BANDERAZO “EN DEFENSA DE LA PROPIEDAD PRIVADA”. ¿POR QUÉ?

BANDERAZO “EN DEFENSA DE LA PROPIEDAD PRIVADA”. ¿POR QUÉ?

Tomé una de las consignas enarboladas en los banderazos y caravanazos de hoy porque es un buen pie para presentar esta nota de Página 12. Hace un rato un contacto de Facebook al que le encanta cuestionar mis posteos, me reprochó que usara muchas notas de ese medio para mis blogs y posteos. Le contesté que, aunque busco en diversos medios, es en Página 12 donde encuentro material diferente del que la mayoría de los canales de aire y de cable y medios digitales ofrecen.

Esto es lo que pasa con el tema de Vicentín, como con el de la cuarentena, o situación económica, o cualquier noticia que se preste para desgastar al Gobierno.

La nota de Bruschtein muestra todos los aspectos que están confluyendo en esta movida que incita y promueve el macrismo. Recordemos que Patricia Bullrich llamó a transformarla en la Resolución 126, tratando que el campo en su conjunto salga a cortar rutas.

Claro, no es tan sencillo: mucha gente no comparte este uso de la situación de la mega empresa en concurso por mala y fraudulenta gestión para dañar a un Gobierno que está tratando de sacar al país de las situaciones más críticas que uno puede recordar, ni tampoco hay unanimidad de las organizaciones del campo.

Es cierto que el macrismo concentrado y fervientemente anti peronista adhirió a la medida como se opondría a cualquier otra que tomara este Gobierno, pero, si no fuera por la difusión sesgada que le dan los medios que menciono arriba, no tendría dimensión tan significativa.

De todos modos, está claro que la oposición del macrismo es total, y sin la menor intención de construir hechos políticos, sino de perjudicar lo más posible al Gobierno, sin ningún mea culpa del papel que tienen en la situación de Argentina, Vicentín incluido.

La idea es la siempre: que el que quiera entender mejor lo que nos pasa, tenga elementos para hacerlo.

ESPERO QUE LES SIRVA

El banderazo por Vicentín: La fuerza del dinero

Por Luis Bruschtein

https://www.pagina12.com.ar/273425-el-banderazo-por-vicentin-la-fuerza-del-dinero

Cambiemos y el radicalismo PRO se abroquelaron contra la expropiación de la corporación Vicentin que fue su mayor respaldo económico en las campañas electorales, con lo cual aparece como si la empresa hubiera comprado esa defensa. O sea: si cualquier millonario aporta lo suficiente a la campaña de una fuerza política, compra impunidad para recibir créditos irregulares del Banco Nación para después no pagarlos. La operativa se realizó cuando ellos eran gobierno y el titular del banco que la autorizó, Javier González Fraga, está relacionado con esa fuerza. Ante el fallo judicial contrario, el gobierno retrocedió de su impulso inicial de expropiar y se plantea, junto con el gobernador santafesino Omar Perotti, el desplazamiento del directorio actual y una intervención judicial que designe un Órgano Interventor de la megaempresa.

La defensa de Vicentin que hacen el radicalismo PRO y Cambiemos tiene los pies de barro: defienden a quien les dio mucho dinero para que fueran gobierno. Y cuando fueron gobierno, ellos le dieron mucha plata en condiciones de favoritismo, saltándose, los reglamentos del Nación. Y ahora volvieron a defenderlo.

Un banco privado nunca hubiera prestado 300 millones de dólares en esas condiciones. Y, de hacerlo, ahora estaría quebrado. El Nación no quiebra porque tiene respaldo del Estado. El PRO y Cambiemos, beneficiados por el dinero de Vicentin, tienen responsabilidad en el desfalco al Nación, a los demás bancos y a las cooperativas y productores rurales, porque era su gobierno y sus funcionarios. Pero, amparados por la complicidad de las corporaciones mediáticas, disfrazan su defensa del turbio negociado con acusaciones de “inconstitucionalidad”.

Vicentín es mucho más que un conglomerado económico. Se respalda en ese poderío para proyectar su influencia sobre todo en la política, pero también en los medios y en la Justicia. La operatoria solamente hubiera podido funcionar amparada en esa trama vigorosa de influencias. Ahora, en coincidencia con los directivos que los financiaron, ese bloque demoledor de política, funcionarios judiciales, periodistas y corporaciones mediáticas se puso en movimiento para rechazar la expropiación propuesta por el gobierno.

El juez de la convocatoria de acreedores de Vicentin, Fabián Lorenzini, a cargo del tribunal Civil y Comercial de Reconquista, repuso en sus funciones al directorio de la empresa y designó a los interventores del gobierno nacional como simples veedores.

Es un directorio que le mintió sobre la situación de la empresa a sus mismos accionistas, gran parte de los cuales se han presentado ahora como perjudicados ante la justicia. Es el mismo directorio que mientras declaraba que no podía pagar sus deudas, vendía una de sus empresas en el exterior y recaudaba 120 millones de dólares.

Frente a la contraofensiva judicial y política del directorio de Vicentin, el gobierno, a través de la Dirección de Personas Jurídicas de la provincia de Santa Fe propuso ahora que la justicia designe una intervención y planteó que la encabece Roberto Gabriel Delgado, quien era el interventor designado por el decreto que rechazó el juez.

