PASO 2021: CAÍDA Y ASCENSO DEL VOTO PERONISTA

PASO 2021: CAÍDA Y ASCENSO DEL VOTO PERONISTA

En las elecciones del domingo 12 de septiembre me pasó algo inusual: el resultado me sorprendió. En la previa no había mucha información firme: pocas encuestas, variables que uno no sabía cómo se definirían, por ejemplo, el modo en que votarían los vacunados, el hecho de que las PASO son elecciones de medio término con particularidades difíciles de anticipar en estas circunstancias inéditas, pero desde el sábado comenzaron a filtrarse de datos de fuentes confiables que auguraban alrededor de cuatro puntos de ventaja para el FdT, lo que fue confirmándose en la tarde del domingo.

Por eso, cuando Wado de Pedro anunció que estaban los resultados del 60% de las mesas, y vi la ventaja de JxC –que nunca se modificó- quedé sorprendido.

Hace un rato encontré esta nota en Página 12:

PASO 2021: los encuestadores y las razones de la caída del voto peronista

Raúl Kollmann

https://www.pagina12.com.ar/368174-paso-2021-los-encuestadores-y-las-razones-de-la-caida-del-vo

Comprobé que no era el único sorprendido:

“En la previa de las PASO hubo muy pocas encuestas: las fuerzas políticas se reservaron el dinero para las elecciones de noviembre. Aun así, todos los sondeos de Provincia de Buenos Aires daban arriba al Frente de Todos (FdT) por cuatro o cinco puntos. El propio domingo hubo dos encuestas en boca de urna.

La del oficialismo la hizo el CEOP, que encabeza Roberto Bacman: adelantaba siete puntos a favor de Victoria Tolosa Paz-Daniel Gollan. La de Juntos por el Cambio (JxC) no tiene autor conocido. Pero a las 18, desde las oficinas de Horacio Rodríguez Larreta enviaron el pronóstico final: 38,6 por ciento para el FdT y 34,7 para la sumatoria de las dos listas de JxC. La fuerza amarilla no quiso revelar quién hizo la encuesta, pero le asignaba el triunfo por cuatro puntos al peronismo.

Bacman –en diálogo con Página/12– sostuvo que “evidentemente hay un fenómeno profundo que las encuestas no sirvieron para detectar. No hubo error en el voto de JxC: pronosticamos 36 y fue 38, seguramente porque Facundo Manes consiguió dos puntos más de lo que analizamos. También fuimos precisos en el bajo voto de Florencio Randazzo y José Luis Espert, además de los cinco puntos de la izquierda. El gran problema fue el voto del peronismo. Es evidente que hubo una masa de votantes del FDT que no fue a votar. Y no lo hizo por bronca, por descontento, porque no recibió ninguna de las asistencias que hubo frente a la covid, porque perdió su trabajo o changa y, en el tercer cordón, la lluvia de diez días seguidos, también jugó un papel en el ausentismo o en el voto en blanco de ese voto que siempre fue para el peronismo.

Parece obvio que no hubo dolo –manipulación– en los diagnósticos porque el encuestador de Juntos no tendría razón para perjudicar a la misma fuerza que lo contrató. Es decir que la cuestión es más de fondo: las encuestas están con graves problemas –no es de ahora– para percibir lo que sucede en determinados escenarios políticos y cuando hay situaciones de bastante paridad.

Los que realizan los sondeos presenciales se encuentran con accesos difíciles en barrios de clase media y también en los más humildes. Las telefónicas tienen problemas ante la paulatina desaparición de los fijos, sobre todo en hogares de bajos recursos; en los celulares, la gente es reacia a contestar y el uso de muestras de las redes recién está en sus comienzos.

Los consultores, en general, afirman que tienen factores de corrección para cada uno de los métodos. En las bocas de urna –hechas a la salida de los colegios– el gran problema es interpretar a los que se niegan a contestar.

Entre los encuestadores hay unanimidad en que el problema mayor fue la detección de la caída del voto peronista. Lo que sacó JxC se parece a lo obtenido a nivel nacional en 2017 y 2019: cerca del 40 por ciento nacional.”

Que JxC no saque más del 40% histórico, cuando llevás dos años terribles de Gobierno, es un dato importante; es más, diría que, arrojando una mirada histórica a lo que vivió Argentina (como el mundo), podría haber sido peor.

Por supuesto, JxC lo venderá como un enorme triunfo y el preanuncio de la derrota del FdT en noviembre y en el 2023, como marcan los manuales, pero tenemos que tratar de ver lo mejor posible la realidad en que vivimos.

En la misma nota se mencionan varios comentarios de algunos consultores sobre lo que pasó:

“Mucho votante del FdT está enojado porque se frustró la expectativa de cambio en la economía. Influyó la pandemia, pero están decepcionados” (Bacman).

El núcleo duro se mantuvo firme y comprendió la pandemia. Pero hay un núcleo más volátil, que votó sucesivamente a Sergio Massa, Francisco De Narváez o Florencio Randazzo que esta vez no fue a votar” (Facundo Nejamkis).

Las consecuencias de la pandemia fueron notorias, entre ellas la no-presencialidad escolar. Fue muy difícil de manejar para las familias. Buena parte de los alumnos apenas se manejaban con un celular y las maestras tuvieron dificultades. Es distinto a las posibilidades en los países desarrollados. Desorganizó muchísimo” (Nejamkis).

Si se perdió en La Pampa y en todas las provincias limítrofes, Buenos Aires, Mendoza, Córdoba, significa que hay un tema económico más general y, además, una cuestión con la política hacia el campo. Se prometió encender la economía y no se pudo por la pandemia y también por falencias en la ejecución. Se prometió unir a los argentinos y no se pudo avanzar: hubo momentos con Horacio Rodríguez Larreta, pero se terminó frustrando” (Hugo Haime).

Es muy difícil con el asado a mil pesos. Eso es parte de la demanda económica insatisfecha. Desde ya que la pandemia repercute negativamente, pero hubo desaciertos en la conducción” (Analía Del Franco)”

También se pueden mencionar factores más difíciles de dimensionar, como la fiesta de Olivos, pero son negativos y suman en contra del Gobierno.

Me parece importante el hecho de que en el FdT no había que dirimir candidaturas, y en JxC, sí, lo que le dio más interés a la participación y a la emisión del voto. En la nota lo plantean así:

“También hay otros dos factores más estructurales señalados por los encuestadores. Las competencias en Juntos por el Cambio, entre Diego Santilli y Facundo Manes; María Eugenia Vidal y Ricardo López Murphy; Luis Juez y Mario Negri y varias otras competencias en distintos distritos, potenciaron a la alianza. Hicieron más atractivo el voto: “Hubo mucha oferta”, definieron.

Del otro lado, se afirma que muchos intendentes del peronismo exhibieron cierta pasividad: “Estamos mirando”, argumentaron. No se jugaban demasiado en las PASO, sí se jugarán la integración de los consejos deliberantes en noviembre.”

De todas esas opiniones, la de Bacman me parece un análisis correcto:

“El gran problema fue el voto del peronismo. Es evidente que hubo una masa de votantes del FDT que no fue a votar. Y no lo hizo por bronca, por descontento, porque no recibió ninguna de las asistencias que hubo frente a la covid, porque perdió su trabajo o changa y, en el tercer cordón, la lluvia de diez días seguidos, también jugó un papel en el ausentismo o en el voto en blanco de ese voto que siempre fue para el peronismo”.

Otro tema que habría que analizar es por qué el éxito de la vacunación no movió más la balanza para el lado del Gobierno. Está claro que la gente valora mucho la vacuna anti covid, pero en la elección no lo tuvo como determinante.

Es real que no es fácil entusiasmar para votar en las PASO de término medio, y si, como en Mendoza hay decepción y desánimo por la conducción del peronismo local, todavía peor. No le peleamos nunca nada al cornejismo, que tiene muchísimo por lo que dar cuentas, como la gestión de salud y educación, o la deuda en dólares que tomó para la Provincia, y nos conformamos con ser la segunda fuerza local, y con que algunos dirigentes tuvieran los cargos entrables.

ESO NO ES LO TENÍA QUE HACER EL PERONISMO, Y LOS/LAS COMPAÑEROS/AS LO SENTÍAN ASÍ.

Pienso que es imposible negar que hubo un voto bronca en las elecciones, pero, si en Mendoza el FdT perdió en dos municipios y Cambiemos en tres, hay que tener cuidado con las generalizaciones excesivas.

Acabo de escuchar que el dólar blue bajó tres pesos, que en el Mercado subieron las acciones y los bonos, y bajó el Riesgo País. Algún análisis plantea que ya están celebrando que el Gobierno perderá las elecciones de noviembre. Tal vez sea así, pero lo que sí creo es que están apostando a que el Gobierno tenga que cerrar un acuerdo con el FMI aceptando sus condiciones, como, por ejemplo, eliminar la indemnización por despido, que es lo que viene empujando el macrismo (Larreta y Manes). Esto es lo que no hay que hacer, porque es lo que haría el macrismo, y no llegamos al Gobierno para eso.

No hay que volverse loco/a. Hoy he leído a aparentes compañeros abundar sobre lo que no hizo el Gobierno y lo que debe hacer. Aparte de que ahora cualquiera habla, una cosa es tomar las medidas que necesitan los sectores más vulnerables de la sociedad (la clase media también, como los jubilados), y otra plantear estrategias inviables.

Por ejemplo, necesitamos un sistema legal y financiero que permita que la gente pueda tener un lugar para vivir y trabajar (no falta tierra en Argentina), pero otra cosa sería proponer una Reforma agraria que les permita a los sectores conservadores (desde el macrismo hacia la derecha) levantar banderas contra el Gobierno calificándolo de comunista, además seguramente tendría muchísimas trabas legales que la harían imposible.

Por lo tanto, además de las medidas de corto plazo que mejoren la situación de los sectores más vulnerables, hay que profundizar las que hagan a Argentina un país más justo y equitativo.

“Están en juego dos modelos de país”: fue la arenga final de Alberto Fernández y Cristina Kirchner en el cierre de campaña del FdT. Es verdad, y es lo que los/las argentinos/as deben comprender que se juega en las elecciones, en todas las que vienen.

Los que apoyan al modelo que destruyó a país con el macrismo, no son mucho más que el 40% que mencioné antes; así que tenemos trabajar, en dos direcciones: una, que seamos el Gobierno que prometimos y que nuestra condición de peronistas nos exige; otra, en que quede claro que el modelo que propugnamos es mejor, y apunta a la felicidad del pueblo.

Hace un rato hablé con un precandidato triunfador del FdT para Guaymallén y coincidimos que había que poner todo lo que haga falta para las elecciones de noviembre, y después, recuperar un peronismo que le ofrezca a los/las mendocinos/as una propuesta que nos saque de la decadencia en que hemos caído porque nuestros Gobiernos –tal vez desde el retorno a la democracia- no han desarrollado proyectos políticos que hayan diversificado la economía, que nos hayan permitido tener una red vial idónea, que hayan desarrollado un plan para no estar permanentemente en crisis hídrica.

ASÍ QUE DEJEMOS DE HACER POLÍTICA EN LAS REDES, SAQUEMOS EL “BASTÓN DE MARISCAL” QUE DEBERÍAMOS TENER EN NUESTRAS MOCHILAS, SAQUEMOS PECHO Y HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.

SIRA DE MARÍA DUEÑAS POR ADOLFO ARIZA

SIRA DE MARÍA DUEÑAS POR ADOLFO ARIZA

Como otras veces, escuché una entrevista a la autora en La Conversación, el programa de radio de Andrés Gabrielli, y decidí leer la novela para hacer una entrada en mi blog. Cuando le vi el tamaño en la librería (son 642 páginas), pensé en el tiempo que me llevaría la lectura, porque no soy lector de tiempo completo por estos días, pero arrugar hubiera sido una cobardía indigna de un profe de Literatura.

Fue una muy buena decisión.

No había leído El tiempo entre costuras, aunque sabía de la novela y de su éxito, así como el de la serie de tv, así que no conocía a Sira Quiroga, la de las varias identidades, pero he disfrutado mucho su lectura. EL mejor testimonio es que la he leído en tres días, sacándole tiempo a otras actividades, en primer lugar, por el interés que me provocó, pero también porque no hay otra manera de leer una novela larga, como esta, llena de situaciones, personajes, espacios, y mantener la comprensión de la obra.

La escritora la presenta así en su web (https://mariaduenas.es/noticias.php):

«Casi doce años después de su llegada a las librerías, vuelve Sira. Recuperarla para esta novela ha sido fascinante, juntas hemos recorrido escenarios, intrigas y momentos que marcaron una época. Confío en que este reencuentro cautive de nuevo a todos los que disfrutaron El tiempo entre costuras.»

En una entrevista en Clarín (https://www.clarin.com/viva/maria-duenas-habla-sira–nuevo-libro-evita-personaje_0_iHZHeUjKd.html) habla de Sira antes y ahora:

“Pasaron casi doce años y, a partir de mi fascinación por Tánger (uno de los escenarios importantes en El tiempo…), le di una oportunidad a Sira.

– ¿En qué cambió el personaje y en qué cambiaste vos desde la publicación de esa primera novela?

-Sira ha crecido, ha madurado, vive nuevas aventuras, pero las lleva de distinta manera. Tiene treinta y pico: ya no es una jovencita ingenua; tiene otras prioridades, para mí gusto es más atractiva.”

Es cierto, Sira es muy atractiva, además de valerosa, exitosa en lo que se meta, inteligente, una heroína que define un estereotipo propio.

Por momentos parece como una súper heroína, pero no molesta en el marco de una novela cuidadosamente elaborada.

