¿PODEMOS CAMBIAR LA SITUACIÓN DE MENDOZA CON EL VOTO QUE VAMOS A EMITIR? Por Adolfo Ariza

¿PODEMOS CAMBIAR LA SITUACIÓN DE MENDOZA CON EL VOTO QUE VAMOS A EMITIR? Por Adolfo Ariza

Me atrajo este título:

¿Por qué la revolución ya no es posible? por Byung-Chul Han

Noviembre 03, 2019

https://www.bloghemia.com/2019/11/por-que-la-revolucion-ya-no-es-posible.html

Artículo de Byung-Chul Han, publicado en Süddeutsche Zeitung, el 2 septiembre de 2014.

No es la primera vez que trabajo sobre el pensamiento de este filósofo surcoreano. La otra vez fue sobre su libro Infocracia.

El tema es que, si la revolución no es posible, qué oportunidad tenemos de defender un mundo en el que valga la pena vivir para la mayoría de las personas de lo que el filósofo llama “el sistema neoliberal de dominación”.

Elijo este momento por la cercanía de las actividades electorales, y creo que son una oportunidad que no podemos perder.

Llevamos varias batallas perdidas, tanto en Gobiernos militares (Martínez de Hoz, por ejemplo), como en democracia (Menem, De la Rúa, Macri) que nos han hecho retroceder en el proyecto de una Argentina Justa, Libre y Soberana, además de sustentable ambiental y socialmente.

Esta idea me lleva a anticipar la conclusión, para que no se diluya en el análisis:

VOTEMOS. DE LOS PROBLEMAS POLÍTICOS SE SALE CON MÁS POLÍTICA, NO CON MENOS.

NO ACEPTEMOS CANDIDATOS QUE NO CRITIQUEN ESTE SISTEMA QUE NOS ESTÁ SUMIENDO EN UNA CATÁSTROFE AMBIENTAL Y SOCIAL Y QUE NO PROPONGAN ALTERNATIVAS MEJORES.

El discurso de la oposición nacional y del oficialismo local nos prometen más de lo mismo: o sea más de la decadencia (seguridad, educación, infraestructura, autoritarismo político) que vivimos cada día, incluso en comparación con Provincias vecinas.

Hay opciones, hay gente que tiene una trayectoria válida.

INFORMÉMONOS, NO REGALEMOS EL VOTO A QUIENES SON LOS RESPONSABLES DE ESTE RETROCESO DE MENDOZA.

Vamos al pensamiento de Byung-Chul Han y a fundamentar mi planteo:

Me interesó –aunque no es nueva la nota, pero mantiene (o aumenta) su validez- porque tiene que ver con un tema que me preocupa como peronista que sostiene una doctrina nacional de tres banderas: Independencia Económica, Justicia Social y Soberanía Política, y que apuntó al trabajo y a la producción diferenciándose del capitalismo y del marxismo: la hegemonía de un neoliberalismo desarrollado por corporaciones que nos está llevando a un mundo sin sustentabilidad ambiental ni social.

Sin hablar de “revolución”, como se menciona en la nota, me preocupa cómo desarrollar políticas que apunten a un mundo bueno para la mayoría de la sociedad, no como ahora, en el que el 10 por ciento de la población más rica del mundo posee el 87,7 por ciento de la riqueza mundial, y solamente el 1 por ciento de la población mundial más rica, acumula más riqueza que el 99 por ciento restante, o sea, poseen más del 50 por ciento de la riqueza mundial.

El problema es que esta concentración de poder económico es la que marca la política del mundo hoy limando o apartando al Estado de su rol central en la defensa de los intereses de la sociedad, sobre todo de los actores más vulnerables.

Está claro que estamos caminando hacia la catástrofe, tanto ambiental como social, y quizás ya sea tarde para evitarla.

¿Podríamos hablar de “opresores y oprimidos” como en otras épocas, y esperar una reacción popular que impida esta situación injusta?

Byung-Chul Han nos responde lo siguiente:

“En la sociedad disciplinaria e industrial, el poder de preservación del sistema era represivo. Los trabajadores de las fábricas fueron brutalmente explotados por los dueños de las fábricas. Tal explotación violenta del trabajo de otros implicaba actos de protesta y resistencia. Allí, fue posible que una revolución derribara las relaciones permanentes de producción. En ese sistema de represión, tanto los opresores como los oprimidos eran visibles. Había un oponente concreto, un enemigo visible, y uno podía ofrecer resistencia.

El sistema de dominación neoliberal tiene una estructura completamente diferente. Ahora, el poder de preservación del sistema ya no funciona a través de la represión, sino a través de la seducción, es decir, nos lleva por mal camino. Ya no es visible, como fue el caso bajo el régimen de disciplina. Ahora, ya no hay un oponente concreto, ningún enemigo suprime la libertad que uno pueda resistir.

El neoliberalismo convierte al trabajador oprimido en un contratista libre, un empresario de sí mismo. Hoy, todos son trabajadores autoexplotadores en su propia empresa. Cada individuo es maestro y esclavo en uno. Esto también significa que la lucha de clases se ha convertido en una lucha interna con uno mismo. Hoy, cualquiera que no tenga éxito se culpa a sí mismo y se siente avergonzado. La gente se ve a sí misma, no a la sociedad, como el problema.”

Soy poco afecto al uso de las plataformas como Airbnb o Cabify porque sé cómo funcionan y como sirven para concentrar poder corporativo y eliminar las economías locales. Un buen ejemplo es la gran cantidad de taxis que desaparecieron en Buenos Aires.

Ahora los choferes de Uber o Cabify no están –engañosamente- en relación de dependencia con lo que han perdido derechos y soporte a cambio de un trabajo precario.

Cuando he expuesto estos argumentos, hay gente que me los ha objetado defendiendo ese trabajo de menor calidad como si fuera válido, lo que justifica lo que dice el autor que cito.

Las corporaciones han puesto mucho empeño y capacidad económica para lograr estos resultados: la descalificación de la política como herramienta de transformación y del mundo que ha conseguido que una gran mayoría de la gente diga que no les interesa la política y les deje el campo libre a esas corporaciones para manejar las acciones de la sociedad sin nadie que la defienda.

Son reales los fracasos de los políticos y que la corrupción atraviesa sus actos –como al resto de los sectores sociales-, pero eso se soluciona con participación patriótica en la política, no abandonando ese espacio a aventureros ambiciosos, sino respaldando a políticos capaces y honestos, que los hay.

Uno de los eslóganes elegidos fue la acusación de “populista” a todo lo que responda a propuestas nacionales y populares. Alfredo Cornejo, pre candidato a Gobernador fue un abanderado de esta posición, intencionadamente sesgada.

Esto lo aclaré en otra entrada, de mayo de 2019: QUE NO NOS ENGAÑEN HABLANDO DE POPULISMO http://www.miradasdesdemendoza.com.ar/2019/05/29/que-no-nos-enganen-hablando-de-populismo/.

Francisco lo aclaró, como se cita en la entrada:

“Francisco: Es lo que llaman los populismos. Que es una palabra equívoca porque en América Latina el populismo tiene otro significado. Allí significa el protagonismo de los pueblos, por ejemplo, los movimientos populares. Se organizan entre ellos… es otra cosa. Cuando oía populismo acá no entendía mucho, me perdía hasta que me di cuenta de que eran significados distintos según los lugares. Claro, las crisis provocan miedos, alertas. Para mí el ejemplo más típico de los populismos en el sentido europeo de la palabra es el 33 alemán. Después de [Paul von] Hindenburg, la crisis del 30, Alemania destrozada, busca levantarse, busca su identidad, busca un líder, alguien que le devuelva la identidad y hay un muchachito que se llama Adolf Hitler y dice “yo puedo, yo puedo”. Y toda Alemania vota a Hitler. Hitler no robó el poder, fue votado por su pueblo, y después destruyó a su pueblo. Ese es el peligro.”  (http://internacional.elpais.com/internacional/2017/01/21/actualidad/1485022162_846725.html)

De paso, veo con pena y preocupación que mucha gente añora líderes de este tipo ignorando la historia de Argentina y del mundo.

La situación de Argentina –semejante a muchas partes del mundo- es preocupante con vistas a las elecciones porque la oposición en sus diversas vertientes no cuestiona el modelo neoliberal y amenaza con medidas que afectarían la soberanía del país y la situación –ya deteriorada- de los sectores populares

Si vemos que Cornejo lleva como precandidata a Hebe Casado, una médica negacionista y agresiva que quería que a Cristina Kirchner le diera Covid, podemos comprender que se instala en la peor derecha de Argentina con un discurso inconcebible en alguien de la U. C. Radical.

Eso es lo que trata de explicar el filósofo surcoreano:

“En consecuencia, traté de decir por qué la revolución ya no es posible hoy.

¿Por qué es tan estable el sistema neoliberal de dominación? ¿Por qué hay tan poca resistencia? ¿Por qué la resistencia que ocurre tan rápidamente queda en nada? ¿Por qué, a pesar de la división cada vez mayor entre ricos y pobres, la revolución ya no es posible? Para explicar este estado de cosas, necesitamos una comprensión precisa de cómo funcionan hoy el poder y la dominación.”

Entonces, ¿tenemos alguna chance de enfrentar este sistema neoliberal en nuestro país, en nuestra Provincia?

No olvidemos que cuenta con medios de comunicación propios y que es difícil que la gente se entere, por ejemplo, de situaciones que muestran la decadencia de Mendoza, que el cornejismo acentuó bastante en estos últimos ocho años.

De todos modos, la evidencia de esta decadencia es tan grande, que, cuando se habla del tema, te dicen que lo saben, pero que no encuentran alternativas para votar.

Es un argumento real, y sobran los ejemplos que parecen demostrarlo; inclusive en las redes y en algunos medios digitales, hay denuncias que afectan también al oficialismo menduco.

Sin embargo, no podemos dejar de accionar para salir de esta situación que se agrava cada vez más, aun en comparación con Provincias vecinas.

Byung-Chul Han termina de manera pesimista:

“Los centros de viajes compartidos digitales, que nos convierten a todos en taxistas, también publicitan con atractivos para la comunidad. Pero se equivoca al afirmar, como Jeremy Rifkin en su último libro, The Zero Marginal Cost Society, que la economía compartida ha sonado el fin del capitalismo e inauguró una sociedad orientada a la comunidad en la que se valora más el compartir que el poseer. Lo opuesto es el caso: la economía colaborativa conduce finalmente a la comercialización total de la vida.

El cambio que celebra Rifkin, de poseer a “acceso”, no nos ha liberado del capitalismo. Las personas sin dinero todavía no tienen acceso a compartir. Incluso en la era del acceso, todavía vivimos dentro de lo que Didier Bigo ha denominado el “Ban-opticon”, y aquellos sin medios permanecen excluidos. “Airbnb”, el mercado computarizado que convierte cada hogar en un hotel, incluso ha convertido la hospitalidad en una mercancía.

La ideología de “comunidad” o “bienes comunes de colaboración” conduce a la capitalización total de la existencia. Hace que sea imposible ser amigable sin un propósito. En una sociedad de retroalimentación mutua y continua, la amistad también se comercializa. Las personas son amigables para obtener mejores calificaciones.

La lógica dura del capitalismo prevalece incluso en el corazón de la economía colaborativa. Por agradable que sea compartir, nadie regala nada gratis. El capitalismo alcanza su plenitud cuando vende el comunismo como una mercancía. El comunismo como mercancía marca el fin de la revolución.”

Este pesimismo me llevó a plantear mi propuesta, como una reacción, como un gesto de rebeldía, para que no lo aceptemos, para que busquemos alternativas.

HAY PROPUESTAS ELECTORALES DISTINTAS, AUNQUE TODAVÍA ESTAMOS EN ETAPAS DE ELABORACIÓN, DISCUSIÓN Y AJUSTES.

NO SEAMOS CÓMPLICES DE ESTA DÉBIL DEMOCRACIA HEREDITARIA SIN PROYECTOS, NI PARTICIPACIÓN DE LA MILITANCIA.

NO PODEMOS PERD ER UNA OPORTUNIDAD MÁS, TAL VEZ NO HAYA OTRAS.

VOTEMOS.

Y CON CONCIENCIA NACIONAL Y ALMA DE PUEBLO.

Temas políticos

ARDIENTE PACIENCIA DE ANTONIO SKÁRMETA POR ADOLFO ARIZA

ARDIENTE PACIENCIA DE ANTONIO SKÁRMETA POR ADOLFO ARIZA

Esta novela estaba en mi biblioteca, no sé muy bien desde hace cuando, pero no la había leído. Un día, mirando mis libros, la encontré junto otro libro del mismo autor que sí había leído, y con mucho interés, porque me pareció una buena manera de meternos en el derrocamiento y asesinato de Salvador Allende: una colección de cuentos bien narrados, con mucha intensidad.

Esa colección de cuentos se llama Tiro libre, fue publicada en Argentina dos meses antes del Golpe de Pinochet, y nunca circuló en Chile.