El organismo interventor controlará la empresa mientras dure el concurso de acreedores, o sea más que los dos meses que se había planteado en el decreto. El gobernador Perotti expresó que este mecanismo sustituye la idea de expropiar. Desde el gobierno nacional se insistió que el viejo directorio será desplazado y que el Estado tendrá intervención y decisión en la estructura que se genere.

El banderazo que se convocó para hoy forma parte de esa ofensiva de la oposición en defensa de la corporación que los financió. Aprovecha el malestar creado por la cuarentena y se constituye al mismo tiempo en una convocatoria para transgredirla en el peor momento de transmisión de la enfermedad. Los infectados ya son dos mil por día y los sistemas de salud están en un nivel de alarma amarilla, con más de la mitad de las camas ocupadas.

En la propaganda dan a entender que el gobierno amenaza la propiedad de las personas. Por el contrario, el control estatal trata de resguardar la propiedad de toda la sociedad, representada en una empresa pública –que es de todos, esta sí. Y también resguarda la propiedad que le fue expropiada por Vicentín a miles de pequeños y medianos productores de Córdoba y Santa Fe.

El banderazo es un acto bisagra en la relación de la oposición con el gobierno porque muestra la decisión de salir como lo hicieron durante la resolución 125. La movilización tiene en ese sentido un componente antiperonista muy fuerte que excede al conflicto con Vicentín. Esa es la parte del voto que nunca cambió y que respaldó a Mauricio Macri.

Pero también cabalga sobre el malestar que crea la cuarentena en sectores adonde no llegó la ayuda estatal, por retraso, por burocracia o porque no estaba contemplado. Y también hay cansancio en parte de los que han sostenido el aislamiento.

El acto romperá una cuarentena que ha sido tomada como ejemplo en todo el mundo. El prestigioso periódico norteamericano The Nation, contrastó esta semana las políticas sanitarias de Alberto Fernández con la de Jair Bolsonaro.

No hay Vicentin sin soberanía fluvial, marítima y logística | Modelo nacional que deje atrás la política portuaria alineada con el trazado geopolítico de las multinacionales

Los muertos por corona virus en Argentina están llegando a los mil. En Brasil, sin cuarentena, ya llegan a los 50 mil. Aun haciendo equivalencias por la diferencia de habitantes, las cifras del país vecino son muchísimo más altas y terroríficas. Sectores del macrismo cuestionan esta decisión por las pérdidas en la economía.

Es cierto, el PBI, en la comparación interanual, cayó algo más del 11 por ciento. Lo que ocultan los críticos de la cuarentena es que en Brasil, sin aislamiento, la caída de la economía ha sido aún más abrupta: más del 15 por ciento. La cuarentena de este gobierno salvó miles de vida y al mismo tiempo atenuó la caída de la economía con medidas dentro de sus recursos limitados.

La pandemia puso en crisis todos los postulados que aplicó Mauricio Macri. La meritocracia en términos de pandemia es la de Bolsonaro: que se salven los más aptos. En cambio, el gobierno argentino priorizó la responsabilidad social, es decir, la respuesta comunitaria, que el individualismo neoliberal desprecia.

El gobierno de Macri con los radicales PRO perjudicó la salud pública. Convirtió al Ministerio de Salud en Secretaría y redujo su presupuesto en más del 25 por ciento. El gobierno kirchnerista había dejado 13 hospitales prácticamente terminados en todo el país, siete de ellos en el conurbano que ahora serían decisivos en la lucha contra la pandemia.

A algunos sólo le faltó el equipamiento y todos tenían más del 80 por ciento de la obra avanzada. La gobernadora María Eugenia Vidal dijo que no iba a poner un peso en hospitales y se negó a terminarlos. Dijeron que inaugurar hospitales era pura demagogia. Pero ahora muchos de los que la votaron deberán atenderse en los hospitales que ha construido el gobierno, sobre la base de los que ya estaban.

Se dijo que la creación de universidades en el conurbano era demagogia “porque los pobres no van a la universidad”. Y esas universidades, junto con científicos y técnicos del CONICET han desarrollado kits de testeo para detectar masivamente a los enfermos. Está prevista su exportación porque son más baratos que los extranjeros. Se desarrolló un suero para atenuar los síntomas de la enfermedad y bajar su índice de mortalidad y se construyeron respiradores más baratos y sencillos que los anteriores.

Más que “defender la propiedad”, la carga antiperonista de la convocatoria al “banderazo” busca volver a un país sin cuarentena, sin hospitales, ni científicos, ni universidades públicas.

“EL QUE NO ENTIENDE EL PERONISMO NO ENTIENDE LA ARGENTINA” – Mario Bunge

“EL QUE NO ENTIENDE EL PERONISMO NO ENTIENDE LA ARGENTINA” – Mario Bunge

Me llamó la atención el título de la nota, y la leí con cuidado, aunque no es corta. Bunge se caracteriza por sus declaraciones provocadoras, y tiene adeptos y detractores.

La nota alterna elogios y críticas al peronismo -a Argentina también-, y me interesaron algunos fragmentos que reproduzco, pero está el link para el que le interese leerla completa.