Se haría largo el detalle de su personalidad, por momentos paradójica, porque, aunque es fuerte e independiente, casi indestructible, sus afectos llenan su vida, desde antes incluso, para bien o para mal. Son su fuerza y su debilidad, porque los errores que cometió –cuando era una muchachita desvalida- fueron por amor.

¿Qué había sido El tiempo entre costuras?

“… una aventura apasionante en la que los talleres de alta costura, el glamour de los grandes hoteles, las conspiraciones políticas y las oscuras misiones de los servicios secretos se funden con la lealtad hacia aquellos a quienes queremos y con el poder irrefrenable del amor.” (solapa posterior de Sira)

Dueñas habla de nuevos escenarios. ¿Cuáles son?

El tumultuoso y conflictivo Jerusalén en la etapa final del Mandato Británico, el Londres que trata de reconstruirse de la destrucción de la Segunda Guerra Mundial, un Madrid abatido de postguerra, y un Tánger en el que Sira seguirá los pasos de la multimillonaria americana Bárbara Hutton

Por eso, las partes de novela son:

Primera parte Palestina

Segunda parte Gran Bretaña

Tercera parte España

Cuarta parte Marruecos

Algunos han caracterizado la novela como histórica.

¿Qué subgénero literario es este?

El propósito principal de la novela histórica en ofrecer una visión verosímil de los ambientes, tipos y paisajes de una época histórica preferiblemente lejana, de forma que aparezca una cosmovisión realista e incluso costumbrista de su sistema de valores y creencias. En este tipo de novelas han de utilizarse hechos verídicos, aunque los personajes principales sean inventados.

Veamos cómo se dan algunos de sus rasgos en Sira:

Investigación detallada:

El desarrollo de una novela histórica implica que el autor lleve una investigación y documentación de los hechos sobre los que planea situar su obra. En este sentido, debe dominar no solo su habilidad de narración, sino también la información histórica que ha reunido para su construcción. Sin embargo, no se trata de un historiador, sino de un novelista.

Dueñas en la entrevista con Clarín citada antes, dice:

“Me gusta la Historia por curiosidad intelectual y porque soy profesional del mundo de las Humanidades, pero no soy una especialista ni una freaky que se la pase leyendo y reteniendo datos. Me interesa la Historia en la medida en que arroja luz para entender cómo somos. Me documento a fondo. Trabajo las coordenadas de tiempo y espacio en donde transcurrieron determinados hechos que afectan de un modo u otro a los protagonistas de mis novelas.”

Esta investigación aparece eficazmente en Sira. La Jerusalén de cuando ha finalizado la Segunda Gran Guerra es manifestada de manera total y podemos vivir y sufrir la dureza de las confrontaciones –nunca terminadas- en Palestina, así como la riqueza de la heterogeneidad que la habita en ese final de la etapa británica. Dueñas describe con detalle, pero sin cansar, ambientes, paisajes, grupos sociales, vestimentas sobre todo (nunca deja de ser la costurera de alto nivel), personas, comidas, todo lo que hace que nos quedemos con una imagen vívida del lugar en que suceden los hechos, tanto que los sentimos con gran intensidad.

Lo mismo sucede con los otros lugares en que transcurre la novela.

Hay que tener en cuenta que no es historia, por lo tanto, puede haber deformación de la realidad histórica. Por ejemplo, Amalia de José Mármol es una novela concebida como parte de la lucha de los unitarios contra Rosas, por lo tanto, se pierde objetividad de manera consciente. Sin embargo, el formato novelesco hace que sintamos la realidad con mayor fuerza y riqueza, como ocurre en Sira.

Esto colabora mucho para el desarrollo de otro rasgo: el carácter popular, que es uno de los factores que propiciaron la difusión del género de manera importante, porque es un retrato de la realidad social, así como también de los grupos humanos que la constituyen.

Esto también tiene que ver con el éxito de ventas de las novelas que tienen a Sira Bonnard —antes Arish Agoriuq, antes Sira Quiroga — como protagonista.

Es una buena novela histórica, que es un género muy interesante. Si no lo conocen, esta es una buena oportunidad para hacerlo.

Tengo en claro que en esta entrada solo podré rescatar algunos elementos del mundo de Sira. Espero que la selección que haga sirva para acercarla a los lectores.

En la parte en que Sira va a España, se produce la visita protocolar de Eva Perón a ese país, que aquella acompaña dentro de una misión que se le propone y acepta, como las otras que realiza en las novelas que protagoniza.

Dueñas explica la visita así (Nota de Clarín):

“A sólo ocho años del final de la Guerra Civil, había hambre, represión, miseria. Entonces, el régimen de (Francisco) Franco le dio bombos y platillos a la visita de Eva: actos, shows, agasajos. Cambió la fisonomía de las calles para que ella no viera lo que había realmente. Era noticia todos los días en la prensa, el pueblo salió a recibirla. Detrás de eso había un interés económico. Desde 1946, 47, desde la Argentina llegaba todo tipo de ayuda para España: barcos cargados de cereales, de legumbres, de cueros; en esa época también hubo préstamos financieros. Duró hasta los años cincuenta y tantos. La Argentina fue muy generosa con España.”

Esta visita es narrada con mucho detalle:

“Ha sido subyugante seguir el rastro de Eva Perón para escribir mi nueva novela. Es un personaje poliédrico en muchos sentidos.”

“He ido siguiendo, a través de la prensa española y otras publicaciones del momento, cómo fue el itinerario de Evita por Madrid, cómo se vestía, quiénes la acompañaban, qué le regalaban. Para mí ha sido apasionante esa reconstrucción. En cuanto a las reacciones que provocaba en la Argentina, las comento por arriba, no las valoro porque carezco del criterio como para poder hacerlo. Me limito a poner el foco sobre ella y seguirla en ese viaje por España.”

Sin embargo, pone en boca de Mery, una hermosa mujer con la que Sira comparte la última noche en Madrid, la siguiente frase:

“Cuéntelo en la BBC, para que se entere el mundo … Diga a través de sus micrófonos que Evita es única y pasará a la historia. Cuando de usted, de mí y de las bobadas de mi marido no haya quien se acuerde, cuando la gloria de Franco se haya convertido en humo y todos los que ahora le adulan no sean más que sombras, la memoria de Eva Perón seguirá perviviendo.”

A Dueñas, como suele sucederle a los europeos, le cuesta comprender a los populismos latinoamericanos como el peronismo, porque sus experiencias de los populismos son otras, aunque es muy respetuosa y evita juicios de valor de lo que no conoce bien, pero esta conclusión sobre Evita es clara, real y terminante. Incluso el mismo Franco tiene que tragarse lo que Evita decía que se parecía mucho a lo que decían los republicanos con los que había luchado en la Guerra Civil. Dueñas lo cuenta así:

“En un país absolutamente dividido, Evita decía, por ejemplo, que no quería que nadie quedara fuera de las coberturas sociales, mientras que Franco no tenía la menor misericordia con aquellos que habían perdido la guerra.”

¿Es feminista?

Me parece válida su autodefinición:

“-Intento escribir con mi mirada de mujer. Es muy fácil decirlo ahora, porque eso se valora enormemente y todo lo que venga de nosotras es bienvenido, aceptado y celebrado, diría.”

Esto es original, y vale, y enriquece la lectura.

A esta altura la pregunta que me podría hacer alguien es por qué tendría que leer una novela de seiscientas páginas.

Intentaré responderla para cerrar la nota.

Sira es, además de lo que ya he dicho, una novela policial. Hay conflictos, hay suspenso, clímax y desenlace. Son interesantes, aunque –no siempre- válidos. Soy un viejo lector de policiales, y sentí, más de una vez, previsible la resolución del problema, y, eso, en una novela policial es difícil de superar.

Sin embargo, la seguí leyendo porque quería conocer qué le pasaba a Sira y a los suyos, y, sobre todo, quería saber más del escenario: de Londres, de Madrid, y sobre todo de Tánger, porque Dueñas habla de que uno de los motivos para que Sira apareciera fue su “fascinación por Tánger”. No conocía Tánger, pero ahora siento que sí. Si no tuviera otra razón, esa bastaría para pedir que la leyeran.

HÁGANLO

LAS MALDICIONES DE CLAUDIA PIÑEIRO POR ADOLFO ARIZA | LA POLÍTICA

LAS MALDICIONES DE CLAUDIA PIÑEIRO POR ADOLFO ARIZA | LA POLÍTICA

No soy de los que dedican a un/a autor/a, salvo cuando que he tenido que hacerlo para desarrollar algún estudio crítico. Es más, prefiero leer de todo.

Sin embargo, Las maldiciones es la cuarta novela de Claudia Piñeiro que leo. Antes fueron: Betibú, Las viudas de los jueves y Catedrales, si no recuerdo mal el orden de lectura.

Las dos primeras llegaron al cine, y seguirán llegando, al cine o las plataformas. No vi Betibú, pero Las viudas de los jueves me pareció muy buena.

Sobre Catedrales, su última novela, publiqué una entrada: https://www.miradasdesdemendoza.com.ar/2020/08/18/catedrales-de-claudia-pineiro-por-adolfo-ariza/, cuando comencé con este proyecto de comentar novelas, con el que estoy muy entusiasmado.

Las maldiciones es del 2017 y es interesante observar también en ella, como en otras novelas, una postura crítica de actitudes y formas de vida de sectores de la sociedad. En general, esto manifiesta a través la narración de las acciones y decisiones de uno o más personajes en las que se manifiesta esa problemática social que no es solo personal, sino de un grupo o sector, más o menos extendido.

En Las viudas de los jueves son los nuevos ricos, habitantes de los countries que parecen lugares soñados, pero llenos de historias terribles, en el marco de la etapa previa al estallido del 2001.

En Catedrales es la gente que profesa una religión, pero que en su vida manifiesta actitudes y conductas contrapuestas a las que sostienen su fe.

Las maldiciones se centra en un empresario inmobiliario del norte del Gran Buenos Aires que quiere desarrollar una carrera política, no desde la política, sino desde su éxito empresario, el que le da, no solo los medios económicos, sino también las relaciones con el poder corporativo.

Tuve que interrumpir la escritura porque surgió otro tema, pero fue oportuno porque en ese lapso se desató la polémica por la exitosa serie de televisión web El Reino en Netflix. La historia del Pastor evangélico candidato a vicepresidente que, por el asesinato de quien encabezaba la fórmula tiene la oportunidad de ser el Presidente, trajo un enorme revuelo por la reacción de ciertas comunidades religiosas que veían la serie como un ataque destinado a desprestigiar a sus colectivos religiosos. Es interesante porque en la obra se cruzan el tema del Pastor inescrupuloso con el de acciones políticas despiadadas e inmorales, con lo que el tema de Las maldiciones agrega un factor adicional.

Otro elemento para analizar es el estado del arte del tema de la “nueva política” en la actualidad. En 2017 estos personajes en los que “El candidato se construye desde el marketing, la publicidad… más que por ideología, peso político”, como dice Claudia Piñeiro en una entrevista a Punto de Vista, por Canal Abierto, estaban en un momento exitoso, e incluso parecía que llegaban para terminar con las prácticas y la preponderancia de los políticos tradicionales.

Hoy, rápidamente, esa manera de entender la política aparece como fracasada y en decadencia. El ejemplo más relevante es el de Trump, quien, como Macri en Argentina, perdió la reelección, incluso contando con todos los recursos que da el ser Gobierno.

También la pandemia tiró abajo el planteo dorado de las corporaciones empresarias: el Estado no hace falta, es caro e ineficaz y el Mercado puede resolver todas las necesidades y demandas de las sociedades mejor que aquel. Quedó claro que el Estado tiene un rol fundamental para la vida de los ciudadanos, instituciones y organizaciones.

Ahora bien, el tema de la serie El Reino lleva a que la autora deba insistir, como también lo dice en la entrevista, que “Es ficción, pero podría ser verdad”.

Esto es clave en Piñeiro: sentimos las dos cosas permanentemente: en Las viudas de los jueves, por ejemplo, la sensación de verosimilitud nos invade y nos hace compartir las vidas de los habitantes de los countries.

Un factor importante para que sintamos esto es el uso del espacio en sus novelas: son lugares conocidos, mencionados y descriptos con precisión.

Piñeiro dice en una entrevista a Página 12: “Yo quería contar una maldición que pesara sobre la política argentina. “La maldición de Alsina” es la que se llama “la maldición de los gobernadores” y que tiene que ver con la ciudad de La Plata, en la que, según dice la historia, hubo una bruja, llamada “la Tolosana”, que durante la inauguración de La Plata hizo un embrujo para que ningún gobernador fuera presidente.”

Se incluyen algunos capítulos con el título de Apuntes para La maldición de Alsina. Pone en ellos antecedentes de maldiciones, o simbologías presentes en La Plata, que en sí también es un símbolo y que se presenta como la ciudad donde puede aparecer “una generación que recién arranca, nueva, hija de lo peor y de lo mejor de la política, virgen de todos nosotros…”. También están las entrevistas reales a Raúl Alfonsín y a Eduardo Duhalde sobre la propuesta política de Fernando Rovira, que, de alguna manera, ha estado en varias agendas políticas: la división de la Provincia de Buenos Aires, como unidad política y electoral.

Es una novela muy densa, llena de contenidos, de situaciones, de personajes –varios también simbólicos, como Sebastián Petit, que tiene el ideal de una política distinta, o el tío Adolfo, viejo radical que añora a Alfonsín como un modelo de político- tan relevantes como Román Sabaté. Es el caso de la bruja (la madre de Rovira) (que nos lleva a otras brujas reales que han actuado en política) o la China Sureda, que lleva la investigación y es una de las que narra en primera persona. El otro narrador es, precisamente, Román Sabaté, un protagonista que resuelve un eje que, por el tema de la novela, no parecería central, pero que Claudia Piñeiro considera clave: la paternidad.

