más alternancia posible. En Francia, por ejemplo, hace ya mucho que la alternancia derecha-izquierda ha dejado de existir. El FMI es de nuevo el blanco privilegiado, pero es una historia muy vieja. El FMI se ha convertido en el jefe de la orquesta de ese neoliberalismo oriundo del primer acto de la globalización. El FMI se volverá el punto de cristalización y también el punto de provocación. Es un horror que el FMI pueda exigir aún que se ponga fin a las subvenciones cuando se sabe que cuando se cortan las subvenciones, la gente se queda en la calle.

– ¿Este segundo acto de la globalización es como una reinvención del mundo?

-Asistimos a la reinvención del mundo. El viejo sistema internacional imperial ya no funciona más y hay que inventar un substituto. La invención de un nuevo orden internacional es indispensable. Y si pongo el acento en la fuerza del Sur, es porque el Sur detenta los hilos de esta reinvención, tanto en lo demográfico, en lo geológico, y también porque el Sur no fue el co autor del antiguo sistema. La lectura del Sur sobre la globalización es mucho más sana y directa. Estamos asistiendo al hundimiento del modelo neoliberal.

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