Estoy de acuerdo con la afirmación que sirve de título, aunque seguramente los anti peronistas protestarían con ganas. El otro día veía unas encuestas en la que le preguntaban a peronistas y macristas a quién nunca votarían: el 14% de los peronistas eligió al macrismo, pero el 72% de los macristas mencionaron al peronismo. O sea que el macrismo es centralmente antiperonista lo que garantiza el rechazo a una afirmación como la del título, y asegura que la “grieta” se va a mantener.

Sin embargo, el peronismo es lo que nos hace diferentes, aunque hay otras expresiones de populismo latinoamericano semejantes. La diferencia es que el peronismo ha sido –y vuelve a serlo- Gobierno, y Bunge menciona algunas de las políticas y hechos positivos que hay en Argentina desarrolladas por los Gobiernos peronistas. Si analizamos, por ejemplo, el papel que tienen las organizaciones gremiales, podremos ver una diferencia clave respecto de otros países.

Me parece importante destacar el concepto del título, porque muchas cosas que el neo liberalismo capitalista que intentó gobernarnos descalificó e intentó erradicar son las que nos permiten desarrollar un país más justo para la mayoría de los argentinos, aunque la pobreza alcance niveles tremendos.

Comprendamos al peronismo para valorar y defender todo lo que nos hace un mejor país. Cambiemos lo que no sirva para eso, pero no aceptemos que nos quiten la educación y la salud públicas, o una jubilación justa, o un proyecto económico que genere el trabajo que necesitamos.

Es lo único útil en esta etapa crucial y difícil: entender qué es lo mejor para el país, pero mirálo vos, no dejés que ningún programa de televisión te maneje la opinión. Buscá otras miradas, otros criterios.

De última, tiene que ver con tu vida y la de los tuyos. Vale la pena.

“El que no entiende el peronismo no entiende la Argentina”

https://www.lanacion.com.ar/opinion/el-que-no-entiende-el-peronismo-no-entiende-la-argentina-nid1245326?fbclid=IwAR0b27SfW5akyZF_XMFGl1k01TuGKDmbBzpYerZ7MJhKC4sWd6Szd28HNAQ

21 de marzo de 2010 

Mario Bunge (físico, filósofo y epistemólogo)

“-Éramos tan apasionadamente antiperonistas que no fuimos capaces de hacer un análisis objetivo del peronismo. Más aún, usábamos categorías políticas europeas. Creíamos que el peronismo era una forma de fascismo. Y no lo es: es original, es un tipo de populismo. Creíamos también que Perón era bruto. Es falso. Era inteligente, no sólo habilidoso, y tenía cultura histórica, al fin y al cabo, era profesor de historia militar en el Colegio Militar. Lo menospreciamos y por eso no lo entendemos. Gino Germani, que fue el fundador de la sociología moderna en la Argentina, se fue del país en 1966 y al año siguiente me visitó en Montreal. Le pregunté: “¿Por qué te fuiste de la Argentina? ¿Por la persecución? No -me dijo-, me fui porque fui incapaz de entender al peronismo. Todavía hoy no lo entiendo”. Y es así: quien no entiende al peronismo no entiende el país.”

“-Algunos imaginaron que la crisis financiera internacional iba a permitir que surgiera un capitalismo distinto, más “sensible”. ¿Estamos a tiempo de esperar algo semejante? -Hubo cosas positivas y negativas. Hay que empezar por averiguar por qué China y la India son los dos únicos países en el mundo cuya economía ha crecido en los últimos doce meses. Ambos son proteccionistas y no son neoliberales. La India se ha salvado de los tsunamis financieros, en particular, porque regula el mercado financiero y no permite las especulaciones. Y a China le falta democracia, pero también está avanzando en ciencia y técnica a pasos agigantados. A propósito de esto, ¿sabe cómo se manejan las finanzas internacionales en este momento? Hay un cuento que lo ilustra. En un pueblo turístico de Europa, llega de pronto un alemán muy rico al único hotel del lugar, deja en el mostrador un billete de cien euros y le dice al dueño: “Me gusta mucho el lugar y quiero estudiar la posibilidad de pasar una semana acá. ¿Me permite mirar las habitaciones?” “Sí, suba, las habitaciones están todas abiertas”, le responde el dueño del hotel, que sale corriendo y le lleva el billete de cien euros al carnicero para saldar una deuda. El carnicero sale corriendo con el billete para pagarle al proveedor de alimentos para sus cerdos. A su vez, el proveedor de alimentos para cerdos va corriendo con ese billete y le paga a la prostituta una deuda por sus servicios. La prostituta toma el mismo billete de cien euros y lo deja en el mostrador del hotel para pagar la deuda que tiene por haber alquilado las habitaciones. Entonces, al cabo de un rato, baja el turista alemán y le dice al dueño del hotel que no le gusta ninguna de sus habitaciones, toma el billete y se va. Han transcurrido nada más que cinco minutos, nadie hizo nada, nadie produjo nada, pero todo el mundo está feliz porque todas las deudas han sido saldadas (risas). En esto consisten las grandes finanzas. Detrás de estas grandes manipulaciones no hay nada. Hay gente que se arruina, pero nadie se beneficia. Es monstruoso.”

EN EL DÍA DEL ESCRITOR, REENCUENTRO CON LA VOCACIÓN

EN EL DÍA DEL ESCRITOR, REENCUENTRO CON LA VOCACIÓN

Día del Escritor. Se festeja cada 13 de junio, en conmemoración al nacimiento del autor argentino Leopoldo Lugones (1874-1938). La fecha fue propuesta por la Sociedad Argentina de Escritores, fundada por el propio Leopoldo Lugones, diez años antes de su suicidio.