Ese es también un símbolo cargado de esperanza, porque, a partir de la asunción plena de ese valor, Román se hace cargo de sí mismo, y de su misión en este mundo. Pero, como corresponde en la obra de Piñeiro, hay contenidos ideológicos que justifican la decisión del personaje.

En esta entrevista habla de eso:

https://elpais.com/cultura/2017/12/05/babelia/1512473792_182414.html

“¿Y cómo llegó Hegel ahí? Se lo pregunté a Claudia Piñeiro cuando estuvo en Madrid, presentando la novela. En realidad, Hegel le llegó de la mano de Lacan, que estudió lo que el filósofo alemán dice de esa relación amo-esclavo. Ella no podía hacer que un chico, Sabaté, que no tenía ni idea de Hegel se pusiera a dilucidar ese dilema que lo atormentaba sin saber decirlo. Piñeiro es consciente de que ese error de atribuir a personajes palabras que no suenan como propias se comete a menudo en literatura. Y “ahí apareció esa profesora de colegio secundario, compañera casual de asiento en un viaje que hace Román Sabaté y que como buena profesora quiere enseñar y enseña aun fuera del aula”. Hegel estaba escondido en esa escena, “pero yo no fui consciente de ello hasta que la novela estaba más avanzada”.

Fernando Rovira y Román Sabaté son esas figuras que se manejan como dice Hegel, amo y esclavo. Y la resolución de esa dialéctica es la que desata que el conflicto de la novela llegue al desenlace que tuvo.

“Hasta entonces Las maldiciones era una novela política y desde ese momento en el que Hegel aparece en el autobús ya es una novela moral que te lleva al abismo de las oscuridades de las que son capaces los políticos para hundirse en la porquería dando la impresión de seguir impolutos. “Es una novela política donde la política es un protagonista más”, dice Piñeiro.”

Ahora, ¿qué visión tiene Piñeiro de la política, además de no creer que esa nueva política sea una alternativa válida? Dice sentir (aclara que hay más gente que piensa lo mismo): “Escepticismo… ¿será por esto que quieren tomar esta medida o en el fondo hay algo que no me están diciendo?”

En este sentido, me parece que comparte los sentimientos de una buena parte de nuestra clase media urbana que no confía en la política y/o en los/las políticos/as. Aclara que conoce, por las actividades de su marido, las bambalinas de la política, pero, por mi experiencia de ese mundo, creo que, además de las trampas y argucias, hay aspectos más profundos que los que promovieron la nueva política no conocen porque se quedaron con una visión simplificada y pragmática, que no tiene nada que ver con la búsqueda del poder para planear y proveer el bien común.

Este es un tema sobre el que no avanzaré porque excede al objetivo de mi blog, pero es importante tener en cuenta que ese estereotipo de la política cuyo origen podría rastrearse hasta el siglo pasado es parte de la estrategia de los que promueven esa “nueva política” para que la gente rechace el ejercicio de esa actividad orientada al bienestar de la sociedad, tan antigua como el hombre, y lo deje en manos del mercado y sus intereses.

Como en otras novelas de la autora, hay elementos de novela policial (un asesinato), y algunos desarrollos truculentos, no siempre necesarios.

No me conformó el desenlace –que no comentaré, por obvias razones- porque me parece que lo simbólico e ideológico se llevan puesto lo narrativo.

En cierto momento, la autora hablando del carácter ficcional de la novela, dice que es casi una parodia, con lo que la complejidad aumenta.

A pesar de estar tan llena de elementos distintos, de personajes –más verosímiles o más simbólicos- es una novela interesante y atractiva.

Piñeiro siempre juega fuerte, pone todo sobre la mesa, pensemos en que va a entrar en este tema político desde algo casi esotérico como las maldiciones.

Hay que leerla con atención, sin distracciones: no es lineal de más de una manera, hay más de un narrador y punto de vista. Incluso hay críticos que la consideran una “road novel” (una suerte de novela de viaje), o un thriller político, pero vale la pena leerla, sobre todo en esta época de Argentina.

Claudia logra que en sus novelas se presente la realidad envuelta en una ficción, en general con formato de thriller, lo que nos hace vivir con intensidad el desarrollo de la acción, aunque a veces se den algunas volteretas grandilocuentes, no siempre verosímiles con el fin de aumentar el suspenso o el impacto en el lector.

Estos recursos son habituales en Piñeiro, y los maneja con solvencia; además la han hecho una escritora muy exitosa, que va por más, así que las objeciones son anecdóticas, e insistiré en que vale la pena leer estas novelas.

HÁGANLO.

ANALFABETOS CON INTERNET: EN NUESTRAS MANOS ESTÁ QUE ESTO CAMBIE

ANALFABETOS CON INTERNET: EN NUESTRAS MANOS ESTÁ QUE ESTO CAMBIE

Encontré esta nota:

Mucha información, poca comprensión: un nuevo tipo de analfabetismo

https://www.elfinancierocr.com/opinion/mucha-informacion-poca-comprension-un-nuevo-tipo/DMTNJDZB55FR7M5DSXAKY6YLW4/story/?fbclid=IwAR2NBvC6kUFYAOeEwRVmkrKracm3_TkXrSCB-7vFp95b3UAn0qkZ4-x4qro

Es un tema que me interesa, y que ya he tratado en: HAY QUE USAR LAS REDES SOCIALES A FAVOR DE NOSOTROS (https://www.miradasdesdemendoza.com.ar/2020/09/28/hay-sociales-a-favor-que-usar-las-redes-de-nosotros/)

Sin embargo, me pareció que la nota añadía aspectos muy importantes.

Los comento entre líneas.

Ya la bajada o subtítulo nos pone frente al problema que tenemos que enfrentar.

“La forma en que navegamos por las redes fomenta un pensamiento superficial”

Recuerdo un comentario viejo, en relación con las características de Internet, que la comparaba con un vasto océano de pocos centímetros de profundidad. En realidad, no es tan así. Ese océano hoy incluye lo que llamamos “Internet profunda” que contiene unas 500 veces más de información de la que es posible encontrar a través de una búsqueda simple, como las que hacemos habitualmente. Para dimensionar esto, comprendamos que comprende más de 60 millones de sitios web y más de 1.000 millones de páginas.

Los buscadores generalistas que usamos comúnmente se valen de las “arañas” o robots inteligentes que van saltando de una página web a otra siguiendo los enlaces de hipertexto y registran la información allí disponible. El problema es con las páginas que no contienen enlaces o hipertextos y con nuestra discapacidad para hacer análisis más profundos y complejos.

Pero leamos un poco más:

“Nicholas Carr, uno de los autores más críticos sobre el efecto de Internet en nuestra mente, plantea en una entrevista reciente en el diario español El País, que cuando nos conectamos “intercambiamos profundidad por amplitud, contemplación por estimulación”, creando desbalances y sesgos en la información que procesamos, con repercusiones individuales y colectivas importantes.”

Sin embargo, los párrafos claves son los siguientes:

“Las redes sociales responden a un diseño industrial de manejo de la información, que privilegia la cantidad y la velocidad de “transmisión” de esta, por sobre la calidad, diseño que se alinea a los principios de eficiencia del cerebro. No obstante, estas no son las condiciones que el cerebro requiere para procesar los fragmentos de información que recoge y convertirlos en conocimiento, estimulando un pensamiento profundo y crítico. La evidencia es abundante: la forma en que navegamos por las redes fomenta un pensamiento superficial, y no promueve el pensamiento conceptual. Paradójicamente, los medios digitales, fuentes vastas de información, no nos están ayudando a conocer más o mejor.

Recordemos que las redes sociales fueron creadas para conversaciones superficiales, sin embargo, hoy, por una mezcla de “pereza personal y manipulación empresarial”, se han convertido en el espacio para el debate público de todos los temas, sustanciales o banales. Políticos, agencias publicitarias (incluyendo las redes), y cualquier grupo interesado en promover su agenda particular, aprovechan este diseño para exaltar “la emoción sobre la razón y el pensamiento grupal por encima del crítico” (de nuevo Carr). Así, las redes actualmente son un fecundo (y barato) medio de propaganda y desinformación.”

Ahora bien, personalmente encuentro muchísimo material en Internet, y utilizo buscadores generalistas, pero mi formación conceptual tiene otro origen y desarrollo. Tiene que ver con mis estudios humanísticos –en gran manera, el latín-, y mi interés por el uso de la tecnología y por varios otros temas, como la geopolítica.

Sería absurdo reclamar una formación como esa, porque han cambiado los estudios superiores, y no para mal, pero hay que desarrollar estrategias que nos permitan un mejor conocimiento y comprensión de la realidad.

No podemos dejar de relacionar la situación que describe Carr con la banalización de la vida cotidiana. Hay una frase acuñada que hablaba de la “tinellización” de la vida, como un intento de descripción de la superficialidad, y muchas veces, del mal gusto que va invadiendo la cotidianeidad que nos rodea.

El coaching político insiste en que no se diga mucho, que a la gente no le interesan los discursos. Durán Barba habla de redes sociales, mensajes sencillos, poco discurso y mucho análisis de encuestas, lo cual supone la discapacidad de la mayoría para analizar discursos más complejos. Esto pasa en muchos lugares, y Trump es un claro ejemplo de ese modo de hacer política.

En ese contexto y en medio de un enorme –y perjudicial- proceso de concentración económica, se comprende que estas características de Internet hayan sido usadas de una manera negativa e influyen en el avance hacia este tipo de “analfabetismo” que plantea la autora.

La conclusión de la nota es terminante:

“Las tecnologías no tienen vuelta atrás en la sociedad, y sin duda han demostrado su enorme potencial, pero es fundamental entender a qué nos enfrentamos, para orientar el uso adecuado de estas poderosas herramientas. La gente más joven es especialmente vulnerable pues aún no ha terminado de desarrollar su pensamiento crítico y las herramientas de la lógica para discernir. Incluso la población adulta debe ser guiada hacia un uso de las tecnologías que estimulen la construcción de conocimiento y disminuya el riesgo de manipulación.”

Si no podemos confiar demasiado en los poderes económicos y políticos para revertir la situación, porque son, en gran manera, responsables del problema, estamos frente a una opción de hierro. Es cierto que hay una opinión creciente que cuestiona esta realidad, y varias organizaciones que la enfrentan, pero de última, si cada uno de nosotros no toma conciencia de la situación, y decide enfrentarla en la vida personal y familiar, será difícil que la escuela pueda hacerlo porque tendría que ir contra la voluntad de sus alumnos/as.

POR ESO SUBÍ ESTA ENTRADA PARA COLABORAR EN QUE HAYA MÁS GENTE QUE TOME LA BANDERA EN ESTA LUCHA DESIGUAL, Y TRABAJE PARA QUE PODAMOS RECOGER MÁS Y MEJOR INFORMACIÓN, “ESTIMULANDO UN PENSAMIENTO PROFUNDO Y CRÍTICO”

Leda Muñoz García

Leda Muñoz es catedrática de la Universidad de Costa Rica y cuenta con más de 35 publicaciones científicas y académicas. Actualmente es la directora ejecutiva de la Fundación Omar Dengo.

EL PERSEGUIDOR DE JULIO CORTÁZAR POR ADOLFO ARIZA |Y EL TIEMPO.

EL PERSEGUIDOR DE JULIO CORTÁZAR POR ADOLFO ARIZA |Y EL TIEMPO.

EL TIEMPO, mejor, desagregando lo que quiero trabajar hoy: Cronos (Κρόνος), Kairós (καιρός) y Aión (Aἰών).

Están las referencias en griego porque desde Grecia nos llegaron estos dioses:

CRONOS es el hijo menor de Urano y Gea. Padre de Zeus y sus hermanos. Fue considerado dios del “tiempo humano”, es decir, los calendarios, las estaciones y las cosechas.

Era el dios de las Edades (desde la Dorada hasta la de Bronce) y del zodiaco. Permaneció como el dios remoto e incorpóreo del tiempo que rodeaba el universo, conduciendo la rotación de los cielos y el eterno paso del tiempo.

KAIRÓS representa algo diferente del tiempo habitual, Cronos. El tiempo de Cronos es lineal. Es el tiempo que pasa y se va consumiendo. Pero Kairós es el momento en el que algo importante sucede. Su significado literal es el “momento adecuado u oportuno”, la oportunidad para que se concrete algo importante.

AIÓN es el tiempo de la vida, para Platón designa la intensidad del tiempo de la vida humana, una temporalidad no sucesiva ni numerable, sino intensiva. Se lo representa como una serpiente que se muerde la cola y que nos indica el eterno retorno, es el tiempo circular. Surge primero en la mitología fenicia; aparece como niño y al mismo tiempo como anciano: un tiempo sin tiempo.

Cada uno tiene sus cosas. El tiempo lineal (Cronos) engendra vida, pero hay que sobrevivir a su voracidad. El tiempo de la inspiración (Kairós) es inestable; aparece y en un instante desaparece. Y si no entendemos el tiempo circular en su esencia (Aión), podemos confundirnos y repetir eternamente algo que nos daña.

¿Por qué me interesaron estos temas? Porque estuve trabajando con mi terapeuta estos conceptos en relación con buscar mayor y mejor conciencia de mí mismo, de salir del tiempo lineal, que corre por su cuenta, sin que podamos intervenir de alguna manera.

Justamente Valeria, mi querida psicóloga, me hace aportes muy importantes:

“El aión es el tiempo fuera del tiempo. El tiempo de la conciencia pura o el ser creador. O el tiempo sin tiempo, sólo existencia.

El Kairós es el tiempo de la vivencia dentro del Cronos

A mayor conciencia de uno mismo, más podés estar en Kairós. Es lograr más Kairós para controlar Cronos.”