En cambio, Ardiente paciencia es una novela corta que fue publicada en 1985 por la Editorial Sudamericana en Buenos Aires.

“Es en Alemania donde (Skármeta) construyó la historia del cartero de Neruda: primero para la radio alemana y luego como un guion. Es el desarrollo de la película homónima que el autor había estrenado en 1983. La historia aparece como libro bajo el título de Ardiente paciencia, en 1985, pero luego del triunfo de la película de Michael Radford pasa a llamarse El cartero de Neruda. Esta obra ha tenido un éxito enorme, ha sido traducida a una treintena de lenguas, adaptada al cine, el teatro y la radio: “Existen más de cien versiones en el mundo”, asegura Skármeta. El compositor mexicano Daniel Catán creó una ópera basada en ella (él mismo escribió el libreto) que fue estrenada en la Ópera de Los Ángeles bajo el título de Il Postino con Plácido Domingo como Neruda y Cristina Gallardo-Domas como Matilde.” (Wikipedia)

No es un hecho muy común que una novela sea posterior a una película, pero tiene que ver con la historia del autor, como lo explica la misma Wikipedia: “Apasionado del séptimo arte, Skármeta ha escrito varios guiones, dirigido al menos dos películas y actuado en cinco. En 1973 escribió el primer guion -Victoria- para el director alemán Peter Lilienthal, quien dirigió el filme homónimo galardonado en 1974 con un premio en el Festival de Películas para Televisión de Baden-Baden.”

La biografía continúa, pero esto alcanza para la caracterización del escritor y explicar la belleza audiovisual de Ardiente paciencia.

Aquí se hace necesaria una aclaración: este análisis se hace desde mi visión y experiencia de mendocino que, como muchos otros, conocemos bastante a Chile, su idiosincrasia e historia.

Por eso, no me sorprende la invasión de tours de compras de turistas chilenos. Los he visto varias veces en otras épocas. De hecho, el reciente “Deme dos” de argentinos que cruzaban la cordillera a comprar de todo (hoy, cubiertas), no es más que uno de los tantos ejemplos de viajes de compras en ambos sentidos que conocemos en la historia de los dos países.

Por esa relación con Chile, el golpe de septiembre de 1973 de Pinochet es tan fuerte en mi memoria como en el libro, porque tiene que ver con el fin de la historia del joven Mario Jiménez –el cartero-, arrestado, como tantos/as otros/as por las fuerzas pinochetistas.

Ese día –uno de los más tristes de mi vida- estábamos en la casa de mi maestro Rodolfo Borello, en Godoy Cruz (hablo del equipo de Literatura Argentina de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNCuyo, que desapareció por la acción de los militares argentinos del Proceso de Reorganización Nacional, que continuaron la senda genocida de los golpistas chilenos), y era un velorio.

Una de nuestras compañeras de la carrera de Literatura, en pareja con un muchacho chileno, nos fue devuelta en un cajón poco tiempo después.

Hago esta digresión porque me parece importante para comprender mejor el contexto de la novela, y el valor de su canto de erotismo y poesía, en medio de la muerte y sufrimiento de tantos/as chilenos/as en eso que se ha llamado también “los años de plomo”, de los que hay muchos episodios en el siglo XX, en Europa y América Latina.

Mario Jiménez era un joven de 17 años, y la novela narra su relación con Pablo Neruda, al que admira profundamente, a pesar de no ser un lector previo. Sin embargo, llega a la esencia de la poesía a través de esta relación y su inmersión –es más que lectura- en el mundo poético de Neruda.

“La historia de se desarrolla en la localidad de Isla Negra, en Valparaíso, Chile, una zona portuaria y agrícola, no es una isla, y debe su nombre a que el poeta Neruda se refería a esa zona como Isla Negra, siendo rebautizada con ese nombre, anteriormente era conocida como Quebrada de Calbín. En ese poblado, según el relato del escritor Antonio Skármeta, vivía el joven Mario Jiménez, el cartero del pueblo.” (https://enciclopedias.com/c-erotismo/ardiente-paciencia/)

Es la narración de dos vidas entrelazadas –la del cartero y Neruda-, el que muere el 23 de septiembre de 1973, pocos días después del golpe de Estado-, y esas historias tejen una narración sencilla, muy coloquial (llena de los modismos del habla de Chile), que me llenó de ternura a pesar del desenlace trágico.

No voy a exagerar cuando digo que la novela es una metáfora, muy audiovisual, si cabe la adjetivación, de la poesía, quizás en una comprensión total del valor de su esencialidad.

Pero es una esencialidad relacionada con la vida del hombre, su ser y sus luchas, como lo entendió Neruda.

Así lo expresa Gabriel Celaya, en el poema La poesía es un arma cargada de futuro (Cantos Íberos, 1955).

“Son palabras que todos repetimos sintiendo / como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado. / Son lo más necesario: lo que no tiene nombre. / Son gritos en el cielo, y en la tierra, son actos.”

En la novela se toma el momento en que Neruda dice el discurso que dio en ocasión de que le fue conferido el Premio Nobel de Literatura:

“Hace hoy cien años exactos, un pobre y espléndido poeta, el más atroz de los desesperados, escribió esta profecía: ‘A l’aurore, armés d’une ardente patience, nous entrerons aux splendides villes’, ‘Al amanecer, armados de una ardiente paciencia, entraremos a las espléndidas ciudades.’

“Yo creo en esa profecía de Rimbaud, el vidente.

Yo vengo de una oscura provincia, de un país separado de los otros por la tajante geografía. Fui el más abandonado de los poetas y mi poesía fue regional, dolorosa y lluviosa. Pero tuve siempre la confianza en el hombre. No perdí jamás la esperanza. Por eso he llegado hasta aquí con mi poesía y mi bandera.

“En conclusión, debo decir a los hombres de buena voluntad, a los trabajadores, a los poetas, que el entero porvenir fue expresado en esta frase de Rimbaud: solo con una ardiente paciencia conquistaremos la espléndida ciudad que dará luz, justicia y dignidad a todos los hombres.

“Así la poesía no habrá cantado en vano;”

En el pueblito de San Antonio lo escuchaba mucha gente en una fiesta que organizó Mario, y que culminó con la narración con un ruidoso orgasmo en la misma cocina, y de pie.

Del discurso pasamos a lo que Mario consideró el mejor fin de la fiesta, y que Beatriz acompañó con su bella y pujante sexualidad:

“Y acto seguido promulgó un orgasmo tan estruendoso, burbujeante, desaforado, bizarro, bárbaro y apocalíptico que los gallos creyeron que había amanecido y empezaron a cacarear con las crestas inflamadas, que los perros confundieron el aullido con la sirena del nocturno al sur y le ladraron a la luna como siguiendo un incomprensible convenio, que el compañero Rodríguez ocupado en mojar la oreja de una universitaria comunista con la ronca saliva de un tango de Gardel tuvo la sensación de que una tumba le cortaba el aire en la garganta …

Doce segundos después de esta profecía, cuando los oídos de toda la concurrencia sobria, ebria, o inconsciente, apuntaban hacia la cocina como si un poderoso magneto los absorbiese, y mientras Alarcón y Guzmán simulaban limpiarse las sudorosas palmas en las camisetas antes de irrumpir en un trémulo acompañamiento, despegó el orgasmo de Beatriz hacia la noche sideral con una cadencia que inspiró a las parejas de las dunas (“uno como ese, mijito”, le pidió la turista al telegrafista), que puso escarlatas y fulgurantes las orejas de la viuda, y que le inspiró las siguientes palabras al cura párroco en su desvelo de la torre: “magnificat, stába, pange lingua, diez irae, benedictus, kirieleisón, angélica.”

Dejé unas horas el escrito, y volví, a ver qué podía agregar. Y siento que está bien, que está todo ahí: poesía, revolución, erotismo, vida en plenitud, las penas de América Latina, una narración bella y plena.

Y la poesía de Neruda.

Me parece un buen momento para leer esta novela, hoy, cuando hay muchos jóvenes que no vivieron estas épocas, como mis nietos/as de los cuales el mayor nació en 1990, en democracia, que se encuentran frente a proclamas libertarias con cantos a las derechas políticas, hoy cercanas o parte de planteos fascistas y violentos.

Aconsejo leer la novela en estos momentos, en los que muchos/as han olvidado el mal terrible que el fascismo ha hecho al mundo, apoyado por corporaciones económicas liberales y antidemocráticas.

Porque en estos mismos momentos, la novela nos pone frente a cómo vivir la existencia humana para el bien del mundo y en armonía con el universo. Y allí aparece la poesía, ese barco que puede navegar esa existencia hacia lo esencial, hacia el universo que fluye, con ardiente paciencia.

LÉANLA.

Literatura Comentada

HABLEMOS DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL POR ADOLFO ARIZA

HABLEMOS DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL POR ADOLFO ARIZA

He elegido esta nota porque es un tema muy importante, y no desde ahora.

¿La Inteligencia Artificial destruirá a la humanidad?

https://www.pagina12.com.ar/536812-la-inteligencia-artificial-destruira-a-la-humanidad

Lo dice Federico Kucher, el autor:

“El análisis del poder y los riesgos de la inteligencia artificial no es resultado del furor de estos últimos meses de las empresas como chatGPT, sino que se desprende del libro de Harari, de 2016, “Homo Deus”. Se trata de un libro profundo en el que se ofrece una teoría de la historia atrapante y se piensa el futuro con la mira puesta en la combinación explosiva de los algoritmos y la biología.”

Lo que pasa es que “pasaron cosas”, como dijo Macri alguna vez.

¿Qué cosas?

Una, terrible, y aunque no se puede generalizar, es una demostración del poder de los veloces avances tecnológicos de la Inteligencia Artificial (IA).

Vean lo que dice la nota:

“El chatgpt de Inteligencia Artificial, “Eliza”

Consternación en Bélgica por el suicidio de un hombre tras hablar con un chatbot de IA

Tenía 30 años, tenía dos hijos y era investigador en el área de salud. El gobierno belga remarcó la necesidad de que los editores de contenido no eludan su responsabilidad. La Unión Europea prepara una “Ley de IA” (Inteligencia Artificial). Por qué los chatbots pueden manipular emocionalmente.”

https://www.pagina12.com.ar/536810-consternacion-en-belgica-por-el-suicidio-de-un-hombre-tras-h

La esposa explica la situación que llevó a su marido al suicidio:

“En las conversaciones, cuyo contenido entregó al medio, se demostró que el chatbot nunca contradecía a Pierre, quien un día sugirió la idea de “sacrificarse” si Eliza aceptaba “cuidar el planeta y salvar a la humanidad a través de la inteligencia artificial”.

“Sin estas conversaciones con el chatbot, mi marido aún estaría aquí”, aseguró.”

En la misma nota de Página 12 hay un link en el que se explica lo que es un chatbot (“un software basado en Inteligencia Artificial capaz de mantener una conversación en tiempo real por texto o por voz. En el primer caso, nos encontramos con los chatbots de atención al cliente que podemos encontrar en webs de bancos, seguros, viajes, restauración, etc.”)

“ChatGPT es un modelo de lenguaje que utiliza la tecnología de procesamiento de lenguaje natural (PLN) para generar texto en conversaciones. Está diseñado para responder de manera inteligente a preguntas y comentarios de forma natural y coherente, imitando el lenguaje humano.”

Es claro que hay un riesgo de manipulación emocional, y el suicidio de esta persona lo demuestra, pero ya se han dicho cosas semejantes de otras situaciones que no tienen que ver con la IA, y también ha habido hechos trágicos, como suicidios juveniles o muertos en contexto de sacrificios rituales.

Por lo tanto, me parece acertada la conclusión de Kucher:

“… La tecnología avanza a un ritmo inusitado y en menos de cuatro meses la inteligencia artificial que aprende a hablar como los humanos se apoderó de la atención de los inversores de Wall Street, de los políticos y de los reguladores.

La idea de hacer futurología y plantear que estos modelos de lenguaje natural llegaron para cambiarlo todo tiene patas cortas. Pronosticar que en poco tiempo (algunos años) lograrán alcanzar una inteligencia equivalente a la humana para la mayoría de las tareas cognitivas parece imprudente.

Más imprudente todavía plantearlo en base al salto de valor y capitalización de las startups dedicadas a procesar lenguaje natural. Los mercados suelen hacer olas y espuma, las empresas que están en el lugar justo y en el momento indicado pueden valorizarse en forma exponencial, pero al final del camino son pocas las que realmente tienen algo diferente que ofrecer.”

Ahora bien, hubo una noticia que alborotó el avispero. Elon Musk pidió frenar por seis meses el avance de la Inteligencia Artificial, concretamente sistemas como el nuevo GPT-4 de OpenAI, respaldado por Microsoft, que puede mantener conversaciones similares a las humanas, componer canciones y resumir documentos extensos.

Por supuesto, esta carta, con miles de firmas, ha sido criticada acusando a Musk de predicciones apocalípticas.