Cuando caí en la cuenta de la fecha, se me ocurrió compartirla en Facebook y la hice con el posteo que copio abajo.

“Estoy pensando en el Día del Escritor, aunque primero fui lector, y mi viejo me enseñó a leer a los 5 años con el Patoruzú y el Pato Donald, para que no le secara la cabeza para que me los leyera. La de escritor es mi segunda y central vocación. La dejé de lado porque me parecía una forma muy mediada -depende de que me lean- de modificar la realidad. Por eso, fui Profesor -otra forma mediada, pero más concreta- e hice siempre política: la manera más bella de colaborar con que el mundo sea mejor. Feliz Día, escritores (lo estoy siendo en este momento).”

A partir de ahí, se empezaron a mover cosas dentro de mí, recordando mi vida y esa vocación esencial.

Unos días antes había encontrado esta nota en Página 12:

Elias Canetti en el barrio judío de Marrakesh

El corazón perdido de las cosas

Por Juan Forn

https://www.pagina12.com.ar/271789-el-corazon-perdido-de-las-cosas?fbclid=IwAR1KR96NIr43F8rPOqbqSkVYQpxCuqLxoXqQbkw86dF2RCMRSrj0UcXkWIM

En la nota se relata la visita de Canetti a la Mellah en Marrakesh. Me impactaron un par de párrafos:

“En aquella plaza de la Mellah, entre mercaderes tuertos que vendían un solo limón reseco o un puñado de piedras, Canetti vio a unos niños recitando aplicadamente el alfabeto hebreo con su joven maestro y una decena de metros más allá a los cuenteros, rodeados de gente en un doble círculo que seguía el relato pendiente de cada palabra. Su admiración ante semejante poder narrativo fue inmediata. “Los sentí como hermanos más viejos y más sabios. Yo hacía o quería hacer algo así, pero en lugar de vivir de la confianza de mi relato lo había hipotecado todo a la pluma y al papel, a la elucubración interior, solitaria, pusilánime. En cambio, ellos, desprovistos de libros y de todo conocimiento superfluo, sin ambiciones ni sed de prestigio, ejercían con impune plenitud la magia de nuestro oficio”.

Unos pasos más allá, Canetti se reconcilia con la pluma y el papel cuando ve, acomodados contra la pared de la recova, a los escribientes. No hacen nada por atraer a la gente, están ahí sentados, enjutos, con su pequeño escritorio delante, a cierta distancia unos de otros para tener intimidad cuando un cliente se les sienta enfrente y contrata sus servicios. “Escuchaban con una rara intensidad, ajenos al bullicio de la plaza. Esperaban al final sin escribir una palabra, luego se quedaban con la mirada perdida meditando cómo expresar cabalmente lo que les pedían escribir. Desde mi lugar no oía nada, sólo veía la electricidad de la transmigración de esos susurros en palabra escrita. Y el increíble cambio de los rostros cuando el escribiente leía lo que había escrito”.

Ese encuentro con el sentido inicial y esencial de ser narrador me llevó a mi propio encuentro y lo revivió de una manera profunda. Inmediatamente surgió en mí una figura muy antigua: el aedo. Recordé un tema dado al rendir algún Griego en la Facultad de Filosofía de la UNCuyo: “El aedo en la poesía homérica”. Este personaje –memoria de las epopeyas de la comunidad, como el bardo celta o el payador argentino- siempre fue muy fuerte en mí como representación del valor de ser escritor. Y fue un nuevo remezón en este encuentro con aquella vocación que nació conmigo.

Mientras buscaba la nota sobre Canetti, encontré –sin la menor posibilidad de casualidad- con esta nota en Página 12:

EL ESCRITOR EN EL LABERINTO DE LA CREACIÓN

Vicente Muleiro

El inicio decía: “El autor de Adán Buenosayres tuvo una vida marcada por las letras y el compromiso político. Como poeta, novelista y dramaturgo, dejó una vasta obra que inspiró a generaciones de literatos. Como peronista, fue funcionario en Educación y sufrió́ el ostracismo de la proscripción.”

Leí el Adán Buenosayres como texto en Literatura Argentina II. Una obra monumental, distinta de todo lo que había leído, pero mi aprecio por Marechal también se debió a que era uno de los pocos grandes escritores argentinos que era peronista. No entraré en analizar ese tema, pero siempre valoré esa actitud que lo diferenciaba del cenáculo del mundo cultural nacional. Había que tener valor para eso, porque significaba quedar fuera del sistema, y casi condenado al ostracismo.

Fue el golpe final para el reencuentro: Marechal, además de lo dicho, era un buscador metafísico (ya había escrito Ascenso y descenso del alma por la belleza) con una profunda religiosidad católica.

Evidentemente, en un par de días había recorrido los más de 70 años de mi vida, y frente a mí, se erguían una máquina de escribir y un libro.

Recordé que mi primer y único cuento lo escribí en una Lettera y todos los libros y escritos que pasaron por mis manos, y tuve que hacerme cargo de que, en el Día del Escritor, tenía que ponerme de pie y seguir el llamado de lo esencial y profundo de mi vida.