Diré algo obvio: la enormidad del pensamiento griego que nos propuso cosas como ésta: la comprensión y el uso del tiempo.

No entraré en el tema de la naturaleza física del tiempo que es abordada por la relatividad general con respecto a los eventos en el espacio-tiempo, pero sí en el tiempo en la Literatura, que es como decir la vida.

Es un tema de siempre. Solo citaré a Borges: “Y no comprendo cómo el tiempo pasa, yo que soy tiempo y sangre y agonía.” (Adrogué)

Precisamente, leyendo cosas sobre este tema, encontré la mención un cuento de Julio Cortázar: El perseguidor, que integra Las armas secretas, que es su tercer libro de cuentos, publicado en 1959 por la Editorial Sudamericana.

La colección incluye: Cartas de mamá, Los buenos servicios, Las babas del diablo, El perseguidor y Las armas secretas.

Hablemos de El perseguidor

“La historia se desarrolla en las noches insomnes del París de los años 50′. El protagonista principal, Johnny Carter, saxofonista de jazz al que le gustaba la marihuana y con una percepción del mundo y del espacio-tiempo muy particulares, se basa en la figura de Charlie Parker que fue uno de los mejores saxofonistas norteamericanos.” (Wikipedia)

El otro protagonista es Bruno, crítico de jazz, que ha escrito la biografía del músico (que se vende muy bien), y que lo acompaña en su vida desordenada, llena de instantes brillantes, cuando su saxo le permite creaciones inigualables, o de caídas anímicas, entre el alcohol y la marihuana.

¿Cómo se menciona al tiempo en el cuento?

“Y justamente en ese momento, cuando Johnny estaba como perdido en su alegría, de golpe dejó de tocar y soltándole un puñetazo a no sé quién dijo: “Esto lo estoy tocando mañana”, y los muchachos se quedaron cortados, apenas dos o tres siguieron unos compases, como un tren que tarda en frenar, y Johnny se golpeaba la frente y repetía: “Esto ya lo toqué mañana, es horrible, Miles, esto ya lo toqué mañana”, y no lo podían hacer salir de eso, y a partir de entonces todo anduvo mal, Johnny tocaba sin ganas y deseando irse (a drogarse otra vez, dijo el técnico de sonido muerto de rabia), y cuando lo vi salir, tambaleándose y con la cara cenicienta, me pregunté si eso iba a durar todavía mucho tiempo.”

Así describe Johnny su infancia: “Cuando el maestro me consiguió un saxo que te hubieras muerto de risa si lo ves, entonces creo que me di cuenta en seguida. La música me sacaba del tiempo, aunque no es más que una manera de decirlo. Si quieres saber lo que realmente siento, yo creo que la música me metía en el tiempo. Pero entonces hay que creer que este tiempo no tiene nada que ver con… bueno, con nosotros, por decirlo así.”

Más allá de su camino inexorable hacia su destrucción personal, Johnny va y viene por su tiempo y el de los demás.

“Apenas un minuto y medio por tu tiempo, por el tiempo de ésa –ha dicho rencorosamente Johnny–. Y también por el del metro y el de mi reloj, malditos sean. Entonces, ¿cómo puede ser que yo haya estado pensando un cuarto de hora, eh, Bruno?

¿Cómo se puede pensar un cuarto de hora en un minuto y medio? Te juro que ese día no había fumado ni un pedacito ni una hojita –agrega como un chico que se excusa–. Y después me ha vuelto a suceder, ahora me empieza a suceder en todas partes. Pero –agrega astutamente– sólo en el metro me puedo dar cuenta porque viajar en el metro es como estar metido en un reloj. Las estaciones son los minutos, comprendes, es ese tiempo de ustedes, de ahora; pero yo sé que hay otro, y he estado pensando, pensando…

–Bruno si yo pudiera solamente vivir como en esos momentos, o como cuando estoy tocando y también el tiempo cambia… Te das cuenta de lo que podría pasar en un minuto y medio… Entonces un hombre, no solamente yo sino ésa y tú y todos los muchachos, podrían vivir cientos de años, si encontráramos la manera podríamos vivir mil veces más de lo que estamos viviendo por culpa de los relojes, de esa manía de minutos y de pasado mañana…”

Claro, el mundo de El perseguidor es complejo, es disruptivo. Las armas secretas se publica entre Bestiario y Rayuela, la terrible novela de Cortázar, la “contranovela”, con todas sus maneras de ser leída. En El perseguidor ya está Rayuela, y Johnny prefigura a Oliveira. No es casual que eligiera a un saxofonista.

“El jazz, y la música en general, es una especie de presencia continua en lo que yo escribo”, dijo alguna vez Cortázar.

“El poeta es ese que no se conforma con este lado de las cosas, sino que él busca el otro lado. A veces lo encuentra, a veces no” afirma Cortázar en la entrevista de Joaquín Soler Serrano (“A Fondo”, 1977).

El perseguidor es terrible, porque, además, nos persigue a nosotros.

“Es curioso, ha sido necesario escuchar esto, aunque ya todo convergía a esto, a Amorous, para que yo me diera cuenta de que Johnny no es una víctima, no es un perseguido como lo cree todo el mundo, como yo mismo lo he dado a entender en mi biografía (por cierto, que la edición en inglés acaba de aparecer y se vende como la coca– cola). Ahora sé que no es así, que Johnny persigue en vez de ser perseguido, que todo lo que le está ocurriendo en la vida son azares del cazador y no del animal acosado. Nadie puede saber qué es lo que persigue Johnny, pero es así, está ahí, en Amorous, en la marihuana, en sus absurdos discursos sobre tanta cosa, en las recaídas, en el librito de Dylan Thomas, en todo lo pobre diablo que es Johnny y que lo agranda y lo convierte en un absurdo viviente, en un cazador sin brazos y sin piernas, en una liebre que corre tras de un tigre que duerme.”

Estudié a Cortázar en mi breve periodo de profesor en la FFyL, en la UNCuyo. Trabajé sobre Rayuela, y lo recuperé en mi blog (BESTIARIO DE JULIO CORTÁZAR https://www.miradasdesdemendoza.com.ar/2020/08/11/bestiario-de-julio-cortazar/).

Fue un enorme impacto en mí, mucho como estudioso de la literatura, pero mucho más, como lector.

Es paradójico que este cuento de Cortázar sea realista, cuando venía de escribir Bestiario y Final del juego, colecciones de cuentos fantásticos.

Tal vez le importaban otras cosas: hay mucho de autobiográfico en el cuento. Cortázar buscaba lo intersticial, como hacía Johnny con la música. Él es el perseguidor, y nos persigue a nosotros, los lectores, porque quiere que también seamos creadores, junto con él, en la lectura.

En el blog citado arriba definí a lo intersticial como una “entrevisión universal que se filtra por los poros o intersticios de la realidad cotidiana en circunstancias bastante especiales, y a través de la cual percibimos mundos que están en el trasfondo de nuestro medio habitual.”

 “El pasaje intersticial funciona en toda la obra de Cortázar como metáfora de la búsqueda, la apertura y la libertad humana, sirve de vínculo, otra vez, entre las distintas instancias semióticas. (La vuelta al día en ochenta mundos: La teoría del camaleón, GRACIELA BATARCE BARRIOS).

Creo que en estos comentarios se hace evidente que El perseguidor nos pone frente a una parte esencial de Cortázar; inclusive este cuento es menos complejo –supongamos- que Rayuela. Tal vez, si alguien no ha leído nada de este escritor, sería recomendable no empezar con este cuento tan profundo, tan amplio, y leer alguna de las otras colecciones: Bestiario, Todos los fuegos el fuego, que nos introducirán a unos de los mejores cuentistas que haya conocido en lengua castellana.

Alguien podría preguntarse por la relación entre el planteo inicial de esta entrada y el cuento.

Justamente, tiene que ver con lo que escribí al comienzo sobre Cronos, Kairós y Aión.

Me pareció que sobre el tiempo lineal no tenemos mucho para hacer. Las agujas del reloj seguirán girando siempre, hagamos lo que hagamos, tal vez por eso decía Borges que no comprendía “cómo el tiempo pasa”.

Aión tiene que ver con nuestra capacidad de entender lo esencial del tiempo.

Pero, Kairós es el tiempo que está en nuestras manos, el que nos permite encontrar las oportunidades de realizar lo que queremos o soñamos. Es la brecha hacia lo importante, hacia el paraíso anhelado.

Por ejemplo, Celina en Las puertas del cielo en la milonga, encontrando un pasaje hacia un mundo en el que es feliz.

De última, Johnny busca, como las mariposas vuelan hacia la luz que las destruirá, ese pasaje. Cuando lo encuentra, su música estalla, inigualable.

Elegí esta actitud extrema de Johnny porque era un ejemplo perfecto y terrible de Kairós. También porque permite comprender en la esencialidad a ese escritor tremendo que es Cortázar.

Pero también me sirve para mi vida, y para la de Uds.

Tenemos que tomar conciencia de la presencia –dentro del devenir del Cronos- de la posibilidad de encontrar nuestro Kairós. Es cierto que es inestable, que va y viene, pero, si lo buscamos siempre, como necesidad básica de la vida, las oportunidades aparecerán, y en cada una de ellas, el intersticio hacia nuestra felicidad.

NO DEJEMOS DE BUSCARLA.

TECNOFEUDALISMO: ¿NO SABÉS LO QUE ES?: MEJOR ENTERÁTE. NOS CONVIENE

TECNOFEUDALISMO: ¿NO SABÉS LO QUE ES?: MEJOR ENTERÁTE. NOS CONVIENE

Estaba apagando la computadora, y vi de pasada el título de abajo en Página 12, sin dudar lo ubiqué porque tiene que ver con un tema que he tocado más de una vez: el poder de las corporaciones y el modo en que están llevando a la humanidad al abismo.

El título era:

El capitalismo camina hacia el tecnofeudalismo

https://www.pagina12.com.ar/357029-el-capitalismo-camina-hacia-el-tecnofeudalismo

Tecnofeudalismo:

“El economista griego y ex ministro de Finanzas de Grecia Yanis Varoufakis publicó “El tecnofeudalismo se está apoderando” (mejor, tomando el control), en Project Syndicate, texto que permite profundizar el análisis acerca de lo que está pasando en la economía con la expansión de las corporaciones.

Es un interesante aporte para eludir análisis rústicos que circulan y para escapar de las vulgaridades de la secta de economistas ortodoxos. Varoufakis afirma que “así como el capitalismo desplazó al feudalismo de forma gradual, subrepticia, hasta que un día la mayor parte de las relaciones humanas se basaron en el mercado y el feudalismo fue barrido, el capitalismo actual está siendo derrocado por un nuevo modo económico: el tecnofeudalismo”.”

Se refiere a un proceso que ha hecho que los gigantes tecnológicos tengan tanto dinero en efectivo que puedan hacer prácticamente lo que quieran sin que les importen los sistemas tradicionales de control del sistema capitalista, como los Bancos Centrales.

Así lo explican:

“El estudio del FMI describe que las empresas con mayor poder de mercado responden menos a las acciones de la política monetaria debido a que contabilizan ganancias abultadas.

Esas utilidades, que se incrementaron pese a la tragedia de la pandemia o, para ser precisos, las aumentaron gracias a la pandemia, hacen que esas empresas sean menos sensibles a los cambios en las condiciones de acceso al financiamiento por decisiones de las bancas centrales.

Esos economistas fondomonetaristas ponen por ejemplo que, en marzo de 2021, Apple tenía más de 200.000 millones de dólares en efectivo y en inversiones en acciones y bonos, mientras que Alphabet (Google) tenía más de 150.000 millones de dólares.”

Podemos comprobar esta expansión de las plataformas digitales sin llegar a esos ejemplos enormes, miremos la proliferación y competencia de las plataformas –en gran medida transnacionales- a nuestro alrededor en diversos rubros: transporte de pasajeros, deliveries, inversiones, educación, comercio.

Está claro que han contribuido en la concentración del poder corporativo en detrimento de empresas pequeñas, o emprendedores personales, como son los taxistas frete a Uber y a Cabify, por ejemplo.

Piensen que, en cierto momento, no se podía ni ubicar en Buenos Aires al responsable de Uber que representaba a una plataforma internacional sin problemas en invertir a pérdida el tiempo que haga falta hasta que sus competidores se fundan y desaparezcan y quedar dueños del mercado.

También colaboran en la precarización del trabajo. Pensemos en los que hacen delivery: los llaman emprendedores, pero tienen que poner su vehículo, ni tienen cobertura social y laboral.

No es loco rescatar el término feudalismo: hay un retroceso de las condiciones, no solo laborales, sino de vida. Esto se acentuó con la pandemia, pero no para todos:

“La pandemia dejó al descubierto la actual fase histórica del capitalismo concentrado cuando, por primera vez, una extraordinaria crisis económica-financiera global no afectó en forma negativa el negocio bursátil.

Por el contrario, el índice promedio de las principales bolsas mundiales está en niveles record, mientras las economías se derrumbaron y están tratando de recuperar lo perdido, la desocupación se ha disparado y el drama sanitario y social ha sido fulminante.”

Los ricos se hicieron más ricos. Oxfam Internacional dice: “La recesión ya ha acabado para los más ricos. Desde el inicio de la pandemia, la fortuna de los 10 hombres más ricos del mundo ha aumentado en medio billón de dólares, una cifra que financiaría con creces una vacuna universal para la COVID-19 y que garantizaría que nadie cayese en la pobreza como resultado de la pandemia. Al mismo tiempo, la pandemia ha desencadenado la peor crisis laboral en más de 90 años, y cientos de millones de personas se encuentran subempleadas o sin trabajo.” (https://www.oxfam.org/es/notas-prensa/los-mega-ricos-han-recuperado-las-perdidas-ocasionadas-por-la-pandemia-en-un-tiempo)

Ahora bien, hay un hecho importante para analizar: a pesar del esfuerzo de las propagandas en contra del Estado que han desarrollado los neoliberales en Argentina (y en toda América Latina) estigmatizando los populismos (con poca seriedad y respaldo académico), el Estado ha salido fortalecido en la visión de la sociedad.

