Me llamó la atención el título de la nota, y la leí con cuidado, aunque no es corta. Bunge se caracteriza por sus declaraciones provocadoras, y tiene adeptos y detractores.

La nota alterna elogios y críticas al peronismo -a Argentina también-, y me interesaron algunos fragmentos que reproduzco, pero está el link para el que le interese leerla completa.

Estoy de acuerdo con la afirmación que sirve de título, aunque seguramente los anti peronistas protestarían con ganas. El otro día veía unas encuestas en la que le preguntaban a peronistas y macristas a quién nunca votarían: el 14% de los peronistas eligió al macrismo, pero el 72% de los macristas mencionaron al peronismo. O sea que el macrismo es centralmente antiperonista lo que garantiza el rechazo a una afirmación como la del título, y asegura que la “grieta” se va a mantener.

Sin embargo, el peronismo es lo que nos hace diferentes, aunque hay otras expresiones de populismo latinoamericano semejantes. La diferencia es que el peronismo ha sido –y vuelve a serlo- Gobierno, y Bunge menciona algunas de las políticas y hechos positivos que hay en Argentina desarrolladas por los Gobiernos peronistas. Si analizamos, por ejemplo, el papel que tienen las organizaciones gremiales, podremos ver una diferencia clave respecto de otros países.

Me parece importante destacar el concepto del título, porque muchas cosas que el neo liberalismo capitalista que intentó gobernarnos descalificó e intentó erradicar son las que nos permiten desarrollar un país más justo para la mayoría de los argentinos, aunque la pobreza alcance niveles tremendos.

Comprendamos al peronismo para valorar y defender todo lo que nos hace un mejor país. Cambiemos lo que no sirva para eso, pero no aceptemos que nos quiten la educación y la salud públicas, o una jubilación justa, o un proyecto económico que genere el trabajo que necesitamos.

Es lo único útil en esta etapa crucial y difícil: entender qué es lo mejor para el país, pero mirálo vos, no dejés que ningún programa de televisión te maneje la opinión. Buscá otras miradas, otros criterios.

De última, tiene que ver con tu vida y la de los tuyos. Vale la pena.

“El que no entiende el peronismo no entiende la Argentina”

https://www.lanacion.com.ar/opinion/el-que-no-entiende-el-peronismo-no-entiende-la-argentina-nid1245326?fbclid=IwAR0b27SfW5akyZF_XMFGl1k01TuGKDmbBzpYerZ7MJhKC4sWd6Szd28HNAQ

21 de marzo de 2010 

Mario Bunge (físico, filósofo y epistemólogo)

“-Éramos tan apasionadamente antiperonistas que no fuimos capaces de hacer un análisis objetivo del peronismo. Más aún, usábamos categorías políticas europeas. Creíamos que el peronismo era una forma de fascismo. Y no lo es: es original, es un tipo de populismo. Creíamos también que Perón era bruto. Es falso. Era inteligente, no sólo habilidoso, y tenía cultura histórica, al fin y al cabo, era profesor de historia militar en el Colegio Militar. Lo menospreciamos y por eso no lo entendemos. Gino Germani, que fue el fundador de la sociología moderna en la Argentina, se fue del país en 1966 y al año siguiente me visitó en Montreal. Le pregunté: “¿Por qué te fuiste de la Argentina? ¿Por la persecución? No -me dijo-, me fui porque fui incapaz de entender al peronismo. Todavía hoy no lo entiendo”. Y es así: quien no entiende al peronismo no entiende el país.”

“-Algunos imaginaron que la crisis financiera internacional iba a permitir que surgiera un capitalismo distinto, más “sensible”. ¿Estamos a tiempo de esperar algo semejante? -Hubo cosas positivas y negativas. Hay que empezar por averiguar por qué China y la India son los dos únicos países en el mundo cuya economía ha crecido en los últimos doce meses. Ambos son proteccionistas y no son neoliberales. La India se ha salvado de los tsunamis financieros, en particular, porque regula el mercado financiero y no permite las especulaciones. Y a China le falta democracia, pero también está avanzando en ciencia y técnica a pasos agigantados. A propósito de esto, ¿sabe cómo se manejan las finanzas internacionales en este momento? Hay un cuento que lo ilustra. En un pueblo turístico de Europa, llega de pronto un alemán muy rico al único hotel del lugar, deja en el mostrador un billete de cien euros y le dice al dueño: “Me gusta mucho el lugar y quiero estudiar la posibilidad de pasar una semana acá. ¿Me permite mirar las habitaciones?” “Sí, suba, las habitaciones están todas abiertas”, le responde el dueño del hotel, que sale corriendo y le lleva el billete de cien euros al carnicero para saldar una deuda. El carnicero sale corriendo con el billete para pagarle al proveedor de alimentos para sus cerdos. A su vez, el proveedor de alimentos para cerdos va corriendo con ese billete y le paga a la prostituta una deuda por sus servicios. La prostituta toma el mismo billete de cien euros y lo deja en el mostrador del hotel para pagar la deuda que tiene por haber alquilado las habitaciones. Entonces, al cabo de un rato, baja el turista alemán y le dice al dueño del hotel que no le gusta ninguna de sus habitaciones, toma el billete y se va. Han transcurrido nada más que cinco minutos, nadie hizo nada, nadie produjo nada, pero todo el mundo está feliz porque todas las deudas han sido saldadas (risas). En esto consisten las grandes finanzas. Detrás de estas grandes manipulaciones no hay nada. Hay gente que se arruina, pero nadie se beneficia. Es monstruoso.”