SER ESCRITOR NO ES LO ÚNICO QUE CONSTITUYE LA MISIÓN QUE ME TRAJO A ESTE PLANO, PERO FUE SIEMPRE CENTRAL.

LE HARÉ HONOR. ALLÁ VOY.

FELIZ DÍA, ESCRITORES

¿CÓMO TIENE QUE SER LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN LA “NUEVA NORMALIDAD”

¿CÓMO TIENE QUE SER LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN LA “NUEVA NORMALIDAD”

La frase “nueva normalidad” se escucha por todos lados, aunque no se sepa qué será, y si se la podrá llamar normalidad, por lo menos en el sentido que tenía.

Se multiplican los opinólogos que hablan de que se había escondido la basura debajo de la alfombra y que la pandemia ha sacado todas esas miserias a la luz.

Resulta llamativo que Luis Rosales, aggiornado columnista de América, opine esto cuando fue candidato a Vicepresidente de Espert, que cuestionó el neo liberalismo de Macri porque había sido demasiado tibio y no había tomado medidas que nos hubieran sumergido, aún más, en el desempleo y la pobreza.

Sin embargo, muchos/as habíamos cuestionado y/o denunciado las desigualdades y asimetrías del mundo, y, sobre todo, de América Latina.

Ya los pueblos latinoamericanos habían salido a reclamar un cambio del sistema que les proporcionara mejores condiciones de vida: ingresos dignos, educación, salud, etc. Eso pasó en Chile, Ecuador, Colombia, y ahora, en Brasil.

Sin embargo, el problema no es solo lo económico, porque el tema de la participación ciudadana es clave, y la nota de Rocío Annunziata es útil para que empecemos a pensar en eso y en cómo podremos mejorarla, cualitativa y cuantitativamente, en el mundo después del coronavirus, y, en lo posible, empezar con acciones concretas ahora porque no será fácil lograr que los que propiciaron aquella normalidad injusta y desigual renuncien a sus negativos logros.

SEAMOS REALISTAS: EL MUNDO FUE –Y ES- ASÍ PORQUE ALGUNOS POCOS TRABAJARON PARA ELLO, Y OTROS MUCHOS LO PERMITIERON.

LA GRIETA EXISTIÓ SIEMPRE, POR LO MENOS TRABAJEMOS PARA QUE LOS QUE ESTÁN EN EL LUGAR EN QUE SE SUFRE MÁS SEAN MENOS.

PARA ESO, HACE FALTA MÁS Y MEJOR PARTICIPACIÓN CIUDADANA.

¿Democracia en pausa?

LA NUEVA NORMALIDAD DE LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA

Por Rocío Annunziata Ilustración Sebastián Angresano

https://revistaanfibia.com/ensayo/la-nueva-normalidad-de-la-participacion-ciudadana/

Desde los ’80 hasta la pandemia del Covid-19, las políticas de participación ciudadana se multiplicaron al punto de ser una marca de nuestra región hacia el mundo. La pausa obligada por el aislamiento social plantea nuevos desafíos para que este espacio no se vacíe y reafirme su sentido de justicia social. Rocío Annunziata transcribe la memoria del debate Ciudadanía y Pandemia: ¿la democracia en pausa? del proyecto Partícipes, organizado por Fundación Avina y Revista Anfibia.

Cuando pensamos en la idea de “participación ciudadana” es inevitable imaginar una reunión de muchas personas en contacto unas con otras, ocupando un espacio público y dialogando “cara a cara”. Participación y aislamiento social no combinan nada bien. Por eso, entre las tantas actividades que parecen haber sido puestas en pausa por la pandemia del COVID-19, ésta es una de las que más inquietudes genera a quienes esperan la reactivación en la nueva normalidad.

Las instituciones participativas -instancias promovidas por los gobiernos, sobre todo de nivel local, que invitan a la ciudadanía a tener voz-, no hicieron más que multiplicarse desde las primeras experiencias latinoamericanas de fines de los ochenta, las que pusieron a la región en el lugar del laboratorio de innovación por excelencia en esta materia. América Latina fue emulada por otros continentes, y la expansión de estas prácticas cruzó colores políticos y etiquetas partidarias. Por mencionar sólo el ejemplo de la institución participativa más conocida, el Atlas Mundial de Presupuesto Participativo editado por Nelson Dias, Sahsil Enríquez y Simone Júlio cuenta más de 11.600 experiencias en todo el mundo en 2019.

¿Qué futuro tiene la participación ciudadana en las ciudades? ¿Cómo retomar los desafíos pendientes y los que surgen a partir de esta coyuntura? ¿Qué pueden hacer las ONGs y los gobiernos locales en este contexto? Estas preguntas estructuraron el encuentro Ciudadanía y Pandemia: ¿la democracia en pausa?, organizado por Fundación Avina y Revista Anfibia en el marco del Proyecto Partícipes, el 19 y el 21 de mayo de 2020. Participaron más de 300 miembros de organizaciones de la sociedad civil de Córdoba, Rosario, Mendoza y Buenos Aires, funcionarios locales y público general.

1 La “antigua normalidad” participativa no era ideal

Una de las primeras impresiones que surgen ante la pregunta sobre lo que la pandemia puso en pausa al interrumpir las instancias participativas implementadas en las ciudades es que la normalidad de la participación que conocíamos no era perfecta. ¿Cómo estábamos antes del COVID-19?