Hasta The Economist lo plantea (“Después de la enfermedad. El largo adiós a la covid-19): “… durante la pandemia, los gobiernos han sido el principal canal de información, los que establecieron las reglas, fueron la fuente principal de dinero en efectivo y, finalmente, se han convertido en los proveedores exclusivos de vacunas.

Calcula que los Estados de los países ricos pagaron 90 centavos por cada dólar de producción perdida.”

Por eso importa no dar valor a la oposición argentina y los medios aliados (plataformas de comunicaciones que concentran la mayoría de las empresas locales) que militan una versión atrasada de la realidad. El Estado es el único que puede enfrentar a esas corporaciones que parecen modernas, pero que nos acercan a ese feudalismo que denuncia Zaiat.

Si no lo creen, vean lo que ha hecho Biden:

“El gobierno demócrata de Joe Biden decidió intervenir en este escenario de expansión económica y de poder de las corporaciones.

El 9 de julio pasado, Biden firmó una orden ejecutiva (decreto) con 72 medidas que busca limitar el poder de las grandes compañías para que bajen los precios de los productos y aumente la competencia.

Los sectores alcanzados van desde tecnología y transporte hasta salud y bancos, pasando por la agricultura y el negocio farmacéutico.

Biden quiere reforzar la aplicación de las leyes antimonopolio para combatir “prácticas anticompetitivas”. Apunta, por ejemplo, a las fusiones o adquisiciones, algo común entre gigantes tecnológicos como Facebook, Google, Apple y Amazon.

El objetivo expuesto por Biden es potenciar una mayor competitividad en la economía estadounidense, así como lograr “precios más bajos y aumentos de salarios”.

“No más tolerancia a las acciones abusivas de los monopolios. No más fusiones perversas que conducen a despidos masivos, precios más altos y menos opciones para los trabajadores y consumidores”, afirmó Biden.”

La recuperación de la economía que ha comenzado en Argentina tiene mucho que ver con las medidas que ha tomado el Estado, a pesar del daño que generado la pandemia, como en el resto del mundo.

La conclusión de la nota es lo que quiero resaltar porque es la clave, y es lo tenemos que entender:

“El desafío para economías periféricas como la argentina, en este mundo en transformación y de pospandemia, es no caer en las trampas de recetas tradicionales de la ortodoxia, y encontrar espacios para el desarrollo nacional entre las fisuras de esta nueva y compleja etapa de la globalización.”

Me parece que queda en claro lo que podemos hacer, y que siempre han sido los objetivos de mis entradas: comprender la realidad y tomar la mejor decisión posible para nuestro país y sociedad.

No naturalicemos estas prácticas abusivas como que “el mundo ahora es así”, aunque es cierto: es así porque las corporaciones que se enriquecen, mientras el mundo se empobrece, hacen lo que le conviene a su poder concentrado, aunque tengan que desforestar la Amazonía.

Lo que intenta Biden en EEUU, es lo que hay que hacer acá, de la mejor manera posible, y como sociedad debemos apoyarlo y votar al que nos asegure esa vocación porque es lo que nos conviene.

Lean la nota entera, Zaiat escribe, en general, buenas notas, y esta lo es.

ENFRENTAR AL NEOLIBERALISMO, ¿ES POSIBLE? ES NECESARIO

ENFRENTAR AL NEOLIBERALISMO, ¿ES POSIBLE? ES NECESARIO

Estaba leyendo un libro que recomendó Alejandro Bercovich en “Brotes verdes”, se llama ¡Contrahegemonía ya!, de Nancy Fraser (Siglo veintiuno, 2019), cuyo subtítulo es Por un populismo progresista que enfrente al neoliberalismo. En esa tarea, me encontré en el Dipló con una entrevista al brillante Álvaro García Linera, ex vicepresidente de Bolivia acompañando a Evo Morales (2006-2019) (https://www.eldiplo.org/notas-web/hoy-el-neoliberalismo-es-el-defensor-de-un-mundo-en-retroceso-no-un-constructor-de-futuro/).

De ambas lecturas surgió la posibilidad de volver a presentar una nueva entrada sobre el tema del neoliberalismo sobre el que ya hecho algún aporte.

Desde hace un buen tiempo se viene anunciando, desde más de un sector, el fin del neo liberalismo, en parte por sus nefastas consecuencias para el mundo -por lo menos, para más del 90% de él-, en parte por su agotamiento como modelo (¿lo ha sido realmente?) y por las reacciones que ha desatado, como lo vivimos en América Latina (Chile, Colombia, Ecuador son ejemplos cercanos)

Yo mismo lo planteé en este blog (https://www.miradasdesdemendoza.com.ar/2019/10/11/que-es-en-verdad-nuestro-fracasado-neoliberalismo-criollo/) de octubre del 2019, donde llego a concluir: “Finalmente, es importante entender que este macrismo en retirada, casi en desbande, fue una mala versión de este neoliberalismo global en extinción…”.

Sin embargo, como dice la cita falsamente atribuida a Zorrilla de San Martín; “Los muertos que vos matáis gozan de buen salud”, que no será buena salud, pero la realidad es que este neo liberalismo sigue decidiendo gran parte de nuestras vidas.

Por eso, me resultó interesante la lectura de Fraser. Voy a rescatar algunas de sus afirmaciones:

“A primera vista, la crisis de nuestros días parece ser política. Su expresión más espectacular está aquí mismo, en los Estados Unidos: Donald Trump, su elección, su presidencia y la disputa que la rodea. Pero no faltan situaciones análogas en otros lugares: la debacle del brexit en el Reino Unido; la menguante legitimidad de la Unión Europea y la desintegración de los partidos socialdemócratas y de centroderecha que abogaban por ella; también la bonanza creciente de los partidos racistas y antiinmigrantes en el norte y el centro-este de Europa, más el surgimiento de fuerzas autoritarias, entre ellas algunas que pueden calificarse de protofascistas, en América Latina, Asia y el Pacífico. Nuestra crisis política, si de eso se trata, no es solo estadounidense, sino global.” (Op. Cit., p. 21, 22)

Me pareció una buena y sintética descripción de la situación global, que no deja dudas sobre la existencia, no nueva, pero sí, acentuada, de la situación de crisis.

Fraser amplía su afirmación, y nos pone frente a otro rasgo de la realidad actual:

…todos estos fenómenos tienen una característica en común. Todos implican un debilitamiento drástico, si no, un liso y llano derrumbe, de la autoridad de las clases y los partidos políticos establecidos. Es como si multitudes de personas en todo el mundo hubiesen dejado de creer en el sentido común imperante que apuntaló la dominación política durante las últimas décadas. Como si esas personas hubieran perdido la confianza en la buena fe de las élites y buscaran nuevas ideologías, organizaciones y liderazgos.” (p. 22)

La cita que voy a hacer ahora contiene, tal vez, lo más terrible, porque no es solo lo que ha pasado y/o está pasando, sino lo que puede pasar, siempre que no acertemos en lo que ella llama medidas contra hegemónicas:

“Los fenómenos mencionados constituyen la faceta específicamente política de una crisis más amplia y proteica que presenta otros aspectos -el económico, el ecológico y el social- que, tomados en conjunto, dan por resultado una crisis general. Lejos de ser sectorial, la crisis política no puede entenderse al margen de los bloqueos a los que responde en otras instituciones, aparentemente no políticas. En los Estados Unidos esos bloqueos incluyen la metástasis de las finanzas; la proliferación de “McEmpleos” precarios en el sector de servicios; el incremento imparable de la deuda de los consumidores para permitir la compra de baratijas producidas en otros lugares; el crecimiento conjunto de las emisiones de dióxido de carbono, los climas extremos y el negacionismo de la crisis climática; el encarcelamiento masivo de personas de determinadas categorías raciales y la violencia policial sistémica, además de un estrés en aumento que afecta la vida familiar y comunitaria, debido en parte a la prolongación de la jornada laboral y la disminución de las ayudas sociales. En conjunto, estas fuerzas socavan desde hace algún tiempo nuestro orden social sin producir un terremoto político. Ahora, sin embargo, todo puede suceder. En el extendido rechazo hacia la manera habitual de hacer política, una crisis sistémica objetiva ha encontrado su voz política subjetiva. La faceta política de nuestra crisis general es una crisis de hegemonía.” (p. 23, 24)

Si leemos con cuidado, veremos que esos “bloqueos” también se dan por estos lares. ¿O no encontramos deliverys en moto o bicicleta por todos lados? ¿No son McEmpleos? ¿Uber, Cabify?

Me resultó interesante la siguiente afirmación:

“Al menos desde mediados del siglo XX, la hegemonía capitalista se forjó en los Estados Unidos y en Europa mediante la combinación de dos aspectos diferentes del bien y la justicia: uno centrado en la distribución, otro en el reconocimiento. El aspecto distributivo indica cómo la sociedad debería asignar los bienes divisibles, en especial el ingreso. Este aspecto remite a la estructura económica de la sociedad y también, aunque de manera indirecta, a sus divisiones de clases. El aspecto del reconocimiento expresa cómo la sociedad debería atribuir el respeto y la estima, que son las marcas morales de la pertenencia y la integración.” (P. 25)

Los dos aspectos que subrayo me parecen una manera clara de comprender cómo actúa el neoliberalismo, en cualquiera de sus variantes. El problema es que, al final, más allá de las declaraciones edulcoradas con que quieren vendérnoslas, han terminado en financiarización y meritocracia.

O sea, destrucción de la industria y todo lo que agrega valor a los productos básicos que necesitan los países centrales y sus corporaciones y profundización de las actividades especulativas que enriquecen al 1% dueño de la mayoría de las riquezas del mundo.

O sea, reducción de las oportunidades para gran parte de la sociedad, sin educación ni salud públicas, y trasladar la responsabilidad del fracaso individual a la falta de entusiasmo y comprensión de cómo se triunfa en este mundo duro.

Afortunadamente, hubo otro modelo –por eso, la descalificación del peronismo, llamándolo populismo para disimular un poquito-, que nos ha dejado educación pública, incluso superior y universitaria, y que hoy, por ejemplo, en Mendoza, los hospitales públicos ofrezcan mejor atención que la mayoría de las clínicas privadas.

Es el mismo modelo que impulsó la Ciencia, la Técnica y la Tecnología que nos permiten tener satélites o producir vacunas y remedios anti covid.

También es el que permitió un desarrollo industrial –todavía insuficiente, y mayormente de industria liviana y media- pero que genera empleo de calidad superior al de los servicios precarizados.

No era mi idea la de extenderme tanto en los textos de Frazer, pero no es fácil analizar brevemente un tema tan importante como éste.

Además, la entrevista de José Natanson a García Linera es un complemento ideal a las afirmaciones de Fraser porque nos acerca nuestra realidad latinoamericana de hoy y hacia el futuro.

Seleccionaré algunas respuestas de G. Linera que me parecen un aporte a nuestra comprensión del mundo en el que vivimos y en el que podremos vivir.

“… ¿Cómo describirías la situación de América Latina hoy?

Yo no hablaría de un fin del ciclo progresista sino de un proceso por oleadas. En efecto, hubo una primera oleada muy fuerte que comenzó en 1999, en el 2000, y que llevó al poder a una serie de líderes y partidos y movimientos de izquierda. Ya desde 2014, 2015, señalábamos que se venía una ofensiva conservadora, una contraoleada neoliberal, aunque también decíamos que iba a ser muy difícil que permaneciera, que se estabilizara. Y efectivamente desde hace dos o tres años asistimos a un repliegue de esa ofensiva conservadora y un nuevo ascenso de los progresismos.

¿Este nuevo ciclo progresista se va a imponer?

No lo sé, pero no es una resaca del ciclo progresista anterior sino una nueva oleada, algo que conserva parte de lo anterior pero también es distinto. Esto se ve en los cambios de signo político en Argentina, México, Bolivia, Perú, pero también en el ciclo de intensa protesta social que se vive en países como Chile, Ecuador o Colombia. Incluso más allá de los resultados electorales: en Ecuador ganó la derecha, pero eso no significa que esta oleada se haya detenido.

¿Es un progresismo igual al anterior?

… Lo que hay es una expresión fundamentalmente de un hecho político-electoral, no tanto de movimientos sociales o protestas populares. La otra característica de esta segunda oleada progresista es que está liderada por dirigentes moderados. Esto no necesariamente es un defecto; es una cualidad de la época, una cualidad de la estructura progresista. No estamos ante liderazgos carismáticos y excepcionales como antes.

¿Los casos de Alberto Fernández y Luis Arce nos permiten hablar de un “progresismo por delegación”?

Es una cualidad de las estructuras progresistas, de su capacidad para leer la época y adaptarse, encontrar dirigentes acordes al momento. Son dirigentes que tienen otra manera de llevar adelante las cosas, son menos arriesgados, pero porque no son resultado, como antes, de un proceso casi insurreccional, sino básicamente porque surgen de procesos electorales, en algunos casos muy condicionados.

¿Qué tienen enfrente?

Fuerzas conservadoras radicalizadas. El contraoleaje conservador que se inicia en 2014-2015 no es un neoliberalismo triunfante, bonachón, optimista, como podía ser el de los 90. Es un neoliberalismo rabioso, que carga un discurso más racializado, menos pluralista, más violento. Incluso capaz, en países como Bolivia, de un discurso y una acción golpistas. Aunque en algunos países ensaye posturas más moderadas, con los años vamos viendo que la derecha deja el centro y se acerca a la extrema derecha, abandona el centro, tanto en lo económico como en lo político y cultural. Es una novedad.