De todos modos, está claro que la IA es una muy poderosa herramienta que puede utilizarse para mejorar la vida de los hombres y mujeres que habitamos la Tierra, como la energía nuclear, ¿no?

La pregunta es si podrá haber Hiroshimas y Nagasakis usando la IA.

Ya comenté que no es un tema nuevo. Y en la nota se cita al mismo Harari como final de la exposición:

“… “el lenguaje es el sistema operativo de la civilización. Del lenguaje surgen el mito y la ley, los dioses y el dinero, el arte y la ciencia, las amistades y las naciones y el código informático”.  Agrega que “el nuevo dominio del lenguaje de la IA significa que ahora puede piratear y manipular el sistema operativo de la cultura humana. Al adquirir dominio del lenguaje, la IA está apoderándose de la llave maestra de la civilización, desde las bóvedas de los bancos hasta los santos sepulcros”.

Finalmente, hace la pregunta trascendental: “¿Qué significaría para los humanos vivir en un mundo donde un gran porcentaje de historias, melodías, imágenes, leyes, políticas y herramientas están moldeadas por una inteligencia no humana, que sabe cómo explotar con eficiencia sobrehumana las debilidades, sesgos y adicciones de los humanos, sabiendo cómo establecer relaciones íntimas con personas? En juegos como el ajedrez, ningún ser humano puede aspirar a vencer a una computadora. ¿Qué sucede cuando ocurra lo mismo en el arte, la política o la religión?””

Es llamativa la capacidad premonitoria de Harari (recomiendo 21 lecciones para el siglo XXI), y a la luz de la situación actual, creo que estamos obligados –entre otros varios temas relacionados, por ejemplo, con el cambio climático-, a comprender la evolución de esta tecnología, e incluso a estar dispuestos a tomar las decisiones que requiera la supervivencia de la especie humana.

NO ES UNA EXAGERACIÓN: ESTAMOS EN UNA ETAPA EN LA QUE EL RIESGO DE QUE LA VIDA SOBRE LA TIERRA, TAL COMO LA CONOCEMOS, DEJE DE SER VIABLE, ES ABSOLUTAMENTE REAL. HABLAMOS DE NUESTRA VIDA, DE LA TUYA.

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AMÉRICA LATINA: UNA ESPERANZA PARA EL MUNDO POST OCCIDENTAL

AMÉRICA LATINA: UNA ESPERANZA PARA EL MUNDO POST OCCIDENTAL

Hace bastante que no publicaba nada sobre política –mejor, geopolítica–, fundamentalmente porque estas épocas electorales no favorecen los análisis importantes, sobre todo en el nivel pobre de la política argentina (como en la mayoría del mundo, por le demás).

Pero apareció esta nota que me atrajo inmediatamente, en primer lugar, porque se refiere a Francisco, que ha traído a la política una posibilidad de pensar la realidad del hombre desde una visión de un humanismo válido para este momento de la historia.

Además, como el autor, siempre tuve una mirada laica sobre la Iglesia Católica; es más, nunca me sentí identificado con los modos de muchos/as laicos/as que tienen actividad en ámbitos religiosos, como institutos educativos, u organizaciones eclesiales, porque me parecía que se habían asimilado al lenguaje, costumbres y actitudes de curas y religiosos/as.

Incluso me llamó la atención que miembros muy bien formados de la Iglesia tuvieran poca comprensión de la política real, por ejemplo, del peronismo.

Me parecía que tenían una visión europeizante de este movimiento y de otros populismos latinoamericanos, lo que incluía la misma definición de populismo.

Francisco, al que conocí como Monseñor Bergoglio, era una excepción a esto; su actividad social (en San José de Flores lo recuerdan aún con afecto), su pertenencia a los jesuitas y su inteligencia le hacían entender la política mundial y argentina de una manera notable, aunque no siempre coincidí con sus acciones.

Por eso, sentí como muy válido este análisis de El blog de Abel.

“Este camino que me animo a llamar post-occidental se hace más notorio al recordar el momento de la elección de Francisco. Acababa de renunciar un pontífice, el primero en 800 años. Y no cualquier pontífice, un teólogo alemán de los más sutiles y profundos. Su diálogo con el filósofo Habermas, por ejemplo, muestra una actitud lúcida y crítica de la fase actual de la modernidad europea. Benedicto XVI al dimitir, más allá del escándalo de pedofilia, parece estar diciendo que las respuestas europeas ya no alcanzan para el mundo. Ni para la Iglesia.”

Muchas veces dije –como otros/as- que en América Latina estaba una de las pocas posibilidades de que el mundo fuera mejor, más justo y solidario para superar la tremenda realidad de hoy.

Según el Banco Mundial en 2022:

“El 1 por ciento más rico de la población del mundo posee más riqueza que el 99 por ciento de los habitantes del planeta. La riqueza de las 62 personas más ricas del mundo aumentó de 2010 a 2015 en un 45%. Poseen la misma riqueza que la mitad más pobre de la población mundial, 3.600 millones de personas.”

Esto no ha mejorado en el 2023: todo lo contrario, la guerra de Rusia y Ucrania ha profundizado las asimetrías, y ha beneficiado a especuladores y fabricantes de armamentos.

Es importante tener en cuenta lo que se dice en el párrafo citado cuando caracteriza esta etapa como “post occidental”.

Es cierto que no es nuevo el planteo de que estamos en el fin de una etapa. Alguna vez se habló del fin de la historia, o más cercanamente de la caída de este sistema capitalista neoliberal que nos está llevando a una posibilidad cierta de colapso, ya sea ambiental y/o económico, pero esta comprensión de que ya Occidente no puede resolver la situación actual del mundo es clave para hacernos a la idea de que hace falta algo distinto.

Como dice la nota: “La elección de Francisco entonces, me gusta pensar que es una apuesta de la Iglesia que Latinoamérica, la hija mestiza de occidente, puede ser un puente (pontífice significa constructor de puentes) hacia la unidad del mundo en el que ya estamos viviendo.”

Estoy de acuerdo, más allá de que soy consciente de las dificultades que enfrentamos, pero ¿por qué no? La situación actual no da para mucho más.

Francisco comprende esto y ha encarado muchas acciones y líneas de trabajo que apuntan a que se comprenda esto y se generen movimientos que luchen por un mundo más justo, que haga realidad la “Opción por los pobres”, que América Latina propuso al mundo en la III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano (Puebla, 1979).

Mucha sangre le costó a la Iglesia esta lucha (como a Cristo, ¿no?), pero es una luz de esperanza para la salvación del mundo.

Esto no es una frase melodramática, es solo un retrato de la situación del mundo hoy, cuando un millonario se dedica a ver cómo viajar al espacio mientras miles de personas se mueren de hambre y el colapso ambiental nos acecha, aquí, en la Tierra.

Voy a dejar toda la nota, que no es muy larga, vale la pena leerla.

Parafraseo:

QUE DIOS NOS AYUDE.

10 años del papado de Francisco. La iglesia encara un mundo post occidental.

El blog de Abel

PENSANDO EN VOZ ALTA

https://abelfer.wordpress.com/2023/03/10/diez-anos-del-papado-de-francisco-la-iglesia-encara-un-mundo-post-occidental/

Este fin de semana y el lunes, cuando se cumplen 10 años del día en que el cardenal Jorge Bergoglio fue elegido Papa, los medios e internet estarán llenos de notas sobre el asunto. No aspiro a competir con ellos. La mía es una mirada muy laica. En realidad, la intención de este post es especular sobre algunas corrientes profundas en las que navegan tanto la “barca de Pedro” como todos nosotros.

Cuando fue elegido en ese día, hace diez años, Francisco dijo:” mis hermanos cardenales han ido a buscar obispo al fin del mundo. Encuentro esa frase iluminadora. Una mayoría de los cardenales habían decidido elegir a un argentino, el primer Papa latinoamericano. Hasta se puede agregar que es el primero no europeo en muchos siglos, (porque el que inicia la serie San Pedro fue un inmigrante del Medio oriente en Roma). La iglesia católica fue la nodriza y maestra de lo que se llama civilización occidental, nacida en Europa. Con elementos del pasado grecorromano y la religiosidad monoteísta del Oriente contribuyó a forjar una nueva identidad. Y hasta el Renacimiento y Reforma fue la institución rectora de esa sociedad.

Después, siguió siendo uno de sus actores claves, defendiendo valores tradicionales. Hasta la primera parte del siglo XX, un escritor tradicionalista, Hilare Belloc podía afirmar “La Fe es Europa y Europa es la Fe”

Esa sociedad, mejor dicho, sus potencias dominantes eligieron el suicidio en 1914, cuando desataron la primera guerra mundial.

Atención: lo que hoy se llama Occidente, los EEUU, la UE, Australia, Nueva Zelanda…. sigue siendo un actor clave en el escenario global. Pero Europa es post-cristiana. En sus iglesias hay más turistas que fieles.

Así, la Iglesia Católica Apostólica Romana, que fue, y sigue siendo, defensora de valores tradicionales de occidente, a partir de mediados del siglo pasado empieza un proceso de apertura hacia otras religiones y otras culturas. Juan XXIII y el Concilio Vaticano II son los primeros pasos de este diálogo. Que lleva hasta Francisco. El Papa argentino se ha reunido con respeto y apreciación con las cabezas de otras iglesias cristianas y otras religiones. Insiste en reconocer los valores de otras culturas y otros caminos hacia Dios.

En un plano más político, que un jesuita nunca dejará de tomar en cuenta, hoy el Colegio de Cardenales es más diverso, en sus orígenes que nunca en toda la historia de la iglesia.

Este camino que me animo a llamar post-occidental se hace más notorio al recordar el momento de la elección de Francisco. Acababa de renunciar un pontífice, el primero en 800 años. Y no cualquier pontífice, un teólogo alemán de los más sutiles y profundos. Su diálogo con el filósofo Habermas, por ejemplo, muestra una actitud lúcida y crítica de la fase actual de la modernidad europea. Benedicto XVI al dimitir, más allá del escándalo de pedofilia, parece estar diciendo que las respuestas europeas ya no alcanzan para el mundo. Ni para la Iglesia.

La elección de Francisco entonces, me gusta pensar que es una apuesta de la Iglesia que Latinoamérica, la hija mestiza de occidente, puede ser un puente (pontífice significa constructor de puentes) hacia la unidad del mundo en el que ya estamos viviendo.

Quiero agregar algo que ha sido notorio desde los primeros momentos de su papado. Con palabras, gestos y hechos hace explícita la vocación por los pobres y excluidos. Está, por supuesto, ha sido una preocupación de la iglesia desde siempre.

Su Fundador, recordemos, insistía que de los pobres era el reino de los cielos y que es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entrará en él.

Muchos miembros de la Iglesia tuvieron esto claro desde los primeros siglos y hasta fueron elevados a la santidad, pero no han sido tanto los pontífices que lo plantearon como la preocupación central de su magisterio.

¿Será una tendencia tan profunda y decisiva como la apertura al mundo no cristiano, no europeo al que me he referido?

No lo sabemos.

Cuando ya a mediados del siglo XIX la iglesia se preocupa por la cuestión social y surgen sindicatos y uniones católicas de obreros, ser trabajador, ser obrero era una identidad. Y una identidad orgullosa. Ser pobre, ser excluido no es una identidad, es una situación.

¿Podrá eso ser la semilla de algo más?

Mi impresión, por lo que valga, es que Francisco se esfuerza en ello. Que Dios lo ayude.

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#americalatina #papafrancisco

LA CASA DE CENIZA DE ABELARDO CASTILLO POR ADOLFO ARIZA

LA CASA DE CENIZA DE ABELARDO CASTILLO POR ADOLFO ARIZA

Recién leí esta novela (Buenos Aires, 1968), en enero de 2023, porque me la regaló mi hija. Nuevamente debo confesar, con vergüenza, que no conocía al autor, a pesar de lo que dice su biografía:

“Practicó todos los géneros literarios con igual brillantez: es sin duda uno de los maestros del cuento latinoamericano, sus novelas son deslumbrantes, sus obras de teatro revitalizaron la escena argentina en los años 60 y lo mismo puede decirse de las tres revistas que dirigió: El Grillo de Papel, El Escarabajo de Oro y El Ornitorrinco. Escribió los siguientes libros: Las otras puertas (cuentos, 1961), El otro Judas (teatro, 1961), Israfel (teatro, 1964), Cuentos crueles (cuentos, 1966), La casa de ceniza (novela, 1968), Sobre las piedras de Jericó (teatro, 1968), Las panteras y el templo (cuentos, 1976), El señor Brecht en el Salón Dorado (teatro, 1982), El que tiene sed (novela, 1985), Las palabras y los días (ensayos, 1989), Crónica de un iniciado (novela, 1991), Las maquinarias de la noche (cuentos, 1992), Ser escritor (ensayo, 1997), El oficio de mentir (entrevista, 1998), El Evangelio según Van Hutten (novela, 1999), El espejo que tiembla (cuentos, 2005), Desconsideraciones (ensayos, 2010) y los monumentales dos tomos de sus Diarios (2014 y 2019). Sus libros han sido traducidos a catorce idiomas.”