Lo primero que habría que decir es que la “normalidad” de las instituciones participativas era seguir expandiéndose. Hay que reconocerlo: muchos las impulsaban como verdaderos insumos para sus políticas, otros como una mera estrategia de imagen. Lo cierto es que la tendencia señalaba la inclusión creciente de este tipo de instancias en los gobiernos locales. Una prueba de ello es la pregnancia que tuvo el paradigma del Gobierno Abierto en la gestión pública.

Que ésta fuera la tendencia no implica que todos esos espacios fueran igual de fuertes, genuinos y transformadores. En algunos casos, la normalización y masificación del paradigma iba de la mano de prácticas muy debilitadas. Por eso la versión más desplegada por el mundo en estos años es la que identifica la participación ciudadana con una herramienta administrativa y despolitizada para conocer las preferencias de la gente y gestionar con mayor eficiencia. Lo que se venía viendo cada vez menos, en cambio, era la puesta en marcha de instancias participativas que fomentaran la creatividad social, el debate y el conflicto, y que tuvieran un horizonte de justicia social.

Esto nos reconduce a dos temas que surgieron en los webinar de Partícipes. 1) Muchas veces las instancias participativas están contenidas en normativas virtuosas y tienen un diseño institucional que hace suponer que habrá una participación sustantiva, pero en la práctica la capacidad de estos espacios de involucrar a los ciudadanos y considerar sus propuestas realmente es muy baja. Virginia Romanutti, de Nuestra Córdoba, citaba el ejemplo de las Juntas de Participación Vecinal de Córdoba para ilustrar instituciones bien diseñadas que no se traducen en buenas experiencias.

2) Las instituciones participativas tienden a estar orientadas hacia las demandas individuales y cuesta pensarlas como ejercicios colectivos, como advertía Luis Cardoso, de Acción Colectiva. La concepción mayormente administrativa de las instancias de participación que surgen “desde arriba” se corresponde con formatos de participación fragmentada, que privilegian que cada participante se lleve algo del proceso, cristalizándose en inquietudes poco diferenciadas de reclamos individuales. Un tema de larga data es que el participante convocado suele ser más el vecino que el ciudadano.

2. La pausa no son cinco minutos

¿Qué consecuencias están teniendo la pandemia y el aislamiento social sobre las instituciones participativas? En el mundo y en Argentina, las miles que estaban funcionando quedaron en suspenso. La reunión de personas en espacios públicos no está a la orden del día, por prohibiciones explícitas o por prudencia sanitaria. A este inconveniente indiscutible se suma el hecho de que, en Argentina, muchas gestiones gubernamentales acababan de asumir cuando llegó la pandemia y estaban recién ideando sus nuevos ámbitos participativos o analizando el estado de las instituciones heredadas.

En las situaciones de excepción los gobiernos tienden a cerrarse y a centralizar las decisiones. Como se advirtió en este encuentro, el argumento de que sería irresponsable o imposible planificar políticas en esta situación de crisis y urgencia es esgrimido por los funcionarios. ¿Cuán factible es escuchar muchas voces para decidir en este contexto? Facundo Heras –de Nuestra Mendoza- explicó que los gobiernos supieron dialogar muy bien con los sectores económicos en la creación de protocolos para habilitar actividades, y que ésto prueba que podrían dialogar de igual modo con las organizaciones comunitarias para atender a las necesidades de los territorios, como las ollas populares.

La combinación de aislamiento social, desconfianza interpersonal y gobiernos que se cierran puede significar un golpe muy duro para las instituciones participativas, que siempre han estado caracterizadas, incluso en la normalidad, por una gran volatilidad y dependencia de los cambios de gestión. Lo más probable es que la gran mayoría de estas instancias no se recuperen en el corto plazo.

3 ¿La “nueva normalidad” será digital?

Una de las estrategias posibles para enfrentar la pausa sería “digitalizarlo” todo, como sucede con mucho de nuestras vidas cotidianas. La incorporación de nuevas tecnologías para la participación en las ciudades ya venía en aumento, pero hoy puede presentarse como una alternativa salvadora. Así lo contaban los funcionarios que intervinieron en el segundo encuentro de Partícipes. Godoy Cruz (Mendoza) está buscando convertir su Presupuesto Participativo en un Presupuesto Participativo online, con el apoyo del Proyecto Cónsul, una plataforma creada por la gestión anterior del Ayuntamiento de Madrid. Este es también el modelo con el que se desarrolla desde 2017 BAElige, que permite cada año a los vecinos de la Ciudad de Buenos Aires decidir el destino de 600 millones de pesos. Rosario, la ciudad argentina cuyas instituciones participativas se han hecho famosas en el mundo, ensaya realizar las reuniones de sus consejos barriales por Zoom.

La posibilidad que brindan las herramientas virtuales están también influyendo en formas de participación que promueven los gobiernos locales más allá de las instituciones participativas propiamente dichas: la comunicación directa con los vecinos a la que apunta Rosario, o el programa de voluntariado Mayores Cuidados que impulsó CABA son buenas ilustraciones. En todo caso, miembros de equipos de gestión de los gobiernos locales coinciden en que los recursos virtuales o digitales formarán parte del paisaje de la “nueva normalidad” de la participación.