¿A qué atribuís este giro a la derecha de la derecha?

A que surge en un momento de declive histórico planetario de las hegemonías neoliberales, lo que no quita que puedan volver a ganar elecciones, a veces al filo de las posibilidades, como en Ecuador, desatando emotividades cada vez más primarias, acciones cada vez más autoritarias. Esto ayuda a entender algo que habíamos previsto sobre la contraoleada conservadora. Decíamos que iba a ser temporal, porque estaba claro que el mundo neoliberal estaba en un tiempo de declinación moral e ideológica, estaba dejando atrás el optimismo histórico, ya no entusiasmaba. Hoy el neoliberalismo se presenta solo como defensor de un mundo en retroceso, no como constructor de futuro, como en los 90. Ese discurso se desvaneció y entonces la contraoleada era necesariamente de pies cortos, de miradas cortas, porque el neoliberalismo actual es un neoliberalismo cansado, con signos de decrepitud.

¿El contexto histórico entonces ayuda a este nuevo ciclo progresista?

Sí. Estamos en un contexto mundial más favorable. Muchos de los temas que discutíamos en América Latina en 2007, 2008 o 2009 son los temas que se discuten en Estados Unidos y Europa: el rol del Estado, la necesidad de construir ciertas redes de protección, cierto nacionalismo económico que proteja el mercado interno. Son temas que inició el progresismo latinoamericano y que ahora encuentran un ambiente mundial más tolerante.

¿La agenda tiene que ser la misma que en los años 2000?

Por un lado, sí, porque muchos problemas permanecen e incluso se han agravado a partir de la llegada de fuerzas conservadoras y de la crisis económica de la pandemia. Pero también hay que incorporar nuevas miradas, agendas y temas. El progresismo de la primera oleada fue encontrando un límite, mostrando contradicciones, debilidades. Este nuevo ambiente mundial más favorable a los temas progresistas le puede brindar una renovación de su agenda, algo así como un nuevo conjunto de transformaciones y reformas.

Pienso que deberían ser reformas muy segmentadas por país, más necesarias que nunca por la agudeza de la crisis. Hemos decrecido nueve puntos en los últimos años, retrocedido diez años. No alcanza con volver a hacer lo mismo que antes, que además ya había comenzado a mostrar sus límites. La pandemia jugó un papel catalizador de múltiples crisis. En Bolivia, por ejemplo, el tema sigue siendo el mismo, aunque las medidas sean diferentes. ¿Cuál es el tema que enfrentan los progresismos? De dónde saldrán los recursos para enfrentar la debacle económica, el aumento del déficit, el cierre de la economía obligado por la pandemia, la recuperación de las empresas zombies, la construcción de nuevas redes de protección, el apoyo a los trabajadores. Para salir de la etapa de emergencia va a haber que generar recursos.

… ¿Cuál sería el camino hoy?

Hay que pensar en una segunda oleada de nacionalizaciones, entendida como el control de fuentes de elevados excedentes. Eso, por un lado. Por otro, avanzar en políticas tributarias más audaces; el número de multimillonarios aumentó en América Latina en estos años. Pero la gravedad del hueco, de la crisis en la que estamos, es tan grande que se requieren grandes esfuerzos, intentar que vuelva a la economía la riqueza latinoamericana depositada fuera de los países, a veces en paraísos fiscales. Implementar amnistías tributarias que ayuden a la repatriación o medidas que generen incentivos y obliguen a traer ese dinero. Y, también, un nuevo enfoque en la integración, trabajar en acuerdos comerciales temáticos, puntuales y muy prácticos. En el ciclo anterior tuvimos una mirada de integración, en tiempos de Lula, Evo, Correa, Chávez, Néstor, que logró un acercamiento y coordinación política muy importantes. Pero ahora necesitamos avanzar en cosas concretas y específicas para darle materialidad a la integración. No ya grandes acuerdos sino líneas prácticas, en una, dos o tres áreas, que vinculen cadenas específicas, para fabricar en conjunto una computadora o una máquina o lo que sea. Crear un área, que funcione, y pasar a la segunda, la tercera y la cuarta…

Futuro abierto…

Un tiempo histórico que no se puede prever. No hay un fin adonde llegar, no hay un futuro claro. La cualidad de este momento es la superposición de ideas, propuestas, elites con opiniones diferentes. Estamos en un período, esperemos que no muy largo, en el que va a haber varias propuestas en disputa, no hay una gran propuesta de largo aliento. Y esto es así porque el nuevo horizonte no se construye sólo en América Latina, se va a constituir a nivel mundial.

Entonces esta década va a estar marcada por la incertidumbre, incluso el caos. Los momentos liminares visibilizan el cansancio de la hegemonía neoliberal, aunque aún no tenga sustituto. Por eso muchas sociedades viven este desasosiego, esta situación de incertidumbre y miedo: cuando uno deja de tener un destino ordenado y una imaginación clara de futuro. Esperemos que cuando se abran los corazones y las mentes de la gente el progresismo se imponga. “

Las dos referencias elegidas coinciden en la incertidumbre como rasgo del mundo –como lo ha sido en toda la modernidad, por lo demás- y deberemos aceptar esto, y no angustiarnos, porque para salir de esta situación hacen falta nuestra comprensión de ella, nuestro posicionamiento en una actitud progresista –lo contrario de lo que ha hecho una buena parte de la sociedad urbana mendocina, por ejemplo- y una inquebrantable decisión de avanzar hacia un mundo mejor para nuestros descendientes de toda América Latina.

OTRA VEZ LO DIGO: NOS VA LA VIDA EN ELLO

CON ESTA LUNA DE MARCELO GUERRIERI POR ADOLFO ARIZA

CON ESTA LUNA DE MARCELO GUERRIERI POR ADOLFO ARIZA

“En general necesito eso en lo que escribo: conectar con alguna obsesión o pregunta vital para mí que en el texto busco responder”, dice Marcelo Guerrieri para explicar qué lo llevó a escribir Con esta luna, publicada por Tusquets. Buenos Aires, 2021.

Escuché una entrevista a Guerrieri un sábado por la mañana en La conversación, un buen programa radial. Me interesó y conseguí esta novela urbana, que se desarrolla en la Ciudad de Buenos Aires, en un submundo nocturno de taxistas, cafés y personajes casi marginales.

Voy a empezar por presentar al autor, ya que no es tan conocido, y porque hay elementos que son relevantes en la novela. Nació en Lomas de Zamora, en 1973, estudió antropología en la Universidad de Buenos Aires y es profesor en Artes de la Escritura de la UNA (Universidad Nacional de las Artes). Fue alumno del taller literario de Alberto Laiseca y es autor del libro de cuentos Árboles de tronco rojo y de la novela Farmacia (Factotum, 2017).

Con esta luna está originada en una investigación estudiantil, y se nota, porque, a mi criterio, los elementos antropológicos se hacen presentes permanentemente en la novela.

En la contratapa se lee: “Una ficción original y deslumbrante que puede ser leída como relato de aventuras, novela social. narración fantástica, policial negro o todo eso a la vez.” Es correcta la descripción, porque resalta que en la novela aparecen varias maneras de acercarse a esa realidad porteña girando alrededor de un conflicto de novela policial, que se pueden ampliar o desagregar, como intentaré hacerlo.

Como desconozco el tema de investigación que se menciona, aunque Moreira –personaje central, quizá con rasgos autobiográficos del autor- da algunos apuntes utilizables (como que lee El gen egoísta de Richard Dawkins), me puse a pensar en cuál sería la “obsesión o pregunta vital” a la que quiere responder Guerrieri, y por qué eligió ese submundo. Hay elementos propios de la antropología urbana porque en las ciudades se manifiestan con características propias (y diferenciales de las ciudades entre sí) los aspectos sociales, el espacio público, las clases y/o sectores y las variaciones subculturales de un grupo o de varios de los que crecen en las metrópolis.

Dice Alejandro Grimson (Desafíos para las antropologías desde el sur. Intervenciones en estudios culturales, vol. 2, núm. 3, 2016): “Nosotros, los antropólogos, estudiamos generalmente fracciones, mundos o submundos, periferias de las periferias…”.

Veamos cómo es el submundo y los sub submundos de la novela

¿Dónde se desarrolla la novela?

El comienzo es en un bar llamado Córdoba, en Córdoba y Jean Jaurès, frente a la Plaza Monseñor de Andrea, también llamada “La plaza de los Galgos” (así se la menciona en la novela), por la escultura “Los Galgos Rusos”, del artista italiano Giacomo Merculiano, que está en la esquina de Paraguay. Allí se encuentra Moreira, en momentos en que transcurre el final de la votación por la Resolución 125. No voy a desarrollar esta situación, solo recordaré que esta Resolución establecía un sistema móvil de retenciones impositivas a las exportaciones de soja, trigo y maíz que provocó un grave conflicto con el empresariado agro ganadero (con cortes de ruta y movilizaciones incluidas) que terminó el 17 de julio de 2008 cuando en el Senado se rechazó el proyecto de ley sobre las retenciones con el voto negativo (o voto no positivo) de desempate del entonces Vicepresidente de la Nación, Julio Cobos.

En ese bar se formaron bandos a favor y en contra del apoyo o rechazo a la medida entre los taxistas que se reunían habitualmente allí, junto con los pibes del kiosco y los trapitos de la cuadra. En ese lugar se produce el hecho que abre la trama que funciona como eje narrativo de la novela: la desaparición del Jorobado, uno de los taxistas.

Y acá se pone difícil lo genérico que mencionamos arriba:

¿Es una novela policial negra?

Según Wikipedia, es “un tipo de novela policíaca en la que la resolución del misterio no es el objetivo principal y los argumentos son habitualmente muy violentos; la división entre buenos y malos de los personajes se difumina y la mayor parte de sus protagonistas son individuos derrotados y en decadencia en busca de la verdad o, cuando menos, algún atisbo de ella.”

Subrayo lo que me parece que se da en Con esta luna. Hay personajes fracasados en lo personal o en lo familiar, y/o con problemas económicos, en diversas búsquedas sin mayor certeza de éxito. Moreira pasa sus noches allí para escapar de su insomnio y soledad, por ejemplo. Es uno de los varios/as solitarios/as que aparecen en la novela. Se podría seguir con otras vidas fracasadas, pero alcanza con esto.

Sin embargo, la novela tiene estructura de género policial. Se utiliza la observación, el análisis y la deducción para resolver un enigma, que es la desaparición del Jorobado. Moreira es el que asume el rol detectivesco y lo acompañan otros taxistas y Lesli, un personaje femenino muy enigmático porque aparece tomando decisiones claves, que hacen suponer que sabe cosas que no se explican.

Soy un viejo lector de novelas policiales, y pronto atisbé cuál era la explicación del enigma, aunque la trama es compleja y el desenlace, difícil de anticipar.

Sin embargo, hay otros elementos narrativos que me parecen propios de una novela gótica, sobre la que Psicología y mente. Tipos de novela, dice:

“En las novelas góticas se incluyen elementos misteriosos, sobrenaturales y de terror. Beben un poco de novelas fantásticas, las de terror y las de misterio, tratando temas oscuros como la muerte, la decadencia y las tragedias inevitables. Los ambientes más comunes que podemos encontrar en este tipo de novelas encontramos viejos castillos, casas embrujadas, cementerios, iglesias satanizadas…”

Y sí, en un ambiente como éstos transcurre la novela: el bar y la plaza y todo lo que se oculta debajo de ellos. También es así el lugar donde se resuelve el misterio y no está muy lejos, en Andonaegui y Campillo, por Paternal.

No es fácil escribir sobre la novela sin descubrir el conflicto y su desarrollo, por respeto a los lectores. Acá anticipo algo de la conclusión: vale la pena leerla: es interesante, a pesar de la multiplicidad y heterogeneidad de personajes, situaciones, espacios urbanos, símbolos, aportes teóricos (esotéricos, sociales, psicológicos, antropológicos) que podrían diluir el interés de la lectura.

En esta tesitura de presentar la novela sin descubrir su desenlace, indico algo de lo que sucede en ella: aunque ese bar se cierra misteriosamente, allí y en la plaza de enfrente, se desarrollan extraños hechos que ubican a la narración en el mundo de lo maravilloso porque se trata de una leyenda que nació rural, pero que ahora se arraiga en lo urbano: la del lobizón.

Como otras veces me referiré a Todorov, Introducción a la literatura fantástica, 1970. Lo fantástico es el ámbito de la incertidumbre, cuando no sabemos si lo que sucede en la obra es extraño o maravilloso, cosa que puede no suceder nunca como pasa en el cuento La noche boca arriba de Julio Cortázar (Final del juego, 1955), que es claramente fantástico

En cambio, lo extraño se da cuando al final aparece una respuesta racional a lo que sucede (Los crímenes de la Rue Morgue, de Edgar Allan Poe).

Finalmente, en una narración maravillosa sabemos qué ocurre, pero la explicación remite a nuevas leyes que no van de acuerdo a la realidad conocida, como sucede en los cuentos de hadas en los que aceptamos como natural que un sapo se transforme en príncipe.

Hay muchos más elementos maravillosos en Con esta luna. Es el caso de un personaje llamado Trompita. Vive en habitación del playón de la estación de servicio, frente al bar de los “cinéfilos”, donde Córdoba se convierte en Estado de Israel.