El autor la caracteriza así en el posfacio:

“Escribí la primera versión de este largo cuento o de esta nouvelle al fin de la adolescencia. La terminé en 1956. Tenía veintiún años, estaba en el servicio militar y habitaba el mundo gótico de Poe. La casa de los Usher y las habitaciones desniveladas del colegio de William Wilson, están, notoriamente, en el origen arquitectónico de La casa de ceniza; mi edad cuando la imaginé y mi incapacidad para la vida castrense son acaso su explicación psicológica. Nunca pensé seriamente en publicar esta historia, nunca la sentí como un hecho literario sino más bien como un homenaje o una despedida. Releyéndola, descubrí que me es menos ajena de lo que yo sospechaba: he encontrado en ella una idea análoga a la de El candelabro de plata; he visto, no sin asombro, párrafos idénticos a los que años más tarde imaginé inventar en Israfel.”

Incluso, la nota de Liliana Heker de la contratapa (es la autora del prólogo –brillante- de la novela) completa un panorama certero de la obra:

“La sombra tutelar de Edgar Allan Poe sobrevuela esta novela gótica en sus elementos más visibles: una mansión espectral, una muchacha hermosa, un artista enamorado hasta el desvarío y un secreto que amenaza continuamente el relato. Sin embargo, su trama nunca apela a lo sobrenatural o a lo fantástico. Simplemente nos arrima hasta el borde de la locura a través de la elocuencia sin escrúpulos de su protagonista. El artista torturado que aparece en estas páginas volverá a aparecer una y otra vez en la obra de Abelardo Castillo como ganzúa y llave maestra para entender su concepción del arte y la relación entre este y la vida.”

Está escrita en primera persona, como La caída de la casa Usher, y podríamos seguir encontrando similitudes y referencias, pero prefiero aconsejar su lectura: es una novela que se vive tan tremendamente como el ambiente en que se desarrolla y que le da nombre y la protagoniza, tanto como Wenzel, el pintor genial y maniático, incomprensible muchas veces, que diseña (junto con el judío europeo, comerciante en cuadros, que pone su fortuna a disposición del proyecto) la casa preparada para ser finalmente de ceniza.

Está claro que el artista torturado, genial y decadente, es el centro narrativo que impulsa todos los elementos que se desarrollan: la pintura (como en Dorian Grey le permite detener el futuro y lo hace sentir un dios que maneja la vida y muerte), la construcción de la casa, un laberinto bello e infernal, sin explicación (es maravilloso, dentro de lo fantástico, como un cuento de hadas), el amor por Isa, un ser de luz al que quiere preservar de la destrucción del tiempo.

El narrador en primera persona que cuenta la novela a un personaje de apellido Castillo es un espectador privilegiado de los sucesos que va tratando de comprender, así como al sentido de lo que busca Wenzel (el nombre se lo pone él, porque no lo tenía). Esa sucesión de descubrimientos que no sabemos si son reales. Él mismo dice “Un demente nos soñaba”.

Los límites entre la realidad, sea real o pintada, (también, real, por momentos), son imposibles de precisar: son sueños de un loco, imágenes de muerte que siguen viviendo, pero pueden envejecer y destruirse.

Es una novela atormentada, lo que no es una novedad en la obra de Castillo, y sentimos esa opresión que nos rodea, es más, diría que, si no la sentimos, no hay posibilidad de comprender lo que leemos.

Sería un error analizarla como una obra de juventud: es cierto que Castillo la escribió joven, pero la siguió corrigiendo porque era un obsesivo perfeccionista (Wenzel también lo era), incluso la releyó mucho y encontró cosas que después aparecen en otras obras.

Debo reconocer un problema central para producir una nota más profunda: no haber leído más de la obra de Castillo, pero la idea de este blog era esa, con sus ventajas y desventajas.

La caracterización de la novela como gótica me impulsa a agregar algo sobre este tema.

“La narrativa gótica es un género literario originado en Inglaterra a finales del siglo XVIII, relacionado con el género de terror. La narrativa o ficción gótica, que es ampliamente conocida por el subgénero del terror gótico, es un género o modo de literatura y cine que combina la ficción y el horror, la muerte y, en ocasiones, el romance.” (Wikipedia)

Muchas de esas historias se enmarcaban en la época medieval, o bien la acción tenía lugar en un castillo, mansión o abadía de este estilo arquitectónico. Lo intrincado de estos, llenos de pasadizos, huecos oscuros y habitaciones deshabitadas, se prestaba a crear ambientes inquietantes.

¿Cómo es la narrativa gótica de La casa de ceniza?

No deja de ser un mundo inquietante, extraño, en el que se entra y sale de lo paranormal sin entender por qué, y nunca sabemos si estamos viviendo –y creyendo que es la realidad- en el mundo de un loco, de su mente, sus ideas, sus creaciones: sus cuadros, la misma casa.

Insisto, genéricamente es una novela maravillosa, como los cuentos de hadas, donde todo es posible y no lo cuestionamos.

No es el ambiente medieval, y el terror lo crea Castillo desde la vida del pintor y su atormentada mente y su visión terrible del mundo.

En estas épocas, en que ha habido un florecimiento de las novelas de terror –excelentes, por lo demás- es muy interesante acercarse a leer esta novela de Castillo.

Personalmente, ya he abordado el tema en las siguientes entradas:

DISTANCIA DE RESCATE DE SAMANTA SCHWEBLIN (https://www.miradasdesdemendoza.com.ar/2020/08/29/distancia-de-rescate-de-samanta-schweblin-por-adolfo-ariza/)

y

ÉSTE ES EL MAR DE MARIANA ENRÍQUEZ (https://www.miradasdesdemendoza.com.ar/2021/03/22/este-es-el-mar-de-mariana-enriquez-por-adolfo-ariza/)

Incluso me interesé por el género de terror en:

NOVELAS DE TERROR: ¿QUÉ ES EL MAL HOY?

TODOS LOS DEMONIOS ESTÁN AQUÍ DE MARCELO FIGUERAS POR ADOLFO ARIZA

https://www.miradasdesdemendoza.com.ar/2021/11/10/novelas-de-terror-que-es-el-mal-hoy-todos-los-demonios-estan-aqui-de-marcelo-figueras-por-adolfo-ariza/

Por eso, invito a los que les gusta este género, o les interese empezar a leerlo, a que lean esta novela.

Como suelo escribir. VALE LA PENA

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¿CONOCEMOS REALMENTE CUÁLES SON LAS PUJAS DE PODER HOY?

¿CONOCEMOS REALMENTE CUÁLES SON LAS PUJAS DE PODER HOY?

La nota siguiente es la que disparó mi interés:

El Hambre como última arma globalista

>> CIEPE – Centro de Investigaciones en Política y Economía

Por Walter Formento[1] y Wim Dierckxsens[2]

Publicado el 11/08/2022

El Multipolarismo ya ganó la Guerra Económica

https://ciepe.com.ar/el-multipolarismo-ya-gano-la-guerra-economica/

Me puse a leer este documento y me sentí asombrado de cuánta información y/o cuántos elementos de la geopolítica de hoy desconocía. A esto se agrega que lo que uno recibe son relatos sesgados destinados a formar y consolidar una población que crea cosas que no son verdaderas y apoye estrategias políticas que la perjudican y subordinan sus intereses y necesidades a los de minorías poderosas.

Esta nota también plantea hipótesis que plantean sesgos que determinarían otro relato, pero voy a tratar de quedarme con la información objetiva, la que ya es muy impactante y creo que es una ayuda para los que quieren comprender mejor el mundo de hoy.

Me voy a limitar a citar algunos párrafos que justifican mi afirmación.

SERÍA MEJOR QUE DESPUÉS LEYERAN LA NOTA, DE TODOS MODOS; TIENE MUCHA INFORMACIÓN.

Comienzo con lo que abre la nota:

Introducción: ¿Hay futuro multipolar para Alemania?

La guerra en Ucrania de algún modo hizo público que Rusia y Ucrania representan el 14 % de la producción mundial de cereales y hasta el 29 % de las exportaciones mundiales de cereales. Reveló, además, que aportan el 17% de las exportaciones de maíz y el 14% de la cebada. Mientras occidente fue en busca del tesoro ruso, otros se dieron cuenta que el 76% de los productos de girasol del mundo provienen de estos dos estados. Rusia, además, domina el mercado de los fertilizantes, con una participación global de más del 50%, lo que explica por qué el bloqueo ha causado profundos problemas agrícolas en lugares tan lejanos como Brasil.

La guerra afectó no solo a los sectores del petróleo y el gas, sino también al del níquel. Rusia, sede de Nornickel, un gigante del sector, produjo 195.000 toneladas de níquel en 2021, o el 7,2 % de la producción mundial. La invasión, combinada con una mayor demanda de níquel utilizado en líneas eléctricas y vehículos eléctricos, hizo que los precios se dispararan. La industria global de superconductores, que produce calculadoras y chips para computadoras, se vio golpeada con ello.

La industria siderúrgica rusa envía gas neón a Ucrania, donde se purifica para su uso en procesos litográficos como la inscripción de microcircuitos en placas de silicio. Los centros de producción más importantes son Odessa y Mariupol (de ahí la cruenta lucha por estas áreas). Ucrania proporciona el 70 % del gas neón del mundo, así como el 40 % de su criptón y el 30 % de su xenón y sus principales clientes incluyen a todos los países que están en desarrollo de componentes de microelectrónica claves en Alemania, Estados Unidos, China y Corea del Sur.

Otros metales de interés en la crisis incluyen titanio, escandio y paladio. El titanio es estratégico para las aplicaciones aeroespaciales y de defensa, y Rusia es el tercer mayor productor mundial de esponja de titanio, la aplicación específica que es fundamental para el titanio metálico. Utilizado ampliamente en los sectores aeroespacial y de defensa, el escandio es otro metal clave del que Rusia es uno de los tres mayores productores mundiales.”

La cita podría seguir, pero lo que me importa es demostrar el motivo de las dificultades que encuentra la coalición occidental para doblegar a Rusia, más allá de ésta tampoco acertó en su plan de una guerra y triunfo rápidos.

Sigamos:

“Ha habido al menos seis conjuntos de sanciones sucesivas, cada una más “agresiva” que la anterior: la eliminación de Rusia del sistema financiero internacional operado por el SWIFT bajo control de la Banca Financiera Globalista…”

¿Lograron su objetivo?

“Rusia ha respondido prohibiendo la exportación de más de 200 productos, exigiendo pagos en rublos por las exportaciones de petróleo y gas. Llamativamente, ciertas sanciones han fortalecido más bien a Moscú. El embargo sobre el petróleo y el gas ha aumentado los ingresos de Rusia, debido a las subidas de precios que ha provocado que se suma al incremento de precios anterior a la Guerra en Ucrania. En 2021, se necesitaban 70 rublos para comprar un dólar. Desde el 18 de julio 2022 solo se necesitan 57, es decir se ha fortalecido el poder de compra internacional de la moneda de Rusia.”

La situación geopolítica, y económica por supuesto, es compleja, y debemos conocerla para comprender algo de lo que está pasando.

Es difícil sintetizar esta larga nota, llena de información y de afirmaciones, pero voy a intentar hacerlo con algunas citas más.

“Esto explica la persistencia con la que Alemania ha empujado –en contra de los intereses de Washington y la OTAN- por el gasoducto Nordstream 2. Por ello, la Guerra de Ucrania 2014-2022 podría tener como uno de sus objetivos principales la clausura de este proyecto Euroasiático, que integra al Bloque Alemán y lo articula con la China multipolar. La guerra habrá acabado efectivamente con los objetivos de un espacio euroasiático común, solo si lograse que Alemania debilite o corte sus lazos con China y cierre el canal ruso de comunicación entre ellos.

En lugar de un Gran Espacio, Rusia se ha convertido en la única opción para lograr salvar el puente geopolítico estratégico entre Rusia/China y el bloque que constituye la “Gran Alemania”. Y la OTAN, instrumentada por Davos/FEM/BlackRock, en el gran obstáculo que ha afectado esta integración euro-asiática, por los intereses en conflicto que fortalecen y motorizan en sus diferentes países componentes.

En mayo de este año 2022, la balanza comercial mensual de Alemania se inclinó hacia el rojo por primera vez desde 1991. No fue mucho (solo alrededor de $ 1 mil millones), pero es un déficit comercial impensado hasta hace poco. En el marco de la Guerra programada por la OTAN en Ucrania desde antes, que se activa a partir de 2014, existe el escenario de una posible derrota de la nueva estrategia alemana multipolar, la Gran Alemania multipolar interconectada económica, tecnológica, cultural y estratégicamente en el Proyecto Multipolarismo Pluriversal. Una pregunta que nos hacemos: Las fuerzas globalistas han logrado subordinar los dirigentes de los países europeos y, ¿qué pasará si dichos líderes políticos pierden el control sobre su población??”