Pero no todas las realidades son adaptables a la virtualización o digitalización de sus instancias participativas. La localidad de Maipú (Mendoza), por ejemplo, viene trabajando con un Presupuesto Participativo orientado a las áreas rurales que difícilmente podría transformarse en online. No solo es una cuestión de brecha y conexión. En lo que se refiere a la digitalización de las instituciones participativas la biblioteca está dividida. Algunos expertos se preocupan por si las herramientas digitales tienden a eliminar los momentos de deliberación y debate: es posible hacer propuestas online, es posible votar proyectos online, pero es mucho más difícil discutir ideas y llegar a propuestas colectivas si falta el encuentro “cara a cara”. En este sentido, uno de los desafíos para el futuro de las instituciones participativas será que la incorporación de lo digital no vaya en detrimento de instancias capaces de producir deliberación.

4. Puede ser una pausa creativa

El paréntesis en el que se encuentran las instituciones participativas puede representar también una oportunidad, una pausa creativa en la que surjan herramientas que terminen por mejorar algunos aspectos de la “antigua normalidad” de la participación. Otro ejemplo: quizás los Presupuestos Participativos digitales atraen una participación social más numerosa, y no sólo a quienes participan siempre, que disponen del tiempo para trasladarse y estar, como notan en la ciudad de Godoy Cruz.

Aquí está la otra parte de la biblioteca: la participación online puede ser más inclusiva en la medida en que se integra más fácilmente a la vida cotidiana y no exige la presencia física en horarios imposibles para muchos. Otro ejemplo es el que acabamos de mencionar de los encuentros de consejos barriales por Zoom; ¿podrán estos formatos revertir la difícil relación entre lo online y la deliberación?

Encontrar formas para mantener latentes las instancias participativas es el imperativo actual. Pero a la vez podemos usar la pausa para repensar la normalidad. Como sostuvo Matías Bianchi, de Asuntos del Sur, citando a Bruno Latour: “si todo está en crisis, podemos rediscutir todo”.

En la primera conversación Estrategias de la sociedad civil para sostener la participación ciudadana (19/5/2020) estuvieron Virginia Romanutti de Red Ciudadana Nuestra Córdoba (Córdoba); Matías Bianchi de Asuntos del Sur (Buenos Aires); Luis Cardoso de Acción Colectiva (Rosario) y Facundo Heras de Nuestra Mendoza (Mendoza). Moderó Hinde Pomeraniec.

En la segunda conversación Los gobiernos locales ante las demandas ciudadanas de participación (21/5/2020) disertaron Alejandra Torres (Secretaria de Planeamiento, Modernización y Relaciones Internacionales de Córdoba); Fernando Straface (Secretario General de Relaciones Internacionales de CABA); Laura Bartolacci (Subsecretaría de vinculación ciudadana de Rosario); Martín Appiolaza (Director de Prevención, Participación Comunitaria y Derechos Humanos de la Municipalidad de Godoy Cruz, Mendoza) y Gabriela Riveros (Directora de Planificación Estratégica de Municipalidad de Maipú, Mendoza). Moderó Hinde Pomeraniec.

LA CAMPAÑA CONTRA LA CUARENTENA, O SEA CONTRA LA SOCIEDAD ARGENTINA

LA CAMPAÑA CONTRA LA CUARENTENA, O SEA CONTRA LA SOCIEDAD ARGENTINA

He elegido esta nota de Zaiat porque es categórica en cuanto a la descripción de esta fuerte movida del macrismo residual, los medios amigos y los trolls y bots que manejan la campaña en las redes.

Creo que es un sector minoritario de la sociedad el que apoya esta embestida contra la estrategia que, hasta ahora, nos ha venido guardando de vivir situaciones trágicas como otros países del mundo, pero esta campaña –que incluye noticias falsas de revueltas populares- le da una dimensión mucho mayor.

No estoy minimizando la dura situación que vive Argentina como gran parte del mundo, sino que la gente sigue bancando la cuarentena porque cree que es lo mejor que se puede hacer para preservar la salud pública.

Con esta entrada intento colaborar con esa gente que está sufriendo tanto, para que no se desanime por creer que tanto sacrificio es en vano, y piense que el Gobierno está equivocado y que hay que romper la cuarentena.

NO ES ASÍ, Y EN LA ENORME MAYORÍA DEL PAÍS, COMO EN MENDOZA, LA CANTIDAD DE INFECTADOS ES BAJA, Y SE ESTÁ AVANZANDO EN LA APERTURA, PERO CON LA NECESARIA PRUDENCIA QUE REQUIERE LA SITUACIÓN.

NO CREAMOS A QUIENES NO LES IMPORTAN LOS MUERTOS QUE COSTARÍA ESA APERTURA IRRESPONSABLE.

Dispositivo mediático de confusión sobre la situación social, política y económica del aislamiento social

Campaña anticuarentena, fake news y culto a la muerte

https://www.pagina12.com.ar/268184-campana-anticuarentena-fake-news-y-culto-a-la-muerte

La militancia anticuarentena, que lidera el Grupo Clarín con sus diarios, radios y canales de televisión, seguido por La Nación, el Grupo América e Infobae, es tan irresponsable socialmente como mezquina en términos políticos e ignorante de la cuestión económica. Desprecian el destino sanitario de las personas mayores y de los grupos socioeconómicos vulnerables.

Por Alfredo Zaiat

Es tan potente el dispositivo mediático del poder económico que es necesario hacer aclaraciones obvias.