La entrada a su habitación está detrás de una pila de cubiertas; allí vive Trompita, así:

“El piso está cubierto por cartones pintados, cosidos entre sí con gruesos hilos rojinegros, que componen una alfombra llena de dibujos de colores. Sobre un círculo en el centro, donde está sentado el gordo que sigue meditando, los cinco continentes, un enorme símbolo de la paz y un «Om» gigante; alrededor, mandalas, laberintos, espirales celtas, constelaciones, cruces solares, un yin yang, un ojo, un taxi alado que vuela hacia una estrella que asoma sobre una luna creciente; fileteados porteños, flores de ceibo, águilas, cintas de Moebius, un kultrún, una porción de pizza.”

En la novela nadie se asombra de eso, es más Trompita es una especie de gurú, o vidente, que guía a Andonaegui –otro taxista- para que encuentre el camino de su vida, o al Jorobado en el momento cúlmine de su vida.

Es extraño el Gato –otro taxista- que anda por los techos a grandes alturas como si fuera un superhéroe y ve el aura de las personas.

Dentro de ese mundo extraño se integran aportes que considero que tienen que ver con la formación antropológica del autor.

Tanto ambientes como personajes tienen valor en ese sentido: en primer lugar, en la caracterización del espacio porque los lugares mencionados son fracciones que funcionan como significantes del submundo mayor: la Capital; en segundo, porque los personajes también son símbolos de una sociedad que aparece tan dividida como la visualizamos hoy. Sin embargo, en esas fracciones se manifiesta ese mundo rico, heterogéneo, de personajes marginales, mezcla de vagabundos e intelectuales, de solitarios y fracasados, esa CABA que, aunque se viaje en taxi o en ómnibus por sus calles, es subterránea y misteriosa, aun inexplicable

Me ha parecido que no siempre esto mejora la narración, aunque, como dije, no llega a descalificar el transcurso narrativo y su interés. Por ahí, hay expresiones con un nivel cultural y/o teórico no adecuado al personaje que lo dice.

Por ejemplo, hay frases de la Bony (una camarera de bar) que me parecen demostrativas de eso, o las de los taxistas cuando la votación. Sin embargo, hay dos situaciones en que me parecen evidentes: cuando están en la plaza, aparecen cuatro parapolicías que los golpean y dicen: “No somos policías, no somos mercenarios. Somos una unidad de control de la ciudad.”

No tienen mayor significado para la narración, así que considero que tienen valor simbólico: son sicarios de una derecha fascista, y esa es su justificación.

Los “cinéfilos” ven películas repetidas y se encarnan en personajes y espectadores que participan de la acción. Cuesta creer su interés en esas películas, con un desfasaje temporal importante. Un ejemplo: “Prisioneros de la tierra es una película en blanco y negro argentina de Mario Soffici, protagonizada por Francisco Petrone y Ángel Magaña. El guion trata de la explotación de los trabajadores de la yerba mate en Misiones y fue escrito por Ulyses Petit de Murat y Darío Quiroga, sobre varios cuentos de Horacio Quiroga. Estrenada el 17 de agosto de 1939.” (Wikipedia)

Los taxistas la viven como un conflicto social real y actual, como si fueran un grupo de intelectuales de izquierda.

Lesli también tiene un valor simbólico, y es un personaje muy interesante, que permite visualizar aspectos profundos de la vida erótica de la sociedad, como también de sus actividades (artísticas, sociales) como un sector de jóvenes independientes, por ejemplo, que consumen cotidianamente marihuana.

Hay varios otros temas que podría mencionar, como el de la música, sobre el que hay muchas menciones. Solo indicaré un par de ejemplos de cantantes o bandas: Creedence Clearwater Revival, Frank Zappa, Bill Evans (lo pide Moreira). Los lectores que más de música de ese tipo, sabrán analizar el tema mejor que yo.

Para terminar, haré un comentario sobre el título, Con esta luna.

Este es el epígrafe de la novela:

«-iCómo morir con sol! Yo creí que iba a ser de noche. Yo te esperaba una noche.

-Siempre es noche, mi hijito. Tan solo el chispazo de un yesquero es ese sol al que te querés aferrar.

Todo es tan solo una noche inmensa.»

Juan Moreira, Leonardo Favio

La última frase del epígrafe marca la tonalidad nocturna de la novela y la oscuridad como su ámbito esencial. La luna llena rompe esa oscuridad más de una vez, sobre todo en el desenlace. Recordemos que los hombres antiguos reverenciaban la Luna y muchas culturas crearon a su alrededor leyendas, como la del hombre lobo. Creo que allí está el origen, pero en esa escena final, tremenda, tan cargada de símbolos, la luna es una parte de un cosmos casi irracional.

En ese acto final, algunos de los presentes –mujeres, taxistas- gritan: -¡Omnia sunt communia!

Esta es una expresión del latín que significa «todo es común» o «todo es de todos», y fue utilizada como grito de batalla por el pastor protestante reformista alemán Thomas Müntzer, una de las figuras más importantes del cristianismo revolucionario, así como uno de los jefes de los rebeldes en la llamada “Guerra de los campesinos alemanes”, aunque originalmente es de Santo Tomás de Aquino

Elegí este ejemplo para terminar la entrada, ya muy larga, para resaltar la cantidad de elementos extraños y diversos que pueblan la novela.

El mismo fin de la novela destaca visualmente este mundo extraordinario, y lo califica: locura.

“«Un cielo disparante», se dice Moreira, «disparante», se repite, y siente que solo una palabra inventada por un chico puede describir toda esa locura que ahora es el cielo, arriba de ellos, entre ellos, mezcolanza de violetas y naranjas entre pedazos de nubes.”

CELEBREMOS EL WE XIPANTU (AÑO NUEVO), EL CAMINO AL NUEVO SOL. HOY ES EL SOLSTICIO DE INVIERNO

Año Nuevo del Sur – Liliana Bodoc – Escritora

Hace dos o tres años me invitaron a la fiesta celebraba el inicio de Año Nuevo del Sur, en el Teatro Independencia.

El Teatro estaba lleno, fue una fiesta inolvidable, y terminamos en el foyer cantando todos juntos durante un rato largo.

Sin embargo, lo más importante para mí fue comprender el significado que debía tener para nosotros el solsticio de invierno como lo es para los pueblos originarios, no sólo del sur.

Este año ocurrirá a las 3:32 am, y la pandemia no nos permitirá encontrarnos y cantar y bailar para celebrar el momento en que tenemos que empezar a “preparar la tierra, sembrar, buscar las semillas apropiadas para cada región”, porque comienza el ciclo del cultivo de la tierra, o sea el año nuevo.

No voy a entrar a analizar el hecho de por qué festejamos tradicionalmente el Año Nuevo el 1 de enero, es más, seguiré haciéndolo, pero quiero resaltar el hecho entrañable y necesario de comenzar a crecer juntos como lo que somos: semillas de una misma tierra.

Ese debe ser el espíritu que nos llene el alma y que una nuestras manos para avanzar en la construcción de una América del Sur como la que propone el Consenso de Cusco.

“El Consenso del Cusco es un conjunto de principios y propuestas, establecido por acuerdo de los doce países de América del Sur en diversos documentos, y convertidos en un programa común el 8 de diciembre de 2004, al fundarse en el Cusco la Comunidad de Naciones Sudamericanas. El 23 de marzo de 2008 adquirieron carácter constitucional, al quedar incorporados al Tratado Constitutivo de la Unión de Naciones Sudamericanas, firmado en Brasilia.” (Este es uno de los muy valiosos aportes de Humberto Podetti.)

Es la única manera en que nuestros pueblos podrán salir del estado de postergación y pobreza que nos asuela (también puede ser asola, pero me gusta más con diptongo).

No hay otra manera de enfrentar a “la sociedad global del mercado que produce el derecho que regula más del 70 % del comercio mundial, sin intervención de parlamento alguno, ni de jueces constitucionales o de tratados o acuerdos internacionales.” (Humberto Podetti, Tiempo, espacio y sentido en el proyecto de Estado continental sudamericano)

Es esa sociedad la que ha desarrollado este capitalismo neoliberal inicuo y depredador que quiere quedarse con nuestras riquezas, tanto materiales como espirituales.

Es también la que trata de imponer Gobiernos cipayos que sirvan para enriquecerse descomunalmente, aunque nos hundan en la miseria y en la devastación ambiental.

Hace un par de años, más o menos, parecía que ese era un destino inevitable para nuestros países. Hoy la situación es otra, y se ha llegado a ella por la vía democrática.

Argentina es un buen ejemplo, con un Gobierno que avanza –como puede, pero avanza- en un proyecto nacional y popular.

Bolivia rechazó una propuesta fascista y de derecha y Arce ha tomado medidas contra lo que intentó la golpista Añez.

Chile está por comenzar el proceso de redacción de la Constitución que reemplazará la que dejó Pinochet.

Sin embargo, todo esto y algunos hechos más, podrían ser ineficaces si nuestros países de América del Sur no logran consolidar un proyecto de Estado continental que nos dé la capacidad de enfrentar el enorme poder de la sociedad global de mercado, que incluso controla los medios de comunicación más poderosos.

El MERCOSUR, y la UNASUR (que menciono arriba) son herramientas válidas para la integración de los países sudamericanos, por eso, el Gobierno de Macri (como el de Chile) los abandonaron para concretar Tratados de Libre Comercio (TLCs) que no son aconsejables entre países con asimetrías de poder económico, porque los países pobres pierden siempre.

Tal como dice Ulises Naranjo:

“Las semillas con el primer sol del amanecer iniciarán su camino para convertirse en frutos. Nosotros debiéramos hacer lo mismo.”

HAGAMOS LO MISMO

Festejar y agradecer: hoy comienza el Año Nuevo en el Hemisferio Sur

https://www.mdzol.com/sociedad/2020/6/20/festejar-agradecer-hoy-comienza-el-ano-nuevo-en-el-hemisferio-sur-86721.html

El solsticio de invierno se inicia en la agonía de esta tarde, a las 18.43, cuando se inicia la noche más larga, de cara al amanecer de nuestro primer sol del año. Ahora, sí, momento de brindar en familia. Todo comienza con el inicio del ciclo de las estaciones: ¡Feliz año Nuevo!

ULISES NARANJO

SÁBADO, 20 DE JUNIO DE 2020 · 07:14

El invierno es ese momento del año en el que, paradójicamente, nos despojamos para limpiarnos. El invierno es más íntimo y más honesto: en invierno nos purificamos, nos limpiamos, nos liberamos y comenzamos a transitar el ciclo que habrá de durar, horas más o menos, 365 días. Las semillas lo saben y, por eso, lo sabían nuestros antiguos. La ocasión, a merced de una pandemia, es más que propicia para el retiro y el análisis. Hay silencio alrededor, deberíamos aprovecharlo.

Solsticio: los huarpes, por ejemplo, celebraban -y celebran los que quedan y aquellos que los respetan y se reconocen en parte en ellos- el Wetripantu, compartido con los mapuches y puelches. La fiesta se iniciaba la noche del solsticio de invierno, el momento del año en que, en el Hemisferio Sur, estamos más alejados del sol. Entonces, aquellos habitantes originarios de Mendoza y la región, al borde del río, el mismo que nos sigue dando vida, pasaban la noche y esperaban el primer sol, con semillas, con fuego y con historias, sabiduría oral trasmitida a los niños. Era una fiesta colectiva, familiar, y de pleno contacto con la naturaleza.

No es nueva. Se trata de una celebración ancestral y planetaria, de una reunión familiar para reconocerse, trasmitir valores y conocimientos y hasta para purificarse con baños de agua helada llegada desde la cordillera.

No es una fiesta exclusiva de nuestros pagos: lo mismo hacen en el Hemisferio Norte cuando les toca su solsticio invernal, a fines de diciembre. Sólo porque tienen el poder de construcción de lo real, ellos determinaron que entonces comienza el año del planeta, en consonancia con sus fiestas de la cosecha, sus “wetripantus”, que guardan otros nombres como la Fiesta de San Juan y sus hogueras en España y todo Europa (Fogueiras de São João, Jonsok, Sankthans, Midsommar, Juhannus, Midsummer), el mismo Inti Raymi incaico y hasta, bien atrás en el tiempo, las dionisíacas griegas -y las saturnales latinas- que dieron origen al arte tal como lo conocemos.  Verán, entonces, lo importantes que son.

Tanto éxito tenían desde siempre las fiestas de la cosecha y el solsticio invernal, que la Iglesia Católica decidió imponer la Navidad -el cumpleaños de Jesús- para esos días de diciembre y colgarse así de la volada planetaria exigida desde el Norte.

Ahora, hoy mismo, es cuando nosotros debiéramos comer las garrapiñadas, turrones, mantecoles, maní con chocolate y otros productos fuertes en calorías que ponemos en la mesa imitando a los del Norte. Ahora, es cuando debiéramos enviar postales con nieve por todos lados y, en lugar de renos, algún guanaco, un cóndor, una liebre o una trucha.

No es una cuestión de personalidad. Es una cuestión de poder que asumimos sin mayores conflictos. Somos copiones, pero porque aceptamos, sin más, las formas del poder que nos son impuestas.

El Año Nuevo del Sur en Mendoza

Hace 18 años, un queridísimo e inolvidable amigo de muchos de nosotros, el músico Valdo Delgado, tomó la iniciativa para crear en la provincia el Año Nuevo del Sur, una celebración multiartística, con un fuerte mensaje de reconocimiento a nuestro lugar en el mundo.

– El Norte no está arriba y el Sur no está abajo, decía Valdo, charango mayor del exquisito grupo Miles de Años, o, tal vez, este escriba lo está inventando.