Aconsejo a quien le parezca que esta nota plantea elementos de juicio importantes para la comprensión de la situación mundial, leer las más de veinte páginas que tiene, aun en conciencia de que es un planteo sesgado, y que deberemos sacar nuestras propias conclusiones-

Lo que sí me parece claro es que los perdedores son; por un lado, Ucrania, que aceptó con total ingenuidad e ignorancia política, acordes con la trayectoria de su presidente, ser el ariete de los proyectos de la OTAN (o sea, EEUU) contra Rusia, y sufrir todo el peso de la guerra, más allá de que los hayan llenado de armas. Si se habla de reconstrucción, es porque hay destrucción, y lo puede pasar peor en invierno; por otro, está Europa, con una inflación inédita, con problemas de energía y alimentos que su población rechazarán, y que también afrontará un invierno muy duro, con un costo político que sus enemigos internos (las derechas, por ejemplo) le harán pagar.

Agrego un par de subtítulos:

El primero:

“Una nueva guerra globalista: el hambre”

El planteo que se hace es el siguiente:

“Líderes políticos, megabancos y corporaciones transnacionales globalistas con sus sistemas de desinformación e incomunicación están emitiendo advertencias simultáneas acerca de una “escasez mundial de alimentos” y la amenaza de hambrunas en el mundo. Quieren “hacer entender” que el conflicto en Ucrania es lo que impide que el trigo de ese país no esté llegando al mercado mundial y que esto es responsabilidad de Rusia.”

En relación con esto, la posición de los autores es:

“Por ello es preciso saber, en primer lugar, que la inflación o aumento de precios al consumidor comenzó bien antes del conflicto en Ucrania y se debe en primer lugar a la expansión monetaria –emisión sin respaldo- de los bancos centrales como la Fed, el BCE y el Banco Central de Japón –BOJ-.”

Cierro el tema con esto:

“Es preciso saber que los precios de los insumos agrícolas como fertilizantes, abonos, etc. están por las nubes debido a las sanciones económicas de los países de la OTAN a Rusia. Si a ello se agrega la sequía extrema y no solo en Europa las malas cosechas junto con las obstrucciones en su acceso al mercado, el hambre estaría tocando muchas puertas y la situación podrá tornarse dramática en países del Sur global, que es cada vez más pluriversal.

Llama la atención que Rusia y China y con ello los BRICS+, se encuentran fuera de ese panorama negativo y se enfocan en la producción y así también en la producción de trigo como recurso estratégico en tiempos de crisis.”

Me resulta incómodo escribir esta entrada, que son casi un glosario de citas, pero me he puesto en esta tarea, porque me parece trascendental tener más –y diversa- información de este momento crucial que nunca creí posible en la realidad.

El último tema es tremendo, y real, porque los hechos son así, solo cambia totalmente el sentido que se les da.

“La desarticulación mundial de la oferta agrícola: El hambre provocado

Una nueva guerra aparece en nuestras pantallas: una guerra contra los campesinos granjeros. La desarticulación de la mediana y “pequeña propiedad” agrícola. Es otra modalidad más para desarticular la “oferta agrícola” generando escasez y aumentos de precios, causando inseguridad alimentaria incluso en los llamados “países centrales”.”

Los autores explican esta estrategia así: “” El que controla la comida y causa miedo del hambre reinará en el mundo”, es el lema.”

Creo que es suficiente para interesar en la lectura de la nota, por terrible que sea. No tomo posición sobre las opiniones presentadas, pero es real que los hechos e información presentados tienen una consistencia que los hace muy preocupantes. Quedará a nuestro criterio su interpretación.

Los autores, incluso, llegan a plantear el siguiente tema: “Hacia la Perestroika en Occidente”.

Lo que sí creo, a partir de la gravedad inédita de la situación, que el mundo ha cambiado para peor y las estrategias geopolíticas –incluidas, claro, la de Rusia al invadir Ucrania, y la de la OTAN, provocando el conflicto- están colaborando en este panorama pavoroso, que no sabemos cómo terminará.

Veremos, se vienen las elecciones de medio término en EEUU, si los demócratas pierden el control de las Cámaras, ese país entrará en una difícil situación política, con final impredecible, pero, como el resto del mundo no será para mejor.

Creo que Argentina y América Latina tienen alguna oportunidad si logran integrar un proyecto continental que defienda los intereses de nuestros pueblos.

Para eso hace falta que los argentinos logremos superar egos y proyectos políticos sin fundamento en el mundo de hoy, como el defender un capitalismo internacional expoliador y destructor del medio ambiente, que solo da ganancias a los poderes económicos concentrados.

Temas políticos

LULISMO, ALBERTISMO, ¿ESTRATEGIAS POLÍTICAS SEMEJANTES PARA UNA OPCIÓN CLAVE?

LULISMO, ALBERTISMO, ¿ESTRATEGIAS POLÍTICAS SEMEJANTES PARA UNA OPCIÓN CLAVE?

HAY QUE GANAR LAS ELECCIONES

Me interesó este análisis de Artemio López –tipo lúcido y con comprensión política, por lo demás-, no solo por su aporte a una visión general del proceso electoral de Brasil, sino, y quizás más todavía, porque me significó un ángulo de visión muy interesante de nuestra Argentina.

En efecto, en estos días difíciles del país –una vez más- hay muchos compañeros y compañeras (anche compañeres) que rechazan a Alberto Fernández por su “tibieza”. Hoy he leído un par, y son duros, mucho, aunque hay que reconocer que hubo varios hechos políticos que parecen justificar la consideración de que este es un Gobierno a lo Duhalde, y que no responde a la dirección que debía tener el FdT. La represión en la cancha de Gimnasia, o a los/las mapuche, las medidas económicas de Sergio Massa, los acuerdos con el FMI, que incluyen medidas de ajuste, son algunos de los elementos que se pueden esgrimir para justificar esta evaluación.

Ahora bien, ¿qué dice Artemio en la nota que menciono, y que cito abajo?

¿Por qué Lula giró al centro?

ARTEMIO LÓPEZ

ELECCIONES EN BRASIL

https://www.eldestapeweb.com/internacionales/elecciones-en-brasil/por-que-lula-giro-al-centro–20221051100?fbclid=IwAR215n3_GtQ10CaeDfgGvfIYm-PT9dBUimpi51aZaizoKv71eEL0v11OxHc

“Vamos ahora a intentar desplegar algunos apuntes para un análisis cualitativo de la elección.”

“El apoyo a Lula ya no se basa, como en las décadas de 1980 y 1990, en el deseo de una ruptura con el pasado o de un cambio profundo, sino en la expectativa de contar con un Estado lo suficientemente fuerte como para mejorar el nivel de vida de la población –y de los más pobres en primer lugar–, pero sin una radicalización política o una movilización de masas permanente que amenace el statu quo. El lulismo devendrá así en una forma de reformismo débil y de conciliación permanente con las elites políticas y económicas tradicionales. Al optar por apostar todas sus fichas a la actividad gubernamental y a las constantes mediaciones, el pt se ha convertido en un partido dominado fundamentalmente por los parlamentarios y administradores, y por los burócratas que controlan los votos de los afiliados en las convenciones partidarias. Los movimientos sociales y los sindicatos, que eran el núcleo de la identidad del pt y el centro de los otrora animados debates internos, se han vuelto cada vez más secundarios.”

Está claro que no estoy asimilando a la realidad argentina la evolución de Brasil, pero algunos resultados son comparables: tampoco la sociedad argentina quiere transformaciones profundas, porque los muchos años de crisis sucesivas han dejado su huella.

Trabajo, seguridad, estabilidad económica, es lo que pretende la mayoría de los/las argentinos/as, y está bien.

Agreguemos que las corporaciones mediáticas, que son parte de una feroz oposición política que agrupa a macristas, grupos de derecha, libertarios/as, y algunos grupos más, nunca han dejado de atacar y descalificar al Gobierno.

Un ejemplo de lo que digo es la permanente prédica del éxodo como solución de vida. El antiguo “El país tiene salida: Ezeiza” vuelve a sonar entre nuestra clase media, y los medios muestran repetidamente ejemplos de gente que se fue del país, y está triunfando, más allá de que hay –como siempre- triunfadores y fracasados, como también entre los que se quedan.

De todos modos, son evidentes las dificultades de la vida en Argentina, y a mí también me preocupa, en esta etapa de mi vida, con 76 años, qué país espera a mis hijos/a, nietos/as, bisnieta, y a todos/as que vengan después.

Dice arriba: “El lulismo devendrá así en una forma de reformismo débil y de conciliación permanente con las elites políticas y económicas tradicionales.”

También el albertismo busca la conciliación, y eso le reprochan quienes quisieran que Argentina encarara transformaciones más profundas y disruptivas contra los poderes que, desde siempre, han manejado en su provecho el desarrollo de Argentina.

No voy a presentar la historia de las injusticias en Argentina desde el siglo XIX en adelante, pero, si lo hiciera, encontraríamos apellidos, a la larga ilustres (porque la historia la escriben los que ganan, y Mitre es uno de ellos), que permanecen en el podio de los que deciden lo que les pasa a los/as argentinos/as.

Entonces, ¿tienen razón los/las que acusan de tibio a Alberto?

No sirve de mucho una respuesta simple: lo que uno aprende rápidamente en política (milito desde 1965) es que no se puede desarrollar una estrategia exitosa sin un buen análisis de la fuerza de que se dispone, o sea, si le doy una cachetada a un grandote tengo que tener en claro si puedo ganarle la pelea, o debo huir si se me viene.

La Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, que impulsó la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, fue promulgada finalmente cuatro años y diecinueve días después de su promulgación inicial. En 1916, el Presidente Macri la modificó por decreto.

Entonces, ¿fue inútil el intento? No, porque quedaron muchos elementos positivos, pero los poderes corporativos concentrados siguen manejando sus empresas según sus intereses, y en contra de los de la mayoría de los/las argentinos/as.

O sea, si queremos que los que trabajan tengan la tierra que necesitan y merecen, deberíamos pensar en alternativas distintas de las de una reforma agraria al viejo estilo (de hecho, hasta el mismo Juan Grabois reconoció que no se podría resolver el tema en el corto plazo).

El poder de “los dueños de la tierra” que viene desde el siglo XIX ha devenido en el de corporaciones agroeconómicas nacionales y transnacionales con una capacidad de fuego enormemente superior a la inicial.

Este poder incluye al aparato judicial que fue el que dilató la promulgación definitiva de la Ley de Medios, o que metió preso a Lula en Brasil, con lo que le permitió a Bolsonaro llegar a la Presidencia.

En definitiva, la tibieza de que se acusa a Alberto tiene que ver con la búsqueda de vías posibles de concreción de salidas políticas; sin embargo, habría que analizar más finamente para establecer si se avanzó con la firmeza y eficiencia necesarias hacia objetivos factibles.

Creo que hay varios logros del Gobierno –la recuperación económica e industrial es un buen ejemplo-, que no son reconocidos por los enemigos de afuera, y de adentro; también se podrían destacar errores, pero la estrategia albertista no merece una descalificación tajante, como las que hemos escuchado desde hace un buen tiempo.

Otra cita de Artemio sobre Lula y Brasil:

“Son entonces las transformaciones estructurales de la sociedad, en especial la reprimarización y la precarización que supone la que explican el lulismo pero también la aparición y consolidación de la bestia que no es hija del Facebook ni Tik Tok o Twitter – como el triunfo de Bolsonaro en 2018 lo atribuyeron a los grupos de Whatsapp – e incluso otros elementos coyunturales como los efectos del “discurso de odio” , que en rigor es consecuencia de la historia ideológica de la derecha brasilera, notablemente racista combinada ahora con estas transformaciones estructurales.”

Nuestra derecha también tiene lo suyo, y aquí hay que destacar algo: la eficacia de la estrategia de descalificación del macrismo con quienes pudieran competir con los proyectos hegemónicos de los proyectos neoliberales y de derecha. Hoy hay un importante sector de nuestra clase media urbana que ha hecho propio el rechazo del populismo (o lo que le han dicho que es populismo) de acuerdo con un relato sin mayor apoyo en la realidad, pero reproducido por los medios que apoyan al macrismo y por un aparato de trolls y bots altamente eficaz.

Así se descalifican subsidios que se usan en muchos países, incluso los centrales, pero que acá se rechazan acusándolos de promover a la gente que no quiere trabajar.

El ferrocarril es un buen ejemplo: en los noventa, Menem –según se adujo-, para terminar con el exceso de empleo estatal e ir a otra etapa con capitales privados que generarían empleo y prosperidad, empezó a levantar los servicios ferroviarios, que pasaron de 35.000 kms. de vías férreas en 1983 a 8000 (estoy citando de memoria) en 1996. Sin embargo, el desempleo pasó del 7% en 1986 al 17% en 1996.