Quién puede estar contento o cómodo cuando se alteró en forma tan fuerte la rutina y los vínculos personales y familiares.

Quién puede estar feliz si por la cuarentena y por precaución no se está viendo a los padres ni hay reuniones con amigos.

Quién no está angustiado, ansioso y preocupado por la violenta alteración de la vida cotidiana.

Es tan evidente el hastío por esas restricciones que genera incomodidad tener que aclararlas para señalar que la campaña anticuarentena, que lidera el Grupo Clarín con sus diarios, radios y canales de televisión, seguido por La Nación, el Grupo América e Infobae, es tan irresponsable socialmente como mezquina en términos políticos e ignorante de la cuestión económica.

Todo es debatible en democracia, pero no se transita el sendero de la racionalidad, en caso de ser bienintencionados, y de la honestidad intelectual, en muchos otros dedicados al entretenimiento periodístico, cuando se hace gala de la soberbia de la ignorancia al desafiar la evidencia científica y empírica. La controversia con la militancia social y periodística anticuarentena se parece a las discusiones delirantes con grupos terraplanistas y antivacunas.

Con fake news y apelando a la angustia personal por la cuarentena, lo que hacen es una provocación abierta a que una parte de la sociedad, atrapada por el cansancio, el miedo económico y la confusión, termine despreciando el destino sanitario de las personas mayores y de los grupos socioeconómicos vulnerables.

Trabajan para que la mayoría de la sociedad acepte que los adultos mayores y pobres se mueran por coronavirus. Esto es lo que ha sucedido en Suecia, Italia, España, que han dejado morir a las personas mayores contagiadas porque sus respectivos sistemas sanitarios han colapsado; o en Estados Unidos y en Brasil, donde el coronavirus se concentra en pobres e inmigrantes.

Existen datos objetivos, irrefutables, que muestran cuál es el saldo sanitario de la opción anticuarentena. El saldo es un desastre humanitario, fosas comunes, cementerios desbordados y, además, derrumbe económico.

La sociedad argentina posee una larga y rica historia de movilizaciones y resistencias sociales y políticas que no soportaría cantidades de contagiados y muertes como se anotan diariamente en Brasil, Chile, Perú, Italia, España, Gran Bretaña o Estados Unidos.

El objetivo político de los militantes anticuarentena es erosionar entonces la elevada aceptación social y política que hoy tiene el gobierno de Alberto Fernández. La campaña la lideran grupos conservadores porque les irrita que CFK y el kirchnerismo tengan un papel destacado en la alianza de gobierno.

O sea, la obsesión patológica con CFK y, fundamentalmente, lo que ella representa en términos de disputa histórica por el tipo de proyecto de país, no respeta ni el riesgo de vidas por la pandemia global.

Si se analiza la historia argentina, se descubre que los sectores reaccionarios no han respetado la vida, más bien son cultores de la muerte de los desvalidos, vulnerables y rebeldes: el combate a los gauchos, la matanza de comunidades indígenas en la Campaña del Desierto, la persecución y muerte de anarquistas y socialistas a principios del siglo pasado, el “Viva el cáncer” de Evita, el bombardeo a civiles en la Plaza de Mayo, los fusilamientos de José León Suárez, hasta la muerte y desaparición de miles de personas en la última dictadura militar.

¿Por qué sería diferente ahora con la pandemia del coronavirus?

Ahora bien, es evidente que la economía está sufriendo y mucho con la cuarentena. Pero no sólo sufre la economía argentina; la economía mundial ha colapsado.

Cada uno de los países en crisis está viendo cómo encontrar una “nueva normalidad” en el funcionamiento de la economía. También se la está buscando en Argentina. Mientras, el Estado tiene que mejorar en rapidez y eficacia la inmensa red de contención previsional, social y económica (empresas y trabajadores) que se diseñó para la emergencia.

Es una obviedad que la cuarentena tiene costos económicos, pero la apertura como la piden los anticuarentena también los tiene. La economía no se recuperaría si se terminara de un día al otro el aislamiento social preventivo y obligatorio en la región del AMBA. El aumento exponencial de contagios y el crecimiento geométrico de muertos siguientes paralizaría también a la economía.

Es necesario ir adaptando el funcionamiento del sistema económico a esta nueva realidad en los lugares de trabajo y en los medios de transporte.

Nadie se enamora de la cuarentena. Es una mentira más que se suma a la extensa lista de fake news del dispositivo mediático dominante. La estrategia argentina fue preparar el sistema de salud luego del desastre dejado por los gobiernos de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal, para luego ir abriendo con prudencia en los lugares donde hay pocos o ningún caso y concentrando la atención en el Área Metropolitana porque es la zona de más riesgo.

Se sabe que la cuarentena no es la solución; es un paliativo. La solución es una vacuna o un tratamiento que baje radicalmente la mortalidad del coronavirus. Todavía no hay vacuna ni ese tipo de tratamiento médico.

Somos contemporáneos de un evento extraordinario, como es esta pandemia global. No es algo que se elige; es una crisis con la que se tiene que aprender a convivir, situación personal y emocional que no es fácil, pero que exige reafirmar que el camino en sociedad no es el individual del sálvese quien pueda, sino el colectivo de cuidarse para cuidarnos y de ser solidario con el otro.