En entradas anteriores he planteado, frente a las hipótesis sobre cómo será el mundo después del coronavirus, que hay alternativas desde América Latina. En el mundo después del coronavirus (https://www.miradasdesdemendoza.com.ar/2020/04/06/el-mundo-despues-del-coronavirus/), hablé de “Populismos latinoamericanos” haciendo una breve reseña histórica, y resaltando al Peronismo como un proyecto válido por su trayectoria y su presente. En La economía para Francisco (https://www.miradasdesdemendoza.com.ar/2020/03/20/la-economia-para-francisco/) subí una nota que me había mandado Humberto Podetti en la que se desarrollaba el pensamiento de Francisco que fue planteado en el encuentro que se realizó en Asís, en marzo de 2020, en el que el Papa convocó a economistas a hacer un pacto común. Ese pensamiento, y cito lo que escribimos en esa entrada, se elabora “con las categorías del pensamiento latinoamericano (principalmente, el pueblo como sujeto de la historia y el papel substancial de las periferias en el diseño de un futuro universal)”

Me pareció que estas alternativas merecían profundización y desarrollo, y le pedí al mismo Humberto Podetti (un gran representante del pensamiento latinoamericano), materiales para presentar al Peronismo como una alternativa, no solo válida, sino también la mejor que podríamos desarrollar en América Latina para proponer un proyecto continental que tenga chances para construir un espacio no residual como es ahora para los países centrales, sino en el que los latinoamericanos tengamos una mejor calidad de vida, y, como dicen las tres banderas justicialistas: Soberanía Política, Independencia Económica y Justicia Social.

Humberto me mandó este aporte, escrito rápidamente, que transcribo abajo, porque es una excelente síntesis

“No hay dudas de que el modelo peronista del 45 al 55 es el modelo para el futuro. Pero eso no era el estado de bienestar, que fue el proyecto surgido en Europa a partir del Plan Marshall y la decisión de dejar atrás tres siglos de guerra en Europa. Fue nuevamente un modelo del centro a costa de la periferia. Ese modelo peronista es el proyecto político de Francisco, que, por supuesto no es exclusivamente peronista, sino fruto de los muchos otros aportes de los movimientos populares latinoamericanos. Por cierto, que fue universalizado y desprendido de sus localismos para ser comprendido por todos. El proyecto integral es un estado continental industrial, con industrias localizadas y organizadas continentalmente, sistema de democracia directa, donde el pueblo delibera y gobierno por los medios que hacen posible la expresión de su voluntad, una comunidad organizada continentalmente, con parlamentos de doble representación (representación política y representación social), mercado libre y equilibrado en la capacidad de negociación de ambas partes y sanción para el abuso de la posición dominante o las cláusulas abusivas, relocalización de la población mediante estímulos de propiedad, tecnología, comunicaciones, etc., tecnología sometida a aprobación social, medidas de fomento para el trabajo, el acceso a la propiedad, la educación en todos sus grados y a la salud que comienza por la posibilidad de una vida digna en un ambiente natural sano. La segunda parte es la reforma del sistema global, propiciando la reforma de todos los organismos internacionales ONU, OIT, OMC, FM, BM, para ponerlos al servicio de trabajo, propiedad, tecnología, conocimiento, etc. para todos los habitantes del planeta.”

HUMBERTO PODETTI (abril de 2020)

Está claro, y lo he manifestado varias veces en las redes, que esta construcción deberá ser hecha con la participación de todos los actores –individuales o sectoriales- que quieran realizar ese proyecto.

LOS LATINOAMERICANOS TENEMOS QUE PENSAR QUÉ MUNDO QUEREMOS Y ACTUAR EN CONSECUENCIA, SI NO OTROS LO DECIDIRÁN POR NOSOTROS.