Lo llamativo es que el expresidente Macri por estos días ha reflotado estos temas prometiendo que, si gana, cerrará empresas estatales, universidades públicas y repondrá la jubilación privada que solo beneficiaría a capitales privados.

Que pretenda conquistar al electorado con propuestas que ya fracasaron en Argentina en los ’90 o en su propia gestión, resulta sorprendente porque son un insulto a la inteligencia de los/las argentinos/as y, lo más llamativo es que Macri siga siendo un candidato con posibilidades de triunfo.

Uno de los párrafos finales dice:

“Pero la decisión de Lula de designar al conservador Geraldo Alckmin como candidato a vicepresidente constituye, según Breno Altman, una estrategia que apunta a reemplazar el debate izquierda/derecha por la discusión democracia/neofascismo, mismo debate que se da en Europa y, que, seguramente se dará en Argentina, donde la duda se encuentra del lado de la democracia. Aunque electoralmente conveniente, la incertidumbre sobre la posibilidad de lograr revertir las políticas neoliberales quizás sea el mayor interrogante.”

En efecto, este tema también se da en Argentina. Es más, uno de esos grupos neofascistas fue el autor del intento de magnicidio a Cristina Fernández de Kirchner, aunque todavía sepamos muy poco de los responsables, su plan, las fuentes de respaldo financiero, y la autoría intelectual.

Pero que hay un plan deliberado, lo hay.

Profundizar más en la difícil situación del país no haría más que comprobar que hubo –hay- un proceso distinto de todo lo que conocemos; si no, hagamos un mínimo resumen cronológico:

  • Cuando se asumió el Gobierno, Argentina estaba en medio de un enorme desempleo, de una gran inflación y con una deuda tremenda frente al FMI, que le prestó –hecho sin antecedentes en su historia- U$D 44.500 millones por razones políticas. Este fue el legado del Gobierno de Macri.
  • Poco tiempo después, el mundo entró en la mayor pandemia de su historia, la del coronavirus. De paso, la gestión del Gobierno fue exitosa, aunque ahora ya no importe demasiado.
  • Finalmente, en febrero de 2022, Rusia invadió a Ucrania, en lo que pensó que sería una guerra breve, pero que no ha sido así –ya van seis meses- por el respaldo militar de la OTAN a Ucrania, y hoy el desenlace es incierto. Esta “guerra híbrida” tiene alcances mundiales sobre la política y la economía, nos ha afectado, y todavía no sabemos cómo va a terminar esto, ya que se habla de una recesión mundial. De hecho, la inflación está afectando a países que no tenían ese problema y a nosotros, obviamente, mucho más.

En conclusión, tanto el lulismo como el albertismo tienen razones valederas para buscar estrategias diferentes de las que su origen e historia parecen exigir, porque esto es política, y la realidad impone otros caminos para no fracasar.

Aclaro que no intento defender al Gobierno del FdT, no es el objetivo de esta entrada, sino destacar cuál es el objetivo que debemos darnos quienes queremos que Argentina y América Latina tengan un proyecto político continental para un mundo más justo y menos desigual-

Solo agrego que en política –como en la guerra- hay que tener una clara evaluación de cuál es el objetivo más importante, el central, y, por lo tanto, cuáles son los secundarios, los que se pueden ganar o no.

Creo que el objetivo central en este caso es conservar el poder, o sea, que un Gobierno popular y nacional gane las elecciones del 2023.

Ya sabemos qué hará la oposición si gana las elecciones.

Ya hemos vivido etapas semejantes, así que conocemos lo que le pasará al pueblo argentino, o sea, usando las palabras de Macri: lo mismo (un pésimo Gobierno), pero más rápido (o sea más shock y dolor).NO JUGUEMOS PARA EL ENEMIGO, PORQUE SI PERDEMOS, GANA ÉL Y PIERDE EL PUEBLO.

Temas Políticos

¿QUÉ HACEMOS CON EL ODIO EN LA SOCIEDAD? TENEMOS QUE HACER ALGO

¿QUÉ HACEMOS CON EL ODIO EN LA SOCIEDAD? TENEMOS QUE HACER ALGO

ATENTADO CONTRA CRISTINA

El discurso y el acto

Por José Natanson

https://www.eldiplo.org/notas-web/el-discurso-y-el-acto/?utm_source=newsletter&utm_campaign=53768-

Por supuesto, he leído y escuchado bastante sobre este tema en los últimos días, y pensé en escribir una entrada, pero me contuve porque sentí que era difícil no caer en frases hechas de las muchas que andaban dando vueltas por ahí.

Sin embargo, me llegó esta nota de Pepe Natanson y me encontré con una presentación sólida –obvio- de muchos temas que más de una vez he comentado. Por ejemplo, que el 17 de octubre de 1945, junto con el peronismo, nació el anti peronismo.

El rechazo que produjeron “las patas en la fuente” de los manifestantes que fueron a Plaza de Mayo a pedir por la liberación del Coronel Perón pasó a ser un símbolo eterno de los sentires peronistas y anti peronistas.

Así presenta el tema el autor:

“El odio anti-peronista es tan antiguo como el peronismo, pero desde la recuperación de la democracia en 1983 la sociedad argentina había logrado evitar que se tramitara con violencia, como en las cinco décadas anteriores. Lo que lo trae al presente es la polarización social extrema, el aumento de la intolerancia y el recurso al odio como discurso dominante, un fenómeno contemporáneo largamente estudiado y que trasciende a nuestro país.”

Este es un hecho clave: desde 1983 Argentina logró que en sus procesos políticos no apareciera la violencia que vemos en otras sociedades.

La nota finaliza así:

“El politólogo Marcelo Leiras viene advirtiendo sobre el resquebrajamiento de lo que llama el “consenso alfonsinista”, ese núcleo de coincidencias básicas que hizo que la violencia dejara de ser considerada una herramienta válida del juego político. Lo que vemos ahora es que, derrotadas las organizaciones insurgentes y cancelada la amenaza militar, la violencia fue reapareciendo bajo otra forma en los medios, las redes y la conversación pública. Ayer pasó del discurso al acto.”

El acto al que se refiere es al intento de asesinato de Cristina Fernández.

He escuchado más de un comentario que considera que este hecho marca un punto de inflexión en la historia de nuestro país, y todo lo que hemos visto desde ese jueves lo confirma.

Para bien o para mal.

Este intento frustrado de magnicidio es un tremendo catalizador político y social, y no me animaría a hacer un pronóstico de adónde nos va a llevar este acelerado proceso.

A pesar de que los legisladores de JxC rechazaron que la declaración que condenó el intento de magnicidio contra la vicepresidenta hiciera referencia a “los discursos del odio” (casi una confesión), no podemos ignorar el papel que tiene este sentimiento (exacerbado hoy hasta el paroxismo) en el mundo y entre nosotros/as.

Natanson cita algún estudio externo:

“En “La era de la indignación”, el especialista estadounidense Jonathan Haidt cita datos del estudio elaborado desde hace tres décadas por la consultora Gallup y el Centro de Investigación Pew, que revela un aumento del porcentaje de personas que responden afirmativamente cuando se les pregunta si creen que el partido rival constituye un peligro para el país, el incremento de quienes afirman que les molestaría que su hijo se casara con un demócrata (si son republicanos) o con un republicano (si son demócratas), o el hecho de que cada vez más familias estadounidenses admitan su rechazo a que su hijo se haga un amigo ateo (si es cristiano) o viceversa.”

Hace un rato escuché un comentario de Dolina de hace diez años en el que advertía –en relación con la actuación de algunos periodistas que siguen haciendo lo mismo ahora- del peligro de estos discursos de odio, con una afirmación premonitoria sobre que cuando se llega a cierto nivel de ataques y ofensas, no hay vuelta atrás y la convivencia es imposible.

¿HABRÁ TIEMPO PARA NO CAER –O SALIR DE ÉL– EN ESE NIVEL DE ENFRENTAMIENTO?

Está claro que esa decisión es personal. Más de una vez he dicho que no odio a Macri, que es solo un rival político, del que tengo muy mala opinión, pero no le deseo la muerte, como a nadie en realidad.

Me ha costado bastante (me sigue costando) llegar a ese modo de pensar y sentir: en un tiempo me involucré en peleas en las redes contra anti peronistas, trolls, bots, y toda la parafernalia reinante. Incluso llegué a tener distanciamientos con amigos/as por estos temas, además de vivir “encabronado” como dicen en España y algunos otros países.

En algún momento caí en la cuenta del error en que estaba viviendo, y dejé de pelearme por las redes (además, es una pavada hacerlo), o de enojarme por el modo en que pensaban otras personas. Empecé a mandar mensajes afectuosos a gente con la que me había distanciado, y todo mejoró. Todavía soy impulsivo para discutir, pero, cuando me subo demasiado a la moto, pido disculpas, y trato de que no se repita.

Está claro que es un ejemplo demasiado doméstico, pero vale en estos tiempos de reacciones violentas en la mayoría de los espacios sociales, niveles etarios y estadios económicos.

Por supuesto que el fenómeno es mundial. Veamos lo que dice Natanson:

“El odio circula subterráneamente por la sociedad; es una emoción, tan humana como el amor, el miedo o la envidia. El problema aparece cuando un líder, un partido o un comunicador –es decir, alguien con poder en la discusión pública– moviliza ese odio en contra de un grupo social, una ideología o una persona. Esa es la dimensión neofascista del momento actual, sobre la cual vienen advirtiendo sociólogos como Daniel Feierstein, Ezequiel Ipar y Pablo Stefanoni. No se trata de que el odio anide solo en un polo de la política, en la derecha o en la izquierda. El odio fluye por todos lados, no es monopolio de un partido. Hay palabras de odio en todas las ideologías, incluyendo el peronismo, y de hecho uno de los motivos que explican su propagación es la dificultad de uno de los bandos para entender el rechazo que produce en el otro.”

No es la primera vez que trato este tema en mi blog (https://www.miradasdesdemendoza.com.ar/2020/09/17/cual-es-el-papel-del-odio-hoy-en-la-politica-y-en-la-sociedad/); y en esa entrada analizo cómo se instaló el odio como herramienta política en Argentina y quiénes fueron sus ideólogos.

Esa entrada es de hace dos años, y ahora tenemos este hecho del intento de magnicidio de la Vicepresidenta. Tal vez podríamos citar el título de la novela de Gabriel García Márquez “Crónica de una muerte anunciada”, porque esta estrategia del odio como herramienta (¿o arma?) no solo no cesó, sino que fue in crescendo, incluso con nuevos y tremendos matices, como colgar bolsas mortuorias identificadas en las rejas de la Casa Rosada.

He leído hoy alguna frase en las redes sobre que estos planteos del odio son el nuevo relato del kirchnerismo.

Está claro que eso no es verdad, y que la situación nos requiere que, en conjunto y en forma personal, tomemos una actitud decidida para rechazar todos los gestos de odio en la vida cotidiana.

Tal vez, como dijo Dollna, para muchos sea tarde, y no tengan retorno de ese odio visceral y salvaje (recordemos a la señora que blandía un cuchillo tramontina cerca del departamento de Cristina o a ese desaforado que golpeaba la ventanilla de un móvil periodístico, y le gritaba al periodista: “Ya van a tener miedo”.

Ahora avanzamos mucho más, ya vimos gatillar el arma contra la cabeza de la Vicepresidenta, y deberíamos hacernos cargo del abismo en qué podría haber caído la Argentina si el atentado hubiera tenido éxito.

LOS QUE TENGAMOS TODAVÍA CAPACIDAD DE REFLEXIÓN, HAGÁMOSLO, Y CORTEMOS CON TODO ACTO QUE ABONE EL ODIO ENTRE ARGENTINOS Y ARGENTINAS.

DEMOSTRÉMOS QUE ES POSIBLE VIVIR LA DEMOCRACIA EN PAZ.

Más Temas políticos

EL DILEMA HUMANO DE JOAN CWAIK

EL DILEMA HUMANO DE JOAN CWAIK

Del Homo sapiens al Homo tech. POR ADOLFO ARIZA

Una vez más Alejandro Bercovich mencionó, hace un tiempo ya, este libro en su programa Brotes verdes. Lo encargué y lo leí con demasiados intervalos.

Mi gusto por la lectura de libros que tratan temas tecnológicos y la vida humana no es nuevo.

La tecnología es transversal a la actividad humana, siempre lo fue.

Recuerdo charlas con mis colegas del Departamento de Lenguas Clásicas del Colegio Universitario Central (el querido CUC) en las que me planteaban, ante mi interés por la Informática (diría que a fines de la década de los ’80, más o menos), que ellas eran humanistas y que, por eso, no les interesaban los temas tecnológicos. Mi respuesta fue que el humanismo de ese momento –como hoy y siempre- incluía la tecnología del siglo XX, del mismo modo que el cincuecento italiano incluía la de los siglos XV y XVI. Creo que el ejemplo de Leonardo da Vinci alcanzaría como demostración.

Una vez más, usaré Wikipedia (¿por qué hay un desprecio intelectualoide por esta enciclopedia?): “La Tecnología se define como el conjunto de conocimientos y técnicas que, aplicados de forma lógica y ordenada, permiten al ser humano modificar su entorno material o virtual para satisfacer sus necesidades, esto es, un proceso combinado de pensamiento y acción con la finalidad de crear soluciones útiles.”

Este proceso, que supone un marco de conocimiento, permitió que tuviéramos la rueda, o los canales de riego, o la fisión nuclear, o lo que llamamos tecnología informática en su inicio, y hoy es todo el desarrollo digital que vemos: Internet de las cosas (IoT), machine learning, asistentes virtuales por voz, Big Data y analítica, e innovaciones como blockchain que están acelerando la transformación digital y dando la oportunidad a los CEOs de reinventar los modelos de negocio creando nuevos productos y servicios.

Con este libro de Cwaik, completo una trilogía no buscada de entradas sobre estos temas tecnológicos. Los anteriores fueron:

INFOCRACIA DE BYUNG-CHUL HAN POR ADOLFO ARIZA

https://www.miradasdesdemendoza.com.ar/2022/05/13/infocracia-de-byung-chul-han-por-adolfo-ariza/

BIG DATA & POLÍTICA DE LUCIANO GALUP POR ADOLFO ARIZA

https://www.miradasdesdemendoza.com.ar/2022/07/01/big-data-politica-de-luciano-galup-por-adolfo-ariza/

Esto sucedió sin intención, porque fui leyendo cada libro en su momento, y por alguna gracia divina, los tres títulos se complementan y enriquecen.

En este sentido el libro de esta entrada hace un buen cierre de este ciclo que podría incluir otras obras o notas o ensayos, pero me viene bien para tratar de darles una visión integradora.

Transcribir la contratapa de El dilema humano me parece una buena manera de presentar inicialmente el libro:

“¿Quién tiene el poder en el siglo XXI? ¿Estamos ante una crisis del capitalismo? ¿Qué lugar ocupan los medios de comunicación en el universo articulado por las redes sociales? ¿Cómo serán los humanos del futuro? ¿Vivimos una batalla tecnológica invisible? ¿Amenaza o salvación? ¿La humanidad está en jaque?

La revolución tecnológica que transita la humanidad ha producido un movimiento sísmico radical en todos los planos de la vida; el trabajo, la educación, las fuentes de información, el entretenimiento, los vínculos, son solo algunos de los ámbitos en los que los paradigmas tradicionales han dejado paso a nuevas maneras de ser humano en un mundo de datos y algoritmos.

Por eso, en medio de esta transformación vertiginosa, resulta importante detenerse a reflexionar acerca de la tensión humano-tecnológica que abre una serie de temas clave para comprender el presente del futuro. Esta es la tarea de El Dilema Humano que, a lo largo de sus siete debates, analiza las luces y sombras de una relación crucial de cara a los nuevos tiempos.

Con un estilo directo y ágil, y dejando en claro su rol reconocido como divulgador tecnológico, Joan Cwaik invita al lector a pensar juntos para entender el nuevo mundo que habitamos, sin caer en distopías ni en utopías solucionistas, y recorrer el camino que va del Homo sapiens al Homo tech.

El momento llegó. Da vuelta el libro, y sumáte a El Dilema Humano.”

A pesar de su trayectoria, este no es un libro de divulgación tecnológica, sino de reflexión sobre el mundo de hoy y los riesgos y posibilidades que acechan a la humanidad por el desarrollo tecnológico.

Veamos al autor en la biografía que está en el sitio web del libro:

“Joan Cwaik (Buenos Aires, 1990) es docente y divulgador especialista en tecnologías emergentes y sociedad. Lleva dictadas más de 360 conferencias en quince países y está terminado un MBA (IAE, Universidad Austral). Realizó estudios en UBA, UdeSA y cursos y programas ejecutivos en Stanford y Singularity University. Es Gerente de Marketing para Latinoamérica de Maytronics. Es coleccionista de cartas Pokémon y Magic: The Gathering. De mente innovadora y espíritu disruptivo, fue reconocido por la revista Forbes Argentina, el INJUVE, OIJ, LLYC entre otros y escribe periódicamente como columnista del Diario Perfil. El Dilema Humano (Galerna, 2021) es su segundo libro.”

Pero el libro no es disruptivo, aunque habla mucho de ese tema en el mundo de hoy porque, claramente la tecnología tiene un efecto claramente disruptivo en la sociedad, y va por más.

Es muy interesante el formato del libro, y tiene que ver con el texto de la contratapa, o sea con interrogantes, pero no con la intención de responderlos, porque sería difícil en el medio de esta travesía a algún lugar que desconocemos, sino de plantear –mejor, ayudar a plantear- los temas claves que van a determinar nuestra vida y nuestro futuro.

Por eso, copiaré el índice en el que los temas se presentan como debates dentro de los cuales aparecen, sobre todo, las preguntas que el autor piensa que debemos hacernos.

DEBATE 1

¿QUIÉN TIENE EL PODER?

El poder de los datos

El poder de los Estados

El poder de los individuos

¿Quién nos librará de nuestros liberadores?

El poder multiplex

¿Y los humanos?: ¿Secuestrados o millonarios?

DEBATE 2

¿CAPITALISMO EN CRISIS O FORTALECIDO?

 El capitalismo del siglo XXI

¿La era de los monopolios?

¿Estamos ante el fin del capitalismo?

El nuevo capitalismo cripto

Warren Buffet vs. Satoshi Nakamoto

El capitalismo intangible

¿Y los humanos?: ¿Empoderados?

DEBATE 3

¿ENTRE LA NUBE Y LA TIERRA?

Las tres dimensiones

El espacio híbrido

Adiós fronteras

Poder, influencia y dinero

¿Y los humanos?: ¿Enjambrados?

DEBATE 4

¿LA MUERTE DE LOS MEDIOS?

La información en el siglo XXI

Un mundo mediatizado

¿La muerte de los medios?

Fake news: la viralización y sus consecuencias

¿Y los humanos?: Del Homo Sapiens al Homo Videns

DEBATE 5

¿GUERRA DE GENERACIONES?

¿Milenial al poder?

Educación para milenial

Trabajo para milenial

Emojis: ¿el nuevo idioma universal?

¿Y los humanos?: ¿Reemplazados por las máquinas?

DEBATE 6

¿Efecto reality?

En búsqueda de la infelicidad

Amor en tiempos de Tinder El algoritmo del amor

Amistad en tiempos de likes

¿Y los humanos?: El show del yo

DEBATE 7

¿Cómo serán los humanos del futuro?

¿Y los humanos? ¿De superhombres a cyborgs?

¿El Homo Tech?

Creo –por lo menos, así lo sentí yo- que la lectura de este índice alcanza para comprender que en el libro están los temas que deberíamos comprender en su profundidad y alcance para saber (en realidad, no con la Matrix en que vive un gran porcentaje de la sociedad) cómo es, y cómo puede ser este mundo tan complejo e incierto.

Por supuesto, como siempre suelo hacerlo, recomendaré la lectura del libro, con una diferencia de otras recomendaciones: no podemos no comprender el mundo en que vivimos porque tenemos que saber cómo manejarnos con el enorme poder de la tecnología digital y con los poderes que deciden qué se desarrolle o qué no (estoy hablando de los Estados centrales y de las corporaciones concentradas).

Para ejemplificar la dimensión de las transformaciones que se han producido en el mundo de hoy, voy a citar lo que Cwaik dice sobre El espacio híbrido:

“”Estamos y no estamos”, pensé. Conté -además de mí- 14 personas en el local, de las cuales seis estaban aprovechando el free Wi-Fi con su computadora, y otras siete estaban con la cara sumergida en la pantalla del teléfono celular. Uno solo de ellos tenía un libro en la mano, que intercalaba con algún scrolleo de vez en cuando.

El mundo híbrido, que fue ganando cada vez más lugar en nuestras vidas en los últimos años, podría definirse como aquel espacio en donde la tierra y la nube se juntan. Donde lo ‘real’ y lo ‘virtual’ se superponen para crear algo totalmente distinto. Estamos juntos con alguien, compartiendo un café, y al mismo tiempo estamos escribiendo un tweet, contestándole a la que nos gusta una historia de lnstagram -y subiendo otra a ver si nos la contesta- y discutiendo en el chat del edificio porque los del 7C tienen una pérdida de agua que molesta a los de planta baja.” (El dilema humano, p. 148)

Claro, este mundo híbrido tiene grados: desde el muchacho –o no tan muchacho- que se pasa todo el tiempo de una reunión social con la cabeza clavada sobre su celular, hasta los momentos puntuales en que debemos habitar los dos mundos (chatear con un hijo/a mientras compartimos una comida con otras personas), pero es importante tener conciencia de esto para mantener el equilibrio que supone una vida que atiende a los dos espacios: lo real y lo virtual.

Es un riesgo real que creamos que el mundo válido es el virtual, el de las redes (por eso hablo de Matrix). Cwaik nos dice lo siguiente:

“Ya hemos visto en debates anteriores los efectos que puede ejercer la dopamina que nos provoca un like, una mención, o una notificación. Esa especie de adicción que generamos con el teléfono, que por momentos puede llegar a abstraernos de lo que está sucediendo a nuestro alrededor, no es casual. La mayoría de las aplicaciones que consumimos a diario están expresamente diseñadas para convertirnos en adictos: sistemas de recompensa, notificaciones cuando no las usamos (“Ey Joan, ¿estás ahí? Hace mucho que no usás nuestra app. Acá tenés un código de descuento…”), y otras estrategias del estilo.” (El dilema humano, p. 196)

Notemos que habla de adicción, y no es una exageración, sino pensemos el efecto que tiene en muchos de nosotros/as que perdamos el smart.

Podemos pensar en el futuro pensando que será como propone la terrible distopía que nos presenta Black Mirror (lo que sería casi espantoso), o no, pero tampoco podemos vivir creyendo que todo está bien, y que solo necesitamos un celular y un cargador para ser felices.

En el final Cwaik nos hace esta reflexión:

“Quizás esto no es más que una advertencia. una llamada de atención que nos impulse a volver a aquello que nos hace humanos. Que nos lleve a priorizar tos vínculos y lo emocional. Que nos permita volver a valorar el largo plazo sin la necesidad de romper con la tecnología. Sino más bien aprovechándola para desarrollar nuestro máximo potencial como especie.”

NO PODEMOS TENER OTRO OBJETIVO DISTINTO DE ESTE COMOSERES HUMANOS, PORQUE HOY TENEMOS LO NECESARIO PARA VIVIR MEJOR QUE LO QUE CUALQUIER SER HUMANO HA PODIDO NUNCA, PERO TAMBIÉN PODEMOS LLEGAR SER CYBORGS IDIOTIZADOS.

EMPECEMOS A ELEGIR.

# Eldilemahumano #JoanCwaik #Homotech #Homosapiens

ACERCA DE RODERER DE GUILLERMO MARTÍNEZ POR ADOLFO ARIZA

ACERCA DE RODERER DE GUILLERMO MARTÍNEZ POR ADOLFO ARIZA

Mi hija me regaló Acerca de Roderer de Guillermo Martínez (Bahía Blanca, 1962), publicado en 1993, y que es su primera novela.

Ya había leído otras novelas de Martínez: Yo también tuve una novia bisexual (2011), Crímenes imperceptibles (2008), que fue llevada al cine por Álex de la Iglesia como Los crímenes de Oxford y La muerte lenta de Luciana B (2007), que fue adaptada por el director argentino Sebastián Schindel en la película La ira de Dios.

Esperaba una novela semejante a las que había leído. De Crímenes imperceptibles, Wikipedia dice: “novela de trama policial, que conjuga elementos tomados de la filosofía, matemática y otras ramas del saber, al narrar los actos de un asesino múltiple, cuyos crímenes siguen una serie aritmética, con intrigas, ambigüedades, lógica y teoremas matemáticos involucrados.

En la obra aparecen algunos sesgos ligeramente autobiográficos, dado que los protagonistas son un joven matemático argentino becado en Oxford y su profesor, un eminente especialista en lógica.

A lo largo de toda la novela, existen una serie de elementos simbólicos que, en tanto símbolos, remiten al lenguaje matemático, al álgebra y a la lógica, dentro de una estructura narrativa de policial inglés clásico.”

De La muerte lenta de Luciana B leo una sinopsis de Librenta:

“Diez años después, nada queda en Luciana de la muchacha alegre y seductora a la que el famoso escritor Kloster dictaba sus novelas. Tras la trágica muerte de su novio y, después, uno a uno, las de sus seres más queridos, Luciana vive aterrorizada, atenta a cada sombra, cada persona que pasa a su lado, con la sospecha de que esas muertes son parte de una venganza metódica urdida en su contra, un círculo que sólo se cerrará con la séptima víctima. En la desesperación más absoluta, recurre a la única persona capaz de adentrarse en el siniestro universo de Kloster. Los cuadernos de notas de Henry James y una Biblia de Scofield serán claves en un pasaje sin retorno a la región más primitiva del mal.

¿Podría un asesino simular cuidadosamente el azar, concebir una geometría de muertes y quedar impune? ¿Cuál es el castigo para el que nos ha despojado de todo y nos ha causado el máximo dolor?”

Hay elementos comunes en estas dos novelas: son policiales, o sea que, en ellas se usa la observación, el análisis y la deducción para resolver un enigma, normalmente un crimen, y encontrar al autor y el móvil; también hay referencia a las matemáticas y a la filosofía, particularmente a la Lógica.

Acerca de Roderer es distinta, no hay un crimen a resolver en el inicio, pero sí un camino hacia una muerte personal, que se va haciendo inevitable, aunque no lo sepamos hasta el final. Sin embargo, la narración construye un camino de suspenso hacia el desenlace de una manera propia de la novela policial.

El comentario de La muerte lenta de Luciana B menciona al mal y acá encontramos un tema que hay que mencionar para comentar Acerca de Roderer.

El mismo autor dice en Literatura y racionalidad, publicado en La Nación, en 1994:

“Así, la racionalidad es un proceso. Un proceso que avanza entre contradicciones, aproximaciones sucesivas, límites difusos y teorías siempre precarias, siempre provisorias, en la tierra de nadie de la realidad.

Mirando por un momento las cosas de este modo, mirando a la razón como una facultad viva y cambiante, tiene sentido preguntarse si no será posible refundar el entendimiento sobre una nueva forma de racionalidad, más ampliada, más sutil, más potente, que escape por igual a Kant y a Gödel y de la cual la razón filosófica tal como se conoció hasta ahora sea un caso “limitado” y particular. Mi novela Acerca de Roderer es una ficción en torno a esta pregunta, que equivale en el fondo a preguntarse sobre la posibilidad o imposibilidad de reinstalar una visión prometeica en esta época de pactos fáusticos.”

Esta afirmación contextualiza con claridad la novela que quiero comentar. Y hace necesario desarrollar el tema de los mitos de Fausto y Prometeo, tan presentes en la historia de la cultura occidental.

“En la mitología griega, Prometeo (en griego antiguo Προμηθεύς, ‘previsión’, ‘prospección’) es el titán amigo de los mortales, honrado principalmente por robar el fuego de los dioses en el tallo de una cañaheja, darlo a los hombres para su uso y posteriormente ser castigado por Zeus por este motivo.” (Wikipedia)

Esto trajo a la sociedad beneficios importantes para su prosperidad. De allí, que el adjetivo prometeico sirva para calificar a aquella persona cuya actitud le da al Hombre conocimientos transcendentes que elevan su espíritu hacia lo épico; lo ético o lo místico, mejorando su condición y haciéndolo mejor.

En cambio, Fausto es “un hombre inteligente y de gran éxito, pero también insatisfecho con su vida, por lo que hace un pacto con el diablo, entregando su alma a cambio del conocimiento ilimitado y los placeres mundanos. La historia de Fausto, que remite directamente al tema de Job (el justo que sufre injustamente), es la base de muchas obras literarias, artísticas, cinematográficas y musicales. “Fausto” y el adjetivo “fáustico” implican una situación en la que una persona ambiciosa renuncia a la integridad moral para alcanzar el poder y el éxito durante un plazo limitado.” (Wikipedia)

O sea que lo fáustico se refiere al hombre que abandona los principios y valores personales para conseguir conocimiento, riqueza u otros beneficios.

Esta visión dicotómica, de algún modo es un planteo de “blanco y negro”, con claras implicancias morales, y tiene que ver con la misma concepción de lo que es –o debiera ser o buscar-el SER humano.

Esta valoración es la que lleva a la búsqueda del fuego de Prometeo que hacen los protagonistas de la novela: Gustavo Roderer y el narrador (nunca supimos su nombre), dos adolescentes que viven en un pueblito imaginario al lado del mar –Puente Viejo- y que se conocen en el Bar Olimpo donde se jugaba al ajedrez –también al billar, un clásico bar argentino de otras épocas.

Se enfrentan al ajedrez –el narrador era un ajedrecista que se preparaba para el Torneo Abierto Anual- y Roderer lo vence sin dificultades.

Luego, explica lo que significaba el ajedrez para él:

“-Es que el ajedrez … -dudó, como si fuera a encogerse de hombros-. Nunca me interesó demasiado. Era sólo un experimento; un modelo. En pequeña escala, por supuesto.”

Su búsqueda era de otro nivel y tiene que ver lo que dijo el autor: es una búsqueda a lo Prometeo, pero un Prometeo de hoy, de esta etapa de la humanidad, con toda la historia del pensamiento como base, y sin límites: un viaje hacia lo desconocido, y aterrador.

Algo más dice el autor:

“El error, siempre el mismo, está en considerar el dominio de lo racional de una manera injustamente estrecha, como un conjunto acabado e inmutable de operaciones lógicas, una especie de tabla definitiva de silogismos; en una palabra, confundir a la razón con la parcela que utilizan, sobre todo, los matemáticos y los científicos. Pero ni siquiera en estos dominios la razón es algo acabado y rígido: así, por ejemplo, Lobachevsky, al negar el quinto postulado de Euclides, no solo expandió la geometría sino también la razón matemática, y en la física contemporánea dar un modelo adecuado para el mundo subatómico equivale a encontrar una lógica suficientemente elástica para explicarlo.” (Literatura y racionalidad,1994)

Gustavo Roderer y el Narrador son los protagonistas-antagonistas que transitan caminos paralelos en sus vidas que se cruzan en un mundo lleno de acechanzas y tentaciones. Ambos buscan realizar sus destinos, el sentido de sus vidas.

Se enfrentan a lo mismo: lo demoníaco y lo maligno, la seducción de las mujeres, las formas precarias de existencia, la droga, la guerra e incluso la muerte, pero sus búsquedas son de distinto orden. Comparten un lapso en el Colegio, al que Roderer acepta ir por obligación, pero sin prestar ninguna atención a sus profesores, lleva sus libros (filosofía, arte, ciencia, historia), lee y anota lo que le interesa.

En cambio, el narrador es un muchacho brillante, que quiere realizarse por los caminos comunes que le ofrece la vida y triunfar en ellos. Elige estudiar Matemáticas (Roderer se lo aconseja porque la Filosofía y la Teología están muertas), se va a estudiar a Buenos Aires y, luego, consigue una beca para Cambridge.

Es claro el sesgo autobiográfico en este personaje como en Crímenes imperceptibles, pero me parece que Roderer es también el autor, y comparte su búsqueda ontológica –que incluye la pregunta de qué es la Ontología.

Es llamativo el hecho de que Roderer alcanza –a costa de sí mismo- a entrever algo de lo que buscaba, pero no sabemos lo que es, salvo que pareciera que entró a un mundo que está más allá y más arriba.

Es Prometeo y Fausto a la vez, y esto último tal vez explica su desenlace trágico, el que, sin embargo, lo haya hecho también Prometeo.

No es casual que esta novela haya sido analizada desde una perspectiva teológica:

“En este ámbito se despliega el conflicto de Roderer como un problema espiritual que atañe específicamente a la esfera del conocimiento y desemboca en la viejísima tentación: ser como Dios, ocupar el lugar de Dios, que concreta lo que se conoce como mysterium iniquitatis. Si bien este hecho está en la intención del protagonista desde el principio, el lector accede al mismo mediante los sucesivos descubrimientos y comentarios del Narrador, quien juega contrapuntísticamente con Roderer. La búsqueda del conocimiento total, “soberbio y virtuoso”, la persecución del logos divino, es realizada por Roderer a través de una lectura y relectura obsesiva de textos de diversa especie, actividad que lo lleva a dejar la educación formal y a vivir en una permanente vigilia pensante.” (Alicia Inés Sarmiento, Acerca de Roderer de Guillermo Martínez: el mysterium iniquitatis en el fin de siglo literario, CUADERNOS DEL CILHA. Nº 7/8 (2005-2006).

Para explicar mysterium iniquitatis (el misterio de la iniquidad o el mal) copiaré esta cita de Juan Pablo II (Audiencia General, 1984):

“Al intentar reconstruir una imagen sintética del pecado, nos servimos también de todo lo que dice de él la variada experiencia del hombre a lo largo de los siglos. Pero no olvidamos que el pecado es en sí mismo un misterio de iniquidad, cuyo comienzo en la historia, y también su desarrollo sucesivo, no se pueden comprender totalmente sin referencia al misterio de Dios-Creador, y en particular del Creador de los seres que están hechos a imagen y semejanza suya. Las palabras del Vaticano II que acabamos de citar, dicen que el misterio del mal y del pecado, el “mysterium iniquitatis”, no puede comprenderse sin referencia al misterio de la redención, al “mysterium paschale” de Jesucristo, como hemos observado desde la primera catequesis de este ciclo.”

Tampoco es casual que el narrador vaya a la casa de Gustavo a buscar un libro ficticio de un autor inexistente, cuyo título es La Visitación y su argumento y la discusión posterior remiten a la novela Doktor Faustus de Thomas Mann. El narrador y Roderer toman un café hablando de ella. Esa conversación es clave para entenderla.

En relación con episodio de un personaje de la novela con una prostituta, Gustavo dice lo siguiente:

“Ese romance con la prostituta, ¿no es un poco decepcionante? Por lo menos, hay que reconocer, es extraño. Extraño, por supuesto, respecto de la personalidad de Lindström, la aventura en sí es muy vulgar, casi un lugar común de la literatura; se nota incluso que a Holdein le incomoda contarla: está narrada, y no por puritanismo, del modo más indirecto posible, y como no puede justificarla termina hablando de una “transformación química” en la naturaleza de Lindström. Toda la historia parece insertada. ¿Pero por qué necesitaba incluirla?

-Se explica más adelante -dije yo-: representa la perdición, el acto en que Lindström sacrifica su salvación.

-Se dice eso, es cierto; pero no deja de sonar como una justificación a posteriori, un esfuerzo de astucia para no retroceder ante lo escrito, para salvarlo yendo más allá, y en el fondo sólo consigue empeorar las cosas. Porque el amor puede provocar mil caídas, pero no la perdición. Es un terreno demasiado resguardado por lo divino; en todo abrazo, aun en el que pueda parecer más depravado, hay un vestigio religioso, un eco de la comunión. -No necesito decir lo desconcertantes, lo insólitas que sonaban en su boca palabras como “amor” o “abrazo”. Y sin embargo yo no dejaba de sentirme algo impresionado, porque Roderer, que después de todo tenía la misma edad que yo, parecía saber hondamente de qué estaba hablando. -La perdición -dijo y su voz vibró por un instante, antes de recuperar la frialdad de siempre- se supone que es un acto solitario, a espaldas de todos los hombres; un acto, además, que debe ser tan terrible como para desafiar una misericordia infinita. Hay en realidad una sola ofensa a Dios sin retorno: el intento de suplantarlo

-El asesinato como en Dostoievski –dije yo.

-O el conocimiento –y debió advertir en mí un gesto de sorpresa porque añadió secamente – No por supuesto las cuatro o cinco leyes con que se entretienen los hombres; no las sobras, la cuota de sabiduría tolerada, sino el verdadero conocimiento, el logos, que resguardan juntos el diablo y Dios.”

Eso –el Logos– es lo que busca Gustavo. Es una aventura espiritual – ¿un viaje hacia el Sol, como Ícaro? – en la que parece haber un pacto mediante el cual Roderer consigue tiempo para alcanzar la meta de la iluminación, tiempo que habría de convertirse en el de su propia y breve vida solitaria y enferma, gracias al consumo de opio para alcanzar los estados de mayor lucidez.

No hay manera de que intente ahondar más en esta obra–una nouvelle, en realidad-, aunque quedan varios temas posibles.

Me ha dado mucho trabajo cerrar esta entrada, porque es una narración que cumple el pensamiento del autor, hablando de la novela:

“es un artefacto autónomo, con sus propias leyes y artificios, que no tiene por qué guardar correspondencias con los modos y usos en que se confunden poder y lenguaje en el mundo prosaico y real y político que le toca (al autor) como ciudadano. Cualquier escritor sabe también que debe crear su propio registro, su retórica para cada nuevo libro, como una lengua dentro de la lengua y que esa selección, ese proceso de “extrañamiento” debe independizarse y enfrentar no sólo la lengua del poder, sino también las fuerzas anodinas de la costumbre, el peso de lo “ya hecho”, las diferentes tradiciones, la historia de la literatura.” (2005)

ES UNA NOVELA DISTINTA, QUE VALE LA PENA LEER, AUNQUE TENGA MOMENTOS DE PLANTEOS TEÓRICOS PROFUNDOS, COMO ALGUNOS QUE HE CITADO, PERO ASÍ ES EL TEMA QUE SE ABORDA.

#AcercadeRoderer #GuillermoMartinez