POR ADOLFO ARIZA

Como me había dado cuenta de que los aspectos negativos de Milei a mucha gente no le hacían cambiar su opinión de votar al que creía más lejano al sistema político (el “anti-casta”), llegué al balotaje tratando de acomodar mi cabeza al peor de los resultados, a mi entender –total, si ganaba Massa, lo iba a disfrutar todavía más- y asimilé el triunfo de Milei con relativa tranquilidad.

Sin embargo, quiero hacer algunas reflexiones.

Me cuesta remontar esta situación de tener un presidente electo que solo ha anticipado todo lo que va a destruir (aunque la lista inicial se modificó, se volvió a modificar y antes de las elecciones prometió hacer mucho menos de lo del comienzo).

El martes anunció “que privatizará los medios públicos, Radio Nacional, la TV Pública y la agencia de noticias Télam, la más grande del país.” (https://www.pagina12.com.ar/637584-las-principales-definiciones-de-javier-milei-tras-ser-electo).

En su primer discurso como Presidente electo, dijo que no habrá gradualismo, por lo tanto, es esperable una catarata de leyes y decretos para el 10/12/2023, apenas asuma.

Conclusión: sin un plan consistente, sino enunciados (reducir la inflación en un par de años, volver a ser el primer país del mundo en unos 35 años), va a comenzar a usar la motosierra, imagen que descartó por electoralismo, pero que lo representa de cuerpo entero. Si alguien tiene dudas, tómese el trabajo de releer lo que ha dicho en estos años de veloz ascenso de LLA.

Merece un comentario lo de volver el país del siglo XIX, “que nunca debimos dejar de ser”, o algo así, y la referencia a Alberdi como padre de la patria y del liberalismo argentino.

Cuesta pensar que Argentina deba volver a ser un país agroexportador, y descartar el desarrollo científico tecnológico que nos permite ser uno de los pocos países que coloca satélites en órbita, por ejemplo.

¿Deberíamos volver a tener a Francia como modelo cultural, y a Inglaterra -la Nación pirata que es nuestra enemiga, y que ocupa Malvinas- como modelo económico?

¿Deberíamos dar la espalda a América Latina?

¿Qué tienen que ver las ideas de Milei con Alberdi ?

Alberdi tiene algunas rimbombantes frases sobre la libertad, pero que son declaraciones que no determinaron la política argentina, ni la hicieron el primer país del mundo.

  • “La omnipotencia del Estado es la negación de la libertad individual.
  • El impuesto aduanero es un gravamen a la civilización.
  • La democracia es la libertad constituida en gobierno, pues el verdadero gobierno no es más ni menos que la libertad organizada.
  • Las personas que esperan su felicidad de la mano de los Gobiernos, esperan una cosa que es contraria a la naturaleza.
  • La riqueza de las naciones es obra de las naciones, no de sus Gobiernos.” (https://www.ambito.com/politica/cuales-fueron-las-ideas-juan-bautista-alberdi-que-elogia-javier-milei-n5879842)

Ahora, trasladar esas declaraciones al modelo anarcocapitalista que plantea Milei, parece un exceso solo utilizable para discursos incendiarios porque la complejidad del mundo y la sociedad no puede resolverse con algunos enunciados discursivos.

Por ejemplo, el economista desconoce cómo funciona la dinámica del comercio exterior. Dijo que no iba a establecer relaciones diplomáticas con Brasil y China, principales socios comerciales de Argentina, a raíz de las diferencias ideológicas que mantiene con los gobiernos de Lula y de Xi Jinping, respectivamente; que cree “en el comercio internacional” pero que el Estado “no tiene que interferir en las relaciones comerciales”, y consideró que “el Mercosur no tiene calle de salida, está atascado.”

He leído algunos tuits burlones sobre algún empresario escribiéndole a Xi Jimping para venderle a China, y hay que reconocer que sostener que el comercio internacional no es entre Gobiernos, y que se puede reemplazar con triangulaciones con países que son paraísos fiscales, es de una ingenuidad (dicho con afecto) e ignorancia total.

¿Qué es el anarcocapitalismo?

“El anarcocapitalismo (conocido también como anarquismo de libre mercado, anarquismo libertario, anarquismo de propiedad privada o anarcoliberalismo) es una filosofía política que promueve la anarquía — entendida como sociedad organizada sin Estado — y la protección de la soberanía del individuo por medio de la propiedad privada y el mercado libre.” (https://es.wikipedia.org/wiki/Anarcocapitalismo#:~:text=Liberalismo%20cl%C3%A1sico,-La%20primera%20fuente&text=Las%20personas%20pueden%20adquirir%20nueva,con%20la%20soberan%C3%ADa%20del%20Estado.)

Como declaración de discurso partidario, o charla de café, puede funcionar, pero es un planteo muy peligroso. Recordemos la defensa de la libre portación de armas, o el comercio de órganos, o la negación del cambio climático.

Otro factor que agrava esto es el posicionamiento ideológico de una derecha que quiere volver a discutir temas que la sociedad y la Nación argentinas cerraron hace mucho tiempo ya (Nunca más). Al mismo tiempo, se deja de lado –y es muy grave- la multipolaridad del mundo y los posicionamientos geopolíticos actuales, para alinearse con la EEUU (y la OTAN, claro) e Israel.

¿Qué quieren? ¿Otra AMIA?

Entonces, ¿cómo entender que el 55,7% de los argentinos lo haya elegido, prefiriéndolo a una propuesta mucho más consistente como la de Massa?

Aclaro que estoy analizando solo el balotaje, o sea la elección de Massa o Milei, si no, es imposible comprender cómo funciona el sistema electoral argentino.

El día antes de la elección, en las redes aparecieron posteos que decían: “Entre el chorro y el loco, elijo al loco.” Es llamativo que se llame a elegir como Presidente a un loco, incluso alguno lo mejoró hablando de loco creativo, sin nada que lo justifique, a menos que sea creativo decirle “zurdo asqueroso” y “representante del Maligno” al Papa.

Entonces, ¿cómo entender este voto que nos lleva a afrontar, además de todos los problemas que tenemos, durísimos ajustes innecesarios, como sería el de la dolarización.

Ecuador, El Salvador y Panamá son los tres países de la región que tienen sus economías dolarizadas. Sus economías ganaron estabilidad y evitaron devaluaciones repentinas, aunque también tienen fallas que generan fuerte disconformidad en la población. (Fuente TN Internacional)

¿Se acuerdan del 1 a 1 de Cavallo?

Suena parecido, ¿no?

Terminó con la peor crisis de la historia contemporánea argentina: la del 2001.

Encontré esta nota que intenta explicar el voto a Milei en https://www.pagina12.com.ar/652537-la-primacia-del-voto-castigo-y-el-reclamo-de-un-cambio

El autor analiza lo que la gente pensaba y sentía por el Presidente electo.

Por ejemplo, indica: “Casi el 60 por ciento de los consultados afirmaron que “las instrucciones del FMI condicionan la política económica y empeorarán más la crisis”. Esa era la postura expresada por Massa. Lo que sostenía Milei (“las instrucciones que da el FMI son la única forma de estabilizar la economía”), era respaldado por una minoría del 33 por ciento.”

O sea que no fue que Milei expresaba el pensamiento de los/las argentinos/as, sí de su base libertaria, pero eso no explica su triunfo electoral.

¿Entonces?

“Sin embargo, el consultor Jaime Durán Barba suele decir que “la gente está por el cambio” en la mayoría de los países del mundo, aunque en sí misma es una consigna vacía: “gran parte de los latinoamericanos estamos por un cambio que luego archivamos para pedir otro cambio. Las redes crearon una actitud negativa, en especial después de la pandemia”. Por lo tanto, más allá de propuestas y características de Milei, el voto refleja esa demanda de cambio y protesta.” (En la misma nota)

Esto me parece una explicación válida. Es más, mi experiencia personal la ratifica y consolida, con rasgos llamativos. Entablé una charla con mis nietos porque supe que en las PASO votaron a Milei. Les expliqué lo que significaría para nuestra vida la aplicación de lo que proponía el entonces candidato. Inclusive llevé mi planteo a la vida familiar nuestra, de sus padres, y de ellos mismos, y no tuve respuesta positiva. Plantearon argumentos muy millennials, como que eso no me va afectar a mí, que el genocidio era algo del pasado.

De todos modos, con sus padres pasó algo semejante: la voluntad de terminar con una etapa o situación se llevó puesto todo.

Es cierto que hay cosas que vienen desde el 2201: “que se vayan todos”, aunque, extrañamente, lo cantaban el domingo los seguidores de Milei en el primer discurso del Presidente electo sin tener en cuenta que este había acordado con Macri y la Pato Bullrich, a los que es muy difícil dejar afuera de la “casta”.

Algo sucedió que anestesió las defensas de una buena parte de la sociedad urbana y los llevó a elegir a Milei sin analizar nada y sin que importaran ni siquiera los intereses personales, como, por ejemplo, el efecto que tendrían esas medidas en sus jubilaciones no demasiado lejanas.

Es claro que el rechazo a un Gobierno que no pudo o supo solucionar los graves problemas que padecemos los/las argentinos/as, fue un factor muy importante.

También hay que mencionar la estrategia del macrismo desde antes del 2014 (desde un planteo del mismo Durán Barba) de lograr que la sociedad odiara al peronismo (la insistencia en llamarlo kirchnerismo es una manera de quitarle valor), lo cual colaboró mucho en que la gente votara a Macri.

Funcionó, y Macri fue Presidente, y la estrategia siguió vigente, usando los medios periodísticos afines, y las redes.

Fue efectivo, y mucha gente odió –y odia- a la política en general, y al peronismo en particular.

De ese conjunto de factores salió un triunfo que no creo que la coalición de LLA tuviera como probable en los momentos iniciales. Evidentemente, hay un mérito importante de Milei al comprender cuál era el humor de la sociedad argentina y potenciar temas que se dan en otros lugares, como el de la “casta”, para agregarlos a su propuesta política.

Todo esto explica el triunfo electoral, pero deja los interrogantes y preocupaciones sobre las consecuencias que va a tener la gestión Milei en la vida de los/las argentinos/as.

Es difícil ser optimista: Milei dijo que el costo de eliminar el déficit fiscal (algo muy valioso) lo va a pagar la política. Sin embargo, es imposible que, con eso, se pague el déficit; por lo tanto, el resto va a salir del ajuste presupuestario, y va a ser sobre la seguridad social, salud, educación.

Milei dijo que ese proceso va a llevar entre diez y ocho y veinticuatro meses.

No parece viable ni soportable, y tendremos que esperar para conocer qué será de nuestra vida.

No tengo intenciones de ser negativo, porque vivo en el mismo barco, pero me parece inevitable que ese ajuste profundice los problemas económicos que sufrirán sobre todo los más vulnerables. Sabemos cómo sigue esto: cierre de empresas, pérdida de empleos, recesión, ya lo vivimos.

Habrá reacciones sociales, y Milei prometió represión (Macri llamó “orcos” a los defienden sus derechos).

No hace falta ser negativo para sentir que se avecinan tiempos difíciles.

Si alguien tiene aportes para hacer a esta entrada, sería muy bueno que lo hiciera.

DIOS Y LA VIRGEN PROTEJAN A ARGENTINA Y A LOS/LAS ARGENTINOS/AS

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