Así surgió una fiesta que logró reunir en escena, a lo largo de los años, a notables como : Liliana Bodoc. Luisa Calcumil, Máximo Arias, Gladys Ravalle, Mariú Carreras, Daniel Ciancio, Fausto Marañón, Osvaldo Chiavazza, Hernán Paz, Ulises Naranjo, Laura Morales, Natacha Gabrielli, María Godoy, Fabián “Tutuca” Castellani, Martín Montero, Gabriela Simón, Gabliela Psenda, Alejandro Rotta, Miles de Años, Chakana, Ensamble Eduardo Pinto, Trío: Öesch-Alcaraz-Patiño, Sandra Amaya, Analía Garcetti, Alejandra Bermejillo, Mariana Matta, Camino al Pachacuti,  Markama, Huynamarka, Willi Fabre, Coco Best, Leo Martinez, Francisca Figueroa, Nahuel Jofre, Cristina Pérez, comparsas de candombe y sikuris de Mendoza entre otros.

El Año Nuevo del Sur tiene un núcleo duro de trabajo, herederos de aquella fogata que encendió Valdo Delado. Ellos son los talentosos artistas Sebastián Alcaráz, Eugenia Moreno, Quique Öesch, Raúl Rivero, Miguel Ángel Purpora y Carlos Canale. Año a año, invitan a distintos cultores y, en el Teatro Independencia, ofrecen una de las celebraciones más encantadoras que tiene Mendoza.

El solsticio y la pandemia

Imaginarán que, este año, no habrá teatro, pero sí celebración familiar. “El Año Nuevo del Sur marca una renovación en la relación de la Tierra con el sol. Es volver al punto donde el sol se encuentra lo más alejado de la tierra”, dicen los organizadores.

“El espectáculo, que ya va por su XVIII edición en Mendoza, es una invitación a vivenciar la comunicación con la naturaleza y armonizarnos con el lugar y el tiempo que nos tocan vivir. Preparar la tierra, sembrar, buscar las semillas apropiadas para cada región, nos da la pauta que el año recién está por comenzar. Es absurdo dar por comienzo cuando los frutos están en nuestras manos, como ocurre en diciembre”, completan.

Por eso, en plena pandemia del coronavirus Covid-19, este año se han limitado a difundir material audiovisual y a invitar a celebrarlo íntimamente, en los hogares, pero con el mismo espíritu de nuestros mayores: purificación, sabiduría, comunicación, propósitos y, por supuesto, agradecimiento.

Las semillas con el primer sol del amanecer iniciarán su camino para convertirse en frutos. Nosotros debiéramos hacer lo mismo.

LOS DIEZ GRAVES INDICADORES DE LA DEUDA SOCIAL EN MENDOZA

LOS DIEZ GRAVES INDICADORES DE LA DEUDA SOCIAL EN MENDOZA

Son muy impactantes los datos que recopila la nota de Bustelo, así que decidí elaborar una entrada con ella, a pesar de no compartir las descalificaciones que contiene.

No es que no crea que la clase política no tiene muchas deficiencias, aunque mi análisis de estas difiera con las que han buscado instalar los medios –la mayoría- que han colaborado en la instalación de los Gobiernos neoliberales, aquí, y en muchos lugares, sobre todo en América desde el Río Grande hacia abajo (lo que no es casual).

Ayer Cristina, en su discurso público –sus apariciones siempre ponen cosas patas arriba- dijo algo que comparto:

“En el mundo de la anti política, los políticos “son todos iguales”. Bueno no. No son todos iguales. No somos todos iguales.”

Más allá de todos los encendidos e indignados comentarios que puedan disparar estas palabras en una parte de nuestra clase media urbana, quiero destacar la ineficacia de ese concepto de igualdad. Si son todos iguales -malos, buenos o regulares-, eso no nos sirve para saber a qué atenernos y diferenciar a quienes nos gobiernan o podrían hacerlo. En realidad, solo le sirve al capitalismo neoliberal y sus seguidores y/o secuaces para que la gente desprecie a la política y a los/las políticos/as, y les deje el campo libre para que hagan lo que quieren, que siempre perjudica a la mayoría de la sociedad, sobre todo a los/las más vulnerables, como lo han realizado en Chile, Perú, Argentina (la lista no termina).

Hay que analizar la información, no comprar siempre en el mismo medio, porque, si no, somos presa fácil para los que quieren engañarnos. Ver qué hacen, qué no hacen, qué dicen, qué no, y tener memoria. Después, decidir en función de eso, que no sea lo mismo ser bueno o malo.

Con eso, la política va a ser mejor, seguramente.

También estoy de acuerdo con otro comentario de Cristina:

“Hay que dejar la vacuna y la pandemia afuera de la disputa política”.

Por más obvio que sea, es real, si vemos cómo se ha manejado la oposición respecto de la política del Gobierno con la pandemia: cuarentena, vacunas (antes la vacuna rusa no, que envenena, ahora, faltan vacunas), creo que sería bueno –pero difícil que pase- que se tomara conciencia de que, en un tema de salud pública tan grave como este, hace falta una actitud política más solidaria y patriótica en serio.

Tampoco comparto la descalificación de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNCuyo, una institución con una larga trayectoria de trabajo académico y de investigación de calidad. Incluso suena extraño y sesgado el comentario.

Escrito esto, como dicen ahora en los medios, vuelvo a resaltar la importancia de conocer estos datos tremendos. Aquí sí coincido con Bustelo, en la responsabilidad del peronismo y la UCR mendocinos, porque esta decadencia comenzó hace bastante, es más, diría que ambos espacios políticos le deben a Mendoza un buen Gobierno, que no le han sabido dar desde la vuelta a la democracia, más allá de los aciertos de cada uno de ellos (estaría bueno un estudio lo más objetivo posible sobre esta etapa).

Los datos hablan por sí solos: hoy Mendoza es la provincia más pobre de Cuyo. Quienes hemos vivido lo suficiente para ello, sabemos lo que fue antes: la provincia más importante del oeste argentino.

La conciencia de esta situación tiene que llevarnos a cambiar de actitud: hemos pasado de nuestro conservadurismo de siempre a acercarnos a un fascismo de derecha que vota en contra de todo lo que le suene a peronista (o populista, como le han metido en la cabeza que es el demonio hecho política), y no repare en votar cualquier medida, aunque lo perjudique, o a cualquier candidato, aunque no tenga trayectoria ni hechos que lo justifiquen.

SERÍA SALUDABLE PARA MENDOZA QUE CAMBIÁRAMOS ESTA MANERA DE ANALIZAR LA REALIDAD. LOS DATOS DE ESTA NOTA DEMUESTRAN QUE ESTAMOS MUY MAL ,Y VAMOS PEOR.

https://www.losandes.com.ar/sociedad/los-diez-graves-indicadores-de-la-deuda-social-en-mendoza/

Gastón Bustelo

DOMINGO, 13 DE JUNIO DE 2021

Siempre es bueno tener indicadores a mano para saber en qué hay que mejorar, sobre todo en materia social; algo que, por lo general, los legisladores (nacionales y provinciales), así como la mayoría de los funcionarios, intendentes y concejales, no tienen muy en cuenta o vergonzosamente los desconocen.

La deuda social, un concepto acuñado por el Observatorio de la Deuda Social Argentina que depende de la Universidad Católica Argentina (UCA), sirve para explicar el déficit que tenemos como sociedad. Esa institución comenzó a trabajar en distintos indicadores sociales desde 2001 y avanzó en la definición teórica de deuda social. Tomamos su idea en esta nota para reflejar lo que sucede en nuestra provincia. Aquí tenemos a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNCuyo, que no hace nada parecido: están en otra cosa. Al igual que los legisladores nacionales y provinciales, que están tuiteando, pero nunca van a escribir un tuit con alguno de estos datos, porque los desconocen. Y es sobre estos datos sobre lo que deberíamos estar discutiendo también, más allá de la pandemia. Mendoza viene con serios problemas desde hace varios años y en esto están los dos partidos mayoritarios de la provincia y sus respectivas gestiones involucradas, e incluyo también lo que han hecho o dejado de hacer los legisladores nacionales y provinciales. Ellos actúan como si su gestión no fuera evaluada por estos indicadores, pero sepan que son responsables también de lo que pasa en la provincia, con la realidad que tenemos.

El listado que publicamos en esta nota está realizado con datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), de la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económica dependiente del Ministerio de Economía y Energía de Mendoza y del Observatorio de la UCA.

Los datos también permiten definir políticas para atacar los problemas de los más necesitados y, además, saber si esas acciones han tenido algún resultado concreto, es decir si se mejoró o no el indicador que se eligió mejorar. Aquí van los números.

60,8% de pobreza infantil, según la medición de la Encuesta Permanente de Hogares del Indec correspondiente al segundo semestre de 2020. Es un muy mal indicador, porque pone a Mendoza en el ránking de las 10 provincias con mayor cantidad de niños pobres y con un número que la catapulta al primer puesto en Cuyo. Esto implica que tiene un porcentaje de pobreza infantil de 5 puntos más altos que San Luis (55,1%) y casi 10 puntos arriba de San Juan (51,0%). En 2019, la pobreza infantil llegaba al 55,8% y había 127.396 niños en esa situación, así que se suma.

44% de pobreza en el Gran Mendoza, según la Encuesta Permanente de Hogares del Indec, correspondiente al segundo semestre del 2020. El porcentaje de 2019, también en el segundo semestre, era del 38,6%; del 30,7% en 2018, del 26,4% en 2017 y del 33,5% en 2016. Como vemos, la pobreza no deja de subir desde 2018. Hoy hay 451.644 personas pobres en Mendoza, 58.361 personas más que en 2019, cuando había 393.283 pobres. Y hay más de 200.000 personas más que en 2017, cuando el número llegaba a 248.905 personas.

En este indicador tampoco estamos bien con relación a las provincias de Cuyo. Según la medición de 2020, tenemos casi 4 puntos más que el Gran San Luis (40,6) y casi 10 puntos más que el Gran San Juan (34,8%). Y, además, estamos entre las cuatro provincias del país con más pobres.

42,4% de pobreza en toda la provincia de Mendoza, según datos de la Encuesta de Condiciones de Vida de la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE), correspondiente a 2020. Para la repartición que depende del Ministerio de Economía y Energía, el porcentaje casi no subió a pesar de la pandemia, ya que en 2019 el número de pobreza era del 42,1%. En 2018, la pobreza era del 36,2%; en el 2017, del 27,1% y en 2016, del 35,3%, para toda la provincia según la DEIE.

36,7% es la pobreza multidimensional en Mendoza, según el Observatorio de la Deuda Social Argentina sede Mendoza dependiente de la Universidad Católica Argentina (UCA), son 456.573 personas en la medición para 2020. Desde el Observatorio explican que la medición de la pobreza multidimensional surge de vincular las dimensiones de justo bienestar y derechos sociales, a través de una matriz que describe diferentes tipos y grados de privaciones y de desigualdad social. Así es como se definen cuatro categorías: los que no son pobres por ingresos, pero presentan carencias en dimensiones de derechos; los que tienen ingresos por debajo de la línea de pobreza y no presentan dimensiones con carencia en derechos sociales y económicos; los que no son pobres por ingresos, pero presentan una o más dimensiones de derechos vulnerados. La cuarta es la de la pobreza multidimensional, que en Mendoza llega al 36,7% de la población: son pobres por ingresos y presentan una o dos carencias de derechos.

12,4% es la pobreza estructural en Mendoza, según el Observatorio de la Deuda Social Argentina, sede Mendoza de la UCA, para la medición 2020. Esto representa a 154.264 personas y es otra de las categorías de pobreza que determina el Observatorio. Es el porcentaje de pobreza que se va consolidando y que cuesta bajar.

26,1%, con inseguridad alimentaria. Son 324.702 personas que pasan hambre y disminuyeron involuntariamente la cantidad de veces que comen en los últimos 12 meses, según el Observatorio de la Deuda Social Argentina, sede Mendoza de la UCA. También tienen problemas para acceder a la salud y a medicamentos.

31,9%, no tienen ingresos por empleo registrado ni por jubilación o pensiones contributivas en Mendoza. Son los trabajadores informales o que realizan changas y llegan a unas 396.858 personas, según el Observatorio de la Deuda Social Argentina sede Mendoza de la UCA.

13,3%, no asiste a instituciones educativas o tienen rezago educativo, según el Observatorio de la Deuda Social Argentina, sede Mendoza de la UCA. En el hogar hay por lo menos un niño o adolescente de entre 4 y 17 años de edad que no asiste a la escuela, o algún adulto de 18 años sin secundario ni asistencia. Esto implica que unas 165.461 personas están alejadas de la educación y será mucho más difícil que puedan tener un empleo de calidad o lograr ingresos como para no caer en la pobreza o en la indigencia, ellos y su familia.

18% (223.932 personas) tienen problemas con su vivienda, ya sea porque es inadecuada en su tipo o materiales, o tiene déficit en el servicio sanitario o falta de espacio según el Observatorio de la Deuda Social Argentina, sede Mendoza de la UCA. Es decir que padecen hacinamiento (residen más de tres personas por cuarto) y habitan en casillas o ranchos. Los problemas de vivienda se agravaron durante la pandemia, además, porque también bajó el ritmo de construcción del Instituto Provincial de la Vivienda. En 2019 se terminaron 2.078 viviendas. que es el ritmo promedio en Mendoza, pero en 2020 cayó a 844.

Caraduras

Aquí están los datos que reflejan bastante lo que sucede con la realidad social de Mendoza. Veremos si empresarios, políticos, académicos y demás instituciones comienzan a realizar acciones concretas para solucionar una realidad que cada vez será peor. Es increíble, pero las personas que se ponen un comedor social o un merendero generalmente no tienen recursos, pero entienden que algo deben hacer para ayudar, y están haciendo más por la gente con necesidades urgentes que los legisladores nacionales y provinciales. Esto representa un desastre de la dirigencia política que tiene Mendoza: los muestra como son y en algún punto explica por qué la provincia